Investigadores gallegos descubren un biomarcador que detecta el cáncer de colon en etapas iniciales

Marta Otero Torres
marta otero LA VOZ

SOCIEDAD

Rafael López y Ángel Díaz Lagares, los autores del estudio
Rafael López y Ángel Díaz Lagares, los autores del estudio ISCIII | EUROPAPRESS

Podría ser útil para el cribado no invasivo de las personas que aún no tienen síntomas y para evaluar la eficacia del tratamiento en los pacientes en fases avanzadas

11 nov 2022 . Actualizado a las 12:25 h.

 Otra buena noticia en la lucha contra el cáncer de colon. Una investigación gallega ha hallado un biomarcador —la alteración del gen LINC00473— que se puede detectar con un análisis a través de una biopsia líquida y podría mejorar el cribado no invasivo del cáncer colorrectal en las personas que todavía no presentan síntomas.

Los autores son, en este caso, el equipo liderado por los investigadores Ángel Díaz-Lagares y Rafael López, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), pertenecientes al Centro de Investigación en Red del Cáncer (CIBERONC) dependiente del Instituto de Salud Carlos III.

Este hallazgo podría suponer una revolución en la detección de este tipo de cáncer, si se aplica al cribado general de la población, que en Galicia actualmente se realiza con una prueba de sangre en heces. «Cómo se podría esto aplicar a un cribado masivo es la pregunta que está sin responder. —explica Rafael López, jefe de servicio de Oncología Médica del CHUS—. Y este es el sentido de nuestra investigación, ver si se podrían sustituir las pruebas actuales y mejorarlas».

Pero para ello hace falta todavía plantear un ensayo clínico «para contrastar con el estándar actual que es la sangre oculta en heces, desde todos los puntos de vista: desde el de la eficacia, pero también desde el económico y de facilidad para los pacientes», añade. Desde un punto de vista práctico, el mayor problema que tiene ahora mismo el cribado de colon es la poca adherencia por parte de los ciudadanos, «que anda en torno al 40 o 50 % de los casos y eso hace que no sea rentable».

El objetivo, asegura el experto, «es coger todos los parámetros para ver si una prueba es mejor que otra y si se puede utilizar. El problema de la detección precoz es que tienen que ser pruebas relativamente fáciles, que no sean agresivas para los ciudadanos y que tengan un buen resultado también».

Sería otro avance de la biopsia líquida, «que realmente es un saco de pruebas no una prueba única», aclara López. «Esta es una determinación dentro de ella, porque se hace en un líquido del cuerpo, la sangre en este caso, y es de las más baratas». Por eso, el oncólogo asegura que el problema económico en este caso no sería limitante. «Lo limitante es que hay que probarlo primero en un grupo independiente y en una cantidad de ciudadanos suficiente para que tenga poder estadístico», afirma.

La alteración del gen descubierta por el equipo de López y Díaz-Lagares también servirá para valorar la efectividad del tratamiento en cánceres avanzados. «Es que realmente descubrimos esta alteración epigenética en pacientes con cáncer de colon avanzado —explica—, que es en lo que más trabajamos».

Este avance en la lucha contra el cáncer de colon no es el único en las últimas semanas. «Y más que van a surgir, afortunadamente —comenta el experto—, porque todos los esfuerzos en investigación están dando sus frutos. Esto nos tiene que animar a la sociedad a invertir más en investigación, si queremos ser una sociedad puntera y no ir cinco o diez años por detrás en los avances».

Rafael López, por encima de todo, es optimista: «Seguro que en los tumores y en el plasma de los pacientes podremos detectar sustancias o marcadores que prevean el cáncer y nos ayuden a modificar algunos hábitos en ciudadanos que vayan a sufrirlo». Eso, y poder atacarlos en un estadio inicial, porque «cuanto más pequeño sea mejor, esto es una cuestión de tamaño». 

Una enfermedad que aumentará en un 60 % hasta el 2030

El cáncer de colon es el tercer tipo de cáncer detectado con mayor frecuencia en todo el mundo, y que su prevalencia aumentará en un 60 por ciento —a más de 2,2 millones de casos nuevos— hasta 2030. Esto representa una de las principales causas de mortalidad por cáncer, ha recordado el Instituto de Salud Carlos III, y ha subrayado que la incidencia creciente y las altas tasas de mortalidad de estas neoplasias corroboran la necesidad de contar con nuevas estrategias para mejorar la detección temprana.

La carcinogénesis colorrectal es un proceso de varios pasos que implica alteraciones genéticas y epigenéticas; en la mayoría de los casos (el 70 por ciento) se originan a partir de una lesión precursora colorrectal común que potencialmente puede malignizarse. Entre esas lesiones precancerosas, algunas se definen como pólipos colorrectales avanzados y presentan un mayor riesgo de transformación del cáncer, según esta entidad.

Entre las pruebas para el diagnóstico, la colonoscopia es la técnica estándar, pero se trata de un procedimiento invasivo con riesgo de complicaciones, y como alternativa está la prueba «inmunoquímica fecal», también ampliamente utilizada para detectar la presencia de hemoglobina fecal, pero que ha mostrado algunas limitaciones, incluida la incapacidad para detectar de forma fiable lesiones precancerosas.

Por ello, los investigadores han subrayado la urgencia de disponer de pruebas no invasivas como la biopsia líquida, una prueba que se realiza en una muestra de sangre con el fin de buscar células cancerosas o fragmentos de ADN de las células tumorales que circulan por la sangre.