Descubre los diez Soletes de la Guía Repsol que brillan en Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Diez locales de la provincia recibieron esta semana el nuevo reconocimiento de la guía española

03 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guía Repsol presentó esta semana su nuevo reconocimiento culinario: los Soletes. Un galardón que nace con el fin de poner en valor a establecimientos con encanto. Locales que ya sea por su tradición, su espacio, sus originales propuestas o su calidad-precio son una buenísima opción para disfrutar de la gastronomía. La lista, que está dividida por categorías como Chiringuitos y terrazas o Vinotecas, bodegas y sidrerías, incluye en su primera edición a mil negocios, de los cuales diez están en la provincia de Ourense.

Fuentefría. Camino de los 35 años en el casco histórico de Ourense va el local de Pepe Callos y ahora sus tapas acaban de recibir el Solete de la Guía Repsol. «El secreto es el trabajo duro y la dedicación. Estamos muy orgullosos de haber generado la confianza en todos nuestros clientes, que son quienes nos han traído hasta aquí», afirma. Además de los callos, los clásicos del Fuentefría son el bollito de jamón asado y los ahumados.

O Rei do Xamón. Pury Salgado y Moncho Estévez llevan más de sesenta años al frente del Rei do Xamón, en el casco histórico ourensano, y tienen claro lo que les diferencia del resto, su completo: un pincho de tortilla, otro de panceta y una croqueta. Esa tradición les ha catapultado hacia este galardón. «Lo recibimos con muchísima alegría, especialmente después del año duro que nos ha hecho pasar la pandemia como hosteleros. Este premio es de los clientes», apunta Pury.

Café Pacífico. El restaurante de Fran Domínguez, situado en el barrio de San Francisco, en la rúa Pena Trevinca de la capital, recibe el Solete por su propuesta de cafés y desayunos. «Poder recibir una distinción por nuestro trabajo diario y además en el ámbito de los desayunos es algo que nos hace mucha ilusión y que nos anima enormemente a seguir», dice el chef ourensano. En su carta destacan los boles de frutas, yogur y granola, las tortitas suflé y una amplia variedad de elaboradas tostas que van desde la clásica de jamón serrano y tomate a la de boniato o la de pollo braseado. También tienen menú degustación entre semana y brunch para sábados y domingos.

Bar Orellas. El emblemático bar ourensano abrió sus puertas en 1953, setenta años después su producto rey, la orella cocida sigue conquistando a nuevos paladares, entre ellos los de los jueces de la Guía Repsol que acaban de otorgarle un Solete. José Manuel Iglesias es la segunda generación del local situado en la rúa da Paz, donde también sirven embutidos elaborados por ellos como un lacón prensado relleno de grelos y chorizo.

Umami. El concepto de este restaurante, en la praza da Magdalena, es coger producto de calidad y cocinarlo a la brasa. Marisco, pescados de la ría y carne de ganado gallego preparados con grandes toques de innovación, eso es lo que les ha llevado a ser un Solete. Abrieron hace menos de un año y su propietario, José Luis Rodríguez, no puede ocultar el entusiasmo por recibir este galardón: «Esto es algo que nos ayuda y nos sitúa un poquito en el mapa, es una alegría gigante y solo pensamos en dar de comer lo mejor y muy rico».

O Pazo de Canedo. Este local no es solo una buena idea para celebrar bodas o cualquier evento, también se puede ir a comer o a cenar y degustar platos en los que el marisco o el pescado fresco son los protagonistas. De ello se encarga desde hace siete años David Rodríguez: «Es una gran satisfacción personal que pone en valor nuestra comida y también nuestro espacio —destacan sus jardines y balcones—».

O Lar da Sabela. Hace tres años, el restaurante llegó a las manos de Javier Gómez y Miguel Romero, y hace solo unos meses se mudaron a un local más grande, frente al anterior, en la plaza Eironciño dos Cabaleiros. A su cocina tradicional y repleta de raciones para compartir de cocido, albóndigas, huevos rotos o zamburiñas, le llega ahora el Solete. «Fainos moitísima ilusión porque dalgunha maneira estanos a dicir que conseguimos continuar coa calidade e o cariño que acadou a nosa antecesora. Estamos felices», dice Miguel.

O Campanario. Está en Luíntra, en el corazón de Nogueira de Ramuín, y en su restaurante, el extremeño Samuel Moreno conjuga la tradición de la comida gallega con toques de recetas llegadas de lugares lejanos, incluido Japón. Ensaladilla rusa con crujientes de trigo, ensalada de burrata, salmorejo de frutos rojos con sardina ahumada o bao de chilli crab pueden encontrarse en sus menús del día o del fin de semana. «Hemos invertido todos nuestros esfuerzos y este Solete es algo que nos emociona de forma desmedida», admite Samuel.

La Table. Para Begoña Cid, su marido, Patrick Orial, y su hijo, Kevin, fue toda una sorpresa recibir el Soletes, también un gran orgullo. «Creo que significa que a la gente le gusta nuestra cocina y eso para nosotros es lo principal», dice Begoña. Conoció a su marido en Francia, allí se enamoraron y abrieron juntos una pastelería. Hace once años decidieron traer la cocina francesa a Pereiro de Aguiar. Lo mejor de sus platos es degustarlos uno mismo.

A Lareira. La portuguesa Daiyane Barbosa se animó a abrir su propio mesón, en A Arnoia, en el 2019. Tiene menús del día y una pequeña carta con platos basados en los ingredientes de temporada. En otoño, van a por setas y en verano apuestan por el pescado. Tiene su propia huerta y confía especialmente en el producto de cercanía. Los miércoles prepara callos, los jueves cocido y los viernes le toca el bacalao de su tierra. «Aún no nos lo creemos, de verdad. Esperamos que este galardón ayude a que la gente nos conozca y vengan a visitarnos», termina.