Un estudio gallego halla más de 200 factores de riesgo de cáncer de colon

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

El mayor análisis genético sobre la enfermedad ayudará a prevenirla e incluso plantea tratamientos antes de que se manifieste

20 dic 2022 . Actualizado a las 18:44 h.

Es el cáncer más frecuente en España, con casi 44.000 nuevos diagnósticos previstos para este año y 18.000 muertos, y también uno de los más complejos. Pero su complicación no radica solo en el ADN del tumor, sino en nuestro propio genoma, que es el que explica, junto a los factores ambientales, la predisposición que tenemos a sufrir la enfermedad. Y ahí entra en juego un gigantesco engranaje molecular aún incompleto, pero del que se van conociendo más piezas para completar el rompecabezas de factores de riesgo del cáncer colorrectal.

El trabajo más decisivo hasta la fecha para armar el puzle lo acaba de ofrecer un estudio liderado por el grupo de Medicina Xenómica del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) en el que se han identificado más de cien regiones en el genoma humano (locis) y 155 genes vinculados al desarrollo del cáncer colorrectal. La investigación, realizada en colaboración con investigadores de centros punteros como el Fred Hutch Cancer Center de Seattle, la Universidad de Edimburgo o el ICR de Londres, se ha publicado en la revista científica Nature Genetics.

Prueba del enorme desafío que ha supuesto el trabajo lo supone el hecho de que para llegar a sus conclusiones se han analizado a más de 100.000 pacientes con el tumor y a otros 150.000 casos control (individuos sanos) de ascendencia europea y asiática.

El estudio realizó el mayor metaanálisis de asociación del genoma completo de este tipo de tumor desarrollado hasta la fecha y logró identificar 205 localizaciones en nuestro genoma que confieren riesgo de desarrollar la enfermedad.. De forma complementaria se realizaron análisis de expresión génica y metilación en más de 1.000 muestras de mucosa colónica y 15.000 de múltiples tejidos que revelaron otras 53 asociaciones de riesgo adicionales. De esta forma se identificaron también 155 genes con efectos altamente relacionados con el riesgo de padecer cáncer colorrectal, muchos de los cuales no estaban asociados hasta ahora con la patología.

Pararlo antes de que surja

El objetivo no pasa por identificar nuevas dianas terapéuticas para mejorar el tratamiento de este cáncer, sino por desvelar los factores de riesgo que ayuden a prevenir incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas. O lo que es lo mismo, identificar a las personas más predispuestas a padecerlo para establecer mejores estrategias clínicas que contribuyan a evitarlo.

«Non queremos chegar a este cancro, queremos paralo antes de que xurda», resume Ceres Fernández-Rozadilla (A Coruña, 1983), la responsable del equipo de Medicina Xenómica del IDIS que ha liderado el proyecto. «Neste análise —explica la investigadora— non so aumentamos o número de mostras de ADN, senón que tamén incluímos análises de ARN e de metiliación, o que nos permitíu non so identificar os factores de risco, senón tamén coñecer cómo funcionan entre eles, o que nos posibilitará facer unha prevención máis personalizada».

Cada uno de los factores de riesgo localizados es insuficiente por sí solo para poder predecir si una persona acabará teniendo un cáncer de colon, pero la suma de varios y el análisis de la relación entre ellos sí podrá posibilitarlo. Y uno de los elementos a tener en cuenta es la composición de la flora intestinal. De hecho, trabajos previos han observado un cambio en las propiedades del microbioma humano antes de que surja un tumor, aunque este hecho por sí solo, aunque es indicativo, tampoco es suficiente por sí solo para establecer un riesgo.

Las variaciones genéticas implicadas en una mayor predisposición al tumor también se localizan en la homeostasis colorrectal normal, en la proliferación y migración celular, en la inmunidad o en la adhesión celular.

Con todos estos factores relacionados una de las ideas de los investigadores es identificar tratamientos que, más allá del cambio de nuestros hábitos de vida por otros más saludables, contribuyan a prevenir el desarrollo de un tumor. O, lo que es lo mismo, buscar fármacos que prevengan el desarrollo del cáncer. Sería algo así como poner en marcha la quimio prevención. Pero aún queda mucho trabajo por delante.