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¿Debería Galicia cultivar más cereal?

Maruxa Alfonso Laya
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AGRICULTURA

xoan a. soler

Los expertos coinciden en que la comunidad debería reducir su dependencia del exterior en materias primas como el trigo o el maíz

06 mar 2023 . Actualizado a las 16:59 h.

Galicia produce leche para abastecer a 16 millones de personas y carne de vaca y de cerdo para, en total, dar de comer a otros catorce millones. Con estos datos en la mano, parece que la comunidad tiene garantizada su soberanía alimentaria, ese concepto acuñado hace años por la Unión Europea que busca promover que los países no dependan de otros a la hora de hablar de alimentación. Nada más lejos de la realidad. Cuenta Gonzalo Flores, jefe del departamento de Pastos y Cultivos del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM), que toda esa producción «é tremendamente dependente da provisión de materias primas do exterior». Se refiere, claro está a los cereales. Entonces, ¿ha llegado el momento de que la comunidad plante más cereal? La respuesta que ofrecen los expertos es un sí, pero con condiciones.

«Si para algo tienen que servir todas estas crisis es para darnos cuenta de que debemos ser un poco autosuficientes alimentariamente hablando», explica Rosa Ana Malvar, jefa del grupo de Genética y Mejora del Maíz de la Misión Biológica de Galicia, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Asegura que la comunidad es una zona «en la que el maíz se da muy bien», pero donde los rendimientos «son mucho menores» que en otras regiones.

«El maíz es una planta tropical y necesita agua y calor, cuanto más tenga de todo eso mayor será su rendimiento», sostiene. Sin embargo, Galicia cuenta con una ventaja y es que este es un cultivo que se produce en secano y aquí no sería necesario utilizar agua, «lo que tiene muchas ventajas medioambientales», explica. El problema es que este cultivo debe ser rentable y alcanzar los precios competitivos a los que se produce en el resto de Europa. «Para poder sustituir al maíz que viene de Ucrania te tienes que ir a grandes extensiones y que sea híbrido», sostiene. A mayores, también hay que tener en cuenta que «el precio del maíz va a depender de donde se produzca y en estos momentos puede parecer estupendo plantar maíz, por el precio que tiene. Pero si la guerra acaba en dos días, y ojalá sea así, ellos producen más barato y volveremos a comprárselo», asegura.

Crisis permanente

»«Vivimos case que en crise permanente e iso demostra que o noso sistema agroalimentario debe ser o más resiliente, seguro e sostible posible», añade Flores. Sostiene que, actualmente, Galicia tiene 370.000 hectáreas dedicadas al cultivo, lo que supone un 12 % de su superficie, una cifra que está muy por debajo de la media española, que es del 34 %. De todo ese terreno, al cereal solo se dedican 37.000 hectáreas, de las cuales solo 14.000 son de trigo. Con estos datos en la mano, considera que «sería interesante ampliar esas superficies».

De nuevo el problema está en que, aunque Galicia «ten uns solos moi adecuados para producir case calquera tipo de cultivo», los cereales como el trigo «precisan superficie e unidades de produción que permitan producir de forma competitiva», explica. Aún así, considera que sería interesante que se fomentara el cultivo de cereales en la comunidad. «Galicia importa tres millóns de toneladas de materia prima, das cales dous millóns son cereais», añade al tiempo que sostiene que sería interesante reducir esa dependencias del exterior.,

Para Malvar, Galicia debería fijarse en otros países europeos, como Francia. «Lo que hay que poner de manifiesto es que hay que cuidar la agricultura, somos un país agrícola pero este sector no resulta atractivo para los jóvenes», sostiene. En el país vecino, en cambio, apuestan por llevar producción e investigación de la mano y por proteger sus propias producciones. «También lo dice Europa, cuanto menos haya que mover los productos más sostenible va a ser el sistema y más riqueza va a generar al agricultor», explica. Por eso no se trata «de ponerse a producir maíz a lo loco, tenemos que optimizar nuestros recursos y desarrollar oportunidades para evitar problemas más graves, como el despoblamiento del rural», sostiene.

«No se trata de hacerlo a lo loco, sino de forma pensada y teniendo en cuenta que las ayudas económicas van a venir para el campo de cercanía», insiste Malvar. Una opinión que comparte Flores. «Hai que poñer os medios para que Galicia reduza a súa dependencia exterior», sostiene. Recuerda que el 40 % de la superficie gallega está ocupada «por forestacións que non deben estar aí ou está abandonada». El cereal es una buena oportunidad para recuperar esos terrenos, pero eso habría que hacerlo de forma planificada y pensada, apostando por este cultivo, concluye.