El ministro churrascado

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Zipi | EFE

09 jul 2021 . Actualizado a las 11:05 h.

Alberto Garzón estaba en la cuerda floja. En las quinielas digitales y analógicas sonaba con fuerza su nombre. Pero para mal. Al titular de Consumo se le situaba como uno de los ministros prescindibles que pueden perder su cartera en la inminente remodelación de Gobierno que se cocina en los fogones de Moncloa para remontar en las encuestas. Y decidió reivindicarse. A la manera clásica. Montando un follón y convirtiéndose en trending topic. Y acabó protagonizando un escándalo. Por jugar con las cosas de comer.

El coordinador de Izquierda Unida dijo que comemos, en el conjunto de la sociedad, demasiada carne, lo que tiene un alto coste medioambiental y para la salud. Hay argumentos que respaldan su tesis, pero se expresó de manera incorrecta, con frivolidad y un simplismo que rozó lo populista.

Fue un bumerán. Le vino de vuelta en forma de quejas de los sectores afectados, de memes en las redes, un recado del ministro de Agricultura y una contundente desautorización de Pedro Sánchez, que proclamó su amor por un «imbatible chuletón al punto» y abrió el melón en Twitter para un nuevo e irresoluble debate nacional sobre la cocción de la carne. ¿Qué hizo Garzón? Pues reiterar su provocativo mensaje. Y acabar, en la antesala de una renovación del Gobierno, chamuscado y churrascado.