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Garzón solivianta a ganaderos y científicos con sus críticas a la carne

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

ALBERTO LÓPEZ

Acusan al ministro de utilizar argumentos engañosos y erróneos

09 jul 2021 . Actualizado a las 18:18 h.

«A mí, donde me pongan un chuletón al punto... eso es imbatible». Con estas palabras quiso zanjar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la polémica generada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, al presentar una campaña que busca reducir el consumo de carne. Pero lo cierto es que las declaraciones de Garzón despertaron la indignación del sector ganadero y durante la jornada de ayer le llovieron las críticas, desde comunidades y partidos políticos, organizaciones agrarias e incluso científicos, que quisieron demostrar con su trabajo lo erróneas que son las hipótesis de Garzón. En Galicia, el sector también quiso hacerse oír; Medio Rural llamó irresponsable al ministro y Unións Agrarias calificó sus palabras de «frívolas e indocumentadas».

Según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, «hai ministros que sen ocorrencia non conseguen un titular». Y para la consellería, la intervención de Garzón fue «inxusta e fóra de lugar». Recuerda el esfuerzo que hace el Gobierno gallego por promover un sector con un peso muy importante en la economía, pues supone el 14 % del total del valor de la producción agraria. En el mismo sentido se manifestaron en Unións Agrarias, donde recordaron que los pastos y las tierras de cultivo son un cortafuegos natural y que el manejo del ganado es fundamental en la prevención de los incendios.

El Sindicato Labrego Galego, por su parte, pidió la retirada de la campaña por considerarla «enganosa e falaz» y criticó que se meta en el mismo saco a producciones ecológicas e intensivas. Desde la Asociación Agraria de Galicia (Asaga) sostienen que comentarios como estos hacen un flaco favor al sector y se muestran preocupados porque «sexa tendencia criminalizar ao medio rural», en palabras de su portavoz, Francisco Bello.

En la Asociación de Gandeiros de Suprema tienen claro que declaraciones de este tipo demuestran que el sector «non lle interesa á clase política. Os políticos franceses si que defenden aos seus gandeiros». Y en la Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca) ven detrás de esta campaña un guiño a los veganos, para captar sus votos. «Se este señor non acendera a calefacción no seu despacho ou cambiara o coche oficial por unha bicicleta tamén contaminaría menos», asegura Higinio Mougán, gerente de la entidad.

En la polémica quiso intervenir también la catedrática e investigadora Rosa Mosquera, miembro de la Plataforma de Gandeiría Extensiva. «É moi inxusto o que fai o ministro, porque está mesturando gando en intensivo con extensivo e non ten nada que ver», afirma. Lleva más de 35 años estudiando el pastoreo y está demostrado «que os ecosistemas terrestres sofren cando non teñen pastoreo. Todo o carbono que emiten os animais foi secuestrado pola herba na que pacen e temos estudios que demostran que meter o gando no monte aumenta a cantidade de carbono que se secuestra». La misma opinión comparte Pablo Manzano, integrante de la misma plataforma e investigador del cambio climático. «Cuando habla de una huella hídrica de 15.000 litros por animal se refiere a una medida que mete en el mismo saco la cantidad de lluvia que cae en un prado, la que se usa para regar o la que se contamina, entre otras. Es una métrica que no tiene impacto, porque si no hubiera animales, sería la misma», argumenta. El ministro también se equivoca cuando habla de las emisiones de carbono, culpando a los animales, añade. «No ha tenido en cuenta que es al sistema extensivo al que se le atribuye esta contaminación, pero es que, de no estar estos animales, este territorio tendría que estar ocupado por herbívoros salvajes, que emitirían el mismo metano», concluye.

El ministro al que las polémicas se las crea su Gobierno

«Soy una persona poco polémica porque no me gustan las polémicas. Lo que me gusta es el trabajo», afirmó ayer a mediodía el ministro de Agricultura, Luis Planas, para tratar de calmar los ánimos en el sector ganadero español después de que se hiciera pública la campaña de Garzón contra la carne. Planas no tuvo más remedio que salir en defensa del sector y calificar de «campaña desafortunada» la iniciativa de su compañero de Gobierno. No es la primera vez que le pasa. El responsable de Agricultura parece tener más enemigos dentro de su equipo que en cualquier otro sitio.

El mismo Pedro Sánchez, que ayer salió en defensa del chuletón y en ayuda de Planas, montó hace solo unas semanas una pequeña polémica al hablar, en el marco del informe España 2050, de que era necesario reducir el consumo de carne. Entonces no se generó tanto revuelo como ahora, pero muchas organizaciones agrarias lamentaron las palabras del presidente del Gobierno. Más complicado de resolver parece el conflicto que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha generado con su intención de elevar la protección del lobo y prohibir su caza al norte del Duero. Esta propuesta podría tener serias repercusiones sobre el sector ganadero, cuyos animales son las principales víctimas de los ataques de este cánido. Por eso, fueron muchas las organizaciones agrarias y ganaderas que pusieron el grito en el cielo cuando se dio a conocer este proyecto. Planas intervino entonces afirmando que las explotaciones afectadas por el lobo iban a recibir ayudas de la PAC e incluso compareció en el Congreso con Ribera para tratar de calmar los ánimos. De nada sirvió, las organizaciones agrarias siguen pidiendo hoy en día la paralización del proceso y la dimisión de la ministra.