Biofabri es la única empresa de España autorizada para producir vacunas destinadas a uso humano. En O Porriño, en las plantas del grupo Zendal, están produciendo mil litros a la semana del antígeno de la estadounidense Novavax

UXÍA RODRÍGUEZ
A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

Son la esperanza para recuperar la vida de la que ya muchos no se acuerdan. Una vida sin mascarillas, con abrazos. La esperanza para evitar que la gente siga muriendo y que los hospitales se sigan llenando. Las vacunas contra el covid-19 se han convertido en realidad, en un tiempo récord, demostrando lo que la ciencia puede hacer cuando hay medios para ello, pero no hay vacunas para todos y, por ahora, tampoco para lograr la ansiada inmunidad de grupo, fijada - en un principio- para este verano. El suministro es demasiado lento y algunos de los millones de dosis prometidas se han quedado por el camino, pero la luz al final del túnel está ahí, un destello cada vez más luminoso. Y en ese destello Galicia tiene un papel casi desconocido, actuando como nexo de unión entre el milagro científico de crear una vacuna y el momento en el que una persona recibe la inmunización: en O Porriño (Pontevedra) está la única fábrica de España autorizada para producir vacunas destinadas a uso humanos. En las plantas de Biofabri, empresa filial del grupo Zendal, se está produciendo ya la vacuna contra el covid-19 de la farmacéutica estadounidense Novavax. Y de ahí saldrán también dos de los proyectos más prometedores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Biofabri tiene además un acuerdo con la CEPI (Coalición para la Promoción de Innovaciones para la Preparación ante Epidemias) con el que se suma a esta gran alianza mundial que persigue producir dos mil millones de dosis para finales del 2021. La citada asociación está respaldada por la OMS, además de por la Fundación Bill y Melinda Gates, entre otras instituciones públicas y privadas. La previsión es que de las instalaciones gallegas salgan 500 millones de dosis. Se ocuparán del llenado y envasado de la vacuna o vacunas elegidas.

Biofrabri es una de las siete filiales del grupo Zendal, que nació en el año 2008 con el objetivo de investigar, desarrollar y fabricar vacunas de uso humano. Durante la última década, sus mayores esfuerzos han estado dedicados a conseguir desarrollar una vacuna eficaz contra la tuberculosis. Y en ello siguen, pero la irrupción del SARS-CoV-2 precipitó una serie de grandes cambios.

«En cierta forma podríamos decir que ha acelerado el paso de nuestro plan estratégico, impulsando más la parte de salud humana, aunque llevábamos tiempo preparándonos para ello. Pero esta pandemia nos ha "obligado" a agilizar sustancialmente este proceso y acortar tiempos. No obstante, esto ha sido posible gracias al esfuerzo que viene realizando todo el equipo desde hace años», explica Andrés Fernández, consejero delegado del grupo Zendal. 

La de Novavax será, con toda probabilidad, la quinta inmunización aprobada en la Unión Europea, tras la de Pfizer, Moderna y AstraZeneca. Unas semanas antes llegará la fórmula de Janssen, que espera el visto bueno de la EMA en marzo. Después será el turno de Novavax, ya en proceso de «revisión continua». La denominada NVX-CoV2373 ha demostrado en los estudios preliminares una eficacia del 89,3% y funcionar también contra la variante británica del coronavirus. Es estable entre 2 y 8 grados centígrados, y se envía en una formulación líquida lista para usar, que permite la distribución utilizando los canales de la cadena de suministro de vacunas existentes.

¿Por qué es tan difícil y tan costoso producir una vacuna?

En todo el proceso de fabricación de una vacuna el 20 % es producción y el 80 % es control de calidad. El desarrollo es complejo y muy caro. La vacuna lleva una parte que se denomina el antígeno y otra que es el adyuvante, un potenciador de la reacción inmunológica. 

Aquí están fabricando ese antígeno, que es el principio activo de la vacuna. La parte clave, el ingrediente principal. En este caso, de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por Novavax que se encuentra en Fase III, y que espera tener el visto bueno de la Agencia Europea de Medicamentos en el mes de abril para comenzar a administrarse en todo el continente. A esta fábrica gallega, la farmacéutica estadounidense envía lo que se denomina una semilla maestra, que aquí se encargan de multiplicar. «De esa semilla maestra se hace el banco de trabajo para poder cultivar», explica Adolfo López, director de producción de biológicos del grupo Zendal. Es decir, ese vial inicial se replica, de modo que el resto de viales que se utilizarán para fabricar una vacuna siempre son idénticos. «Cuando me refiero a que se cultiva, es casi una expresión similar a la de cultivo de plantas de toda la vida. Empiezas con una pequeña semilla y ahí vas haciendo semillas más grandes hasta llegar al fermentador que necesitas. En algunos casos, se puede llegar a fermentadores de diez mil o de veinte mil litros en casos de producciones muy elevadas», explica. Para la vacuna de Novavax se transforma un virus que solo es capaz de infectar insectos y es el que transporta la proteína. 

El medio de cultivo del virus van a ser las propias células, que son las que crecen primero en estos tanques. «Ahí es donde está, digamos, el factor más importante de todo lo que hacemos: el conocer ese sustrato, que en este caso es el medio de cultivo lo mejor posible, tenerlas en las mejores condiciones, para que cuando se les introduzca la infección con el virus, ese virus se multiplique a dolor en todas esas células, porque están ya preparadas para eso», asegura Adolfo López. 

Primero las células, en este caso de insecto, se multiplican y después se les inyecta el virus. Una vez pasados los días de infección, el proceso se para y se llega al siguiente paso. Hay que separarlos y quedarse solo con la parte importante, la que interesa, la que va a generar la protección. Hay varios procesos de purificación hasta que se obtiene el antígeno. Después, es cuando se le añaden el resto de ingredientes, como el adyuvante. En estos momentos, en esta fábrica el antígeno de Novavax está congelado y listo para distribuirse a toda Europa en cuanto la vacuna pueda comenzar a usarse. Cada semana producen 1.000 litros de antígeno. 

Un hecho que sitúa a Galicia en el centro de la lucha contra el coronavirus. «Considero que es de importancia estratégica no solo para España si no también para Europa disponer de una empresa capacitada y autorizada para fabricar vacunas y productos biológicos de salud humana. Y, esto, no solo en estos momentos de pandemia, sino como un eje de autonomía y fortaleza ante posibles crisis sanitarias futuras», asegura el CEO del grupo.

Esteban Rodríguez, consejero delegado de Biofabri

«Entre la ciencia y que la vacuna llegue al usuario estamos nosotros»

- Esta es la única fábrica en España autorizada para producir vacunas destinadas a humanos. ¿Por qué es la única y cómo lo han conseguido?

- En Europa, durante las últimas décadas ha habido una deslocalización de las fábricas de vacunas humanas. En España no hay ninguna salvo esta. Hay fábricas que se encargan del envasado de vacunas humanas, pero para fabricar el antígeno, el principio activo de la vacuna, se requiere un proceso mucho más complejo y se necesitan unas instalaciones mucho más sofisticadas.

- La vacuna de la estadounidense Novavax saldrá de aquí. Aunque hay que matizar que es una parte de la vacuna, la más importante, el antígeno. ¿Cómo se fabrica un antígeno?

- El antígeno de Novavax ya lo estamos fabricando, es la parte activa de la vacuna, el equivalente al ácidoacetilsalicílico en una aspirina. En las vacunas, el inicio de fabricación parte de un germen o un virus, es un producto biológico. Si es un virus, requiere el cultivo de células que serán las fábricas en donde el virus, al replicarse, genere millones de partículas víricas, que son las que después constituyen el principio activo de la vacuna.

 - Decía que ya están fabricando el antígeno de Novavax, que todavía está en Fase III.

- Sí, debido a la trascendencia de la pandemia, todas las compañías involucradas en el proceso de desarrollo de vacunas de covid se plantearon la posibilidad de fabricar la vacuna a riesgo de que no pasase las fases finales. Pero si las pasa, tan pronto como sean autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos, pueden estar listas para usarse. En el caso de Novavax, ya comenzamos a finales del año pasado la fabricación de lotes para que, si en el mes de abril, como está previsto, obtiene la autorización, esos lotes se puedan usar ya como vacuna comercial.

- Es decir, si todo sale bien, la vacuna llega en tiempo récord a las personas. Si sale mal, todo lo fabricado se tiene que ir a la basura.

- Totalmente. Ese es el concepto de urgencia que tiene esta pandemia. Estamos hablando de que está causada por un coronavirus, que es una diezmilésima de milímetro, y algo tan pequeño ha sido capaz de paralizar todos los sistemas sanitarios, producir tantas muertes, paralizar la economía mundial y llevarnos a no ser dueños de nuestro destino. Por eso, es normal que en una situación como esta, cualquier esfuerzo tenga esta magnitud. 

- ¿Cómo se han tenido que preparar para poder llevar a cabo la fabricación de la vacuna de Novavax? 

- Nosotros tenemos unas fábricas de producción de vacunas veterinarias de las mayores de Europa. Además, hace diez años entramos en la fabricación de vacunas humanas con nuestro proyecto de tuberculosis a una escala menor. Así que teníamos el conocimiento, la tecnología y las instalaciones. Solicitamos a la Agencia Española del Medicamento una auditoría para ver si las fábricas que ya teníamos para productos veterinarios podrían adecuarse para la fabricación de vacunas humanas. Había que agregar algunos aspectos e hicimos el esfuerzo, tanto en instalaciones como en personal cualificado, para poder ir adelante con proyectos de desarrollo de vacunas humanas contra el covid y, en el contexto internacional, aceptar ofertas como la de Novavax.

- Biofabri también trabaja con el CSIC. En este caso, en dos proyectos, el de Mariano Esteban y Julio García Arriaza y el de Vicente Larraga. 

- Varios grupos del CSIC se pusieron a trabajar hace más de un año en el desarrollo de posibles vacunas. Cuando hay una idea que parte de la ciencia, que tiene posibilidades, se necesita de un desarrollo industrial para que esa idea pueda pasar a una realidad de vacuna. En esto estamos trabajando con dos vacunas del CSIC. En ese entreacto entre su ciencia y que una vacuna llegue al usuario, estamos nosotros.  

«Nosotros tenemos unas fábricas de producción de vacunas veterinarias de las mayores de Europa. Además, hace diez años entramos en la fabricación de vacunas humanas con nuestro proyecto de tuberculosis a una escala menor. Así que teníamos el conocimiento, la tecnología y las instalaciones»

- ¿En qué momento se encuentran?

- A finales de febrero o principios de marzo esperamos tener el visto bueno para comenzar los ensayos clínicos de la primera vacuna, la de Mariano Esteban y Juan García Arriaza. Si esos ensayos van bien a lo largo de todo este año, podría estar lista a principios del año que viene.

- Y esa vacuna, que sería la primera del CSIC, ¿también se fabricaría aquí?

- Sí, por supuesto.  

- Novavax firmará un acuerdo con la Unión Europea de hasta 200 millones de dosis. ¿Tienen alguna aproximación de cuántos saldrán de aquí?

- Está en manos de Novavax, no lo conocemos. Nosotros lo que hemos hecho, y hemos sido felicitados por ello, es la transferencia, que se hizo en un tiempo récord, la productividad salió por encima de los niveles que esperábamos. Dentro del contexto de fábricas internacionales que tiene Novavax para la fabricación de antígeno, nosotros somos los líderes en productividad y en pureza. Enviamos el antígeno de Novavax a toda Europa, también lo utilizaremos en nuestra compañía para hacer vacunas nosotros.

- El coronavirus lo ha paralizado todo, pero ustedes tienen otra esperanza. La vacuna de la tuberculosis diseñada por la Universidad de Zaragoza y desarrollada aquí. 

- Cuando hablamos de la pandemia del covid, se habla de que en el 2020 murieron 2.170.000 enfermos. Cada año mueren de tuberculosis casi dos millones de personas. Cada año. La tuberculosis es la enfermedad infecciosa que más sigue matando. Además, la pandemia ha agravado la situación en los países pobres. Si no se toman medidas para atajarla, el aumento de muertes será mayor en los próximos años.

 - Y ahí entra en juego su vacuna.

- Sí, es muy importante y los resultados son prometedores.

El candidato vacunal MVA-CoV-2-S también se cocina en Galicia

Los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del CNB-CSIC
Los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del CNB-CSIC VINCA PAGE.-J.G. A. CSIC COMUNIC

El proyecto de vacuna para el SARS-CoV-2 que dirigen los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza es el más adelantado de los tres que se están desarrollando en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La vacuna CSIC-Biofabri ya se está fabricando en O Porriño para el siguiente reto, los ensayos clínicos en humanos. «El siguiente paso es comprobar si se puede llegar a la clínica. Ahí es cuando se establece un convenio con Biofabri para la producción de la vacuna. A Biofabri trasladamos el cultivo inicial y ellos se han puesto a punto para la producción de la vacuna, que consiste en hacer crecer en cantidad este virus atenuado para luego usarlo en ensayos clínicos», explica Mariano Esteban a La Voz. 

«Tan pronto tuvimos constancia a principios de enero de la secuenciación del genoma del SARS-CoV-2, nos pusimos a trabajar en el desarrollo de una vacuna. Identificamos la proteína S y es la que introdujimos en el vehículo transportador. ¿En qué consiste ese vehículo transportador que usamos? Es un virus muy atenuado de la vacuna que se usó para erradicar la viruela, que demostró total eficacia y que confería inmunidad de por vida», cuenta Esteban. Incorporada en el vehículo MVA, esta proteína se produce tan pronto como el virus penetra en la célula y es la que «enseña» al sistema inmunitario cómo debe reconocer al coronavirus real y cómo debe eliminarlo.

Esta vacuna ha demostrado tener un 100 % de eficacia en ratones humanizados. «Al cabo de varios días de que los ratones fueran vacunados, les administramos el virus por vía nasal. Vimos que los ratones no vacunados se morían a los seis días, los que fueron vacunados con una o dos dosis estaban completamente protegidos», narra el virólogo. «El siguiente paso fue entender por qué adquirían esa protección. Lo que vimos es que se producían anticuerpos neutralizantes y además activaban a poblaciones celulares, los linfocitos T, que los habíamos entrenado para reconocer y destruir a la célula que estaba infectada. Conseguíamos un doble efecto. Los anticuerpos neutralizantes se pegan al coronavirus y lo bloquean. Por otro lado, teníamos los linfocitos T en circulación para destruir la célula infectada».

En cuanto las agencias reguladoras ( a Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y la Agencia Europea del Medicamento) den su visto bueno comenzarán los ensayos en humanos, previsiblemente en primavera. La fase 1, con unos 112 voluntarios; la fase 2, con 500, para ver el comportamiento inmune y la seguridad; y, si todo va bien, la fase 3, ya con 20.000 o 30.000 personas sanas, para demostrar la eficacia de la vacuna, a la vez que se confirma la seguridad. 

«Es importante que tengamos varias vacunas, el objetivo final es el mismo pero cada una tiene su singularidad. Está demostrado que la combinación de vacunas es más eficaz que usar una sola. Así que también está la opción de usar distintas vacunas de forma combinada», asegura Mariano Esteban. «En vacunas de uso humano hay un déficit en la producción. Nos hemos dado cuenta de que no podemos dejarlo todo en manos de fuera porque nos vamos a encontrar con una situación como la actual, en la que esperamos suspirando que nos lleguen las dosis. España necesita tener su propia capacidad de producción. Hay que cerrar el círculo y tener esa capacidad de desarrollar, fabricar y utilizar las vacunas. Ciencia, empresas de desarrollo y hospitales», reflexiona el investigador .

Algunos datos: 

  • Zendal es la marca corporativa del grupo biotecnológico que aglutina a siete empresas enfocadas a la investigación, el desarrollo, la fabricación y la comercialización de vacunas de salud humana y animal, así como otros productos de alto valor añadido para el ámbito de la salud. Las firmas que se encuentran bajo su paraguas son CZ Vaccines, Biofabri, Probisearch, Vetia, Petia, Zinereo y Bialactis.
  • La compañía de O Porriño cuenta con un equipo formado por más de 300 personas, en su mayoría de alta cualificación. Durante 2020, la plantilla se incrementó un 20%.
  • Sus diferentes instalaciones ocupan más de 85.000 metros cuadrados y cuenta con 15 áreas diferenciadas de producción. Actualmente, exporta sus productos de salud animal y humana a 65 países.
  • El grupo trabaja en la construcción y puesta en marcha de una nueva planta de envasado, nuevas infraestructuras productivas, tecnológicas y almacenes para productos de salud humana y animal en O Porriño. Un proyecto para el que se prevé una inversión superior a los 110 millones de euros de aquí al 2025.
  • A esto se suma la construcción de una planta en Portugal, en Paredes de Coura, donde se invertirán 15 millones de euros y que partirá con una plantilla inicial de una treintena de personas. Este proyecto permitirá impulsar el camino para la creación de un polo biotecnológico de la Eurorregión.

 

En este reportaje han participado Uxía Rodríguez (periodista), Jorge García y Álex López-Benito (operadores de cámara), Óscar Vázquez (fotógrafo) y Óscar Ayerra (infografía).

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