Una lucense con obesidad mórbida: «No puedo moverme y soy de riesgo, necesito que me hagan la PCR en casa»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

LUGO

María del Pilar en su piso en Lugo, del que apenas pudo salir desde hace casi dos años
María del Pilar en su piso en Lugo, del que apenas pudo salir desde hace casi dos años Carlos Castro

María del Pilar Sánchez denuncia que lleva cuatro días esperando la llamada del Sergas después de estar en contacto con un positivo

09 ene 2022 . Actualizado a las 12:59 h.

Para María del Pilar Sánchez, la espera para saber si está contagiada de coronavirus ha sido de los momentos más duros de la pandemia. Y eso que está «encerrada» desde que irrumpió el coronavirus y solo baja a la peluquería de al lado de su portal, en la ciudad de Lugo. Tiene miedo porque es una persona de riesgo. «Padezco obesidad mórbida y fibromialgia. Por las noches duermo conectada a una máquina de oxígeno», explica. El martes de esta semana, su compañero de piso dio positivo en covid, pero ella no puede desplazarse fuera de su casa para realizarse una prueba porque tiene problemas de movilidad severos. Para no correr riesgos, su compañero de piso se trasladó a hacer la cuarentena a otro lugar.

Cuando se enteró del contagio, recurrió al PAC de Fingoi, donde le indicaron que se pusiese en contacto con el 061. Llamó y le remitieron el número del coronavirus establecido por la Xunta, pero «no cogía nadie». Así que pidió cita a su médica de cabecera. «Hizo la petición para que viniera a hacerme una PCR a domicilio», cuenta. La enfermedad de María no le permite ni desplazarse hasta la farmacia para comprar un test. De hecho, para vacunarse acudieron los sanitarios a su casa. «Me pusieron una de Janssen y hace poco, la de refuerzo de Pfizer», apunta.

Desde que el martes su doctora hizo esa solicitud, nadie acudió a casa de la lucense o se puso en contacto con ella. «El miércoles y el jueves estuve todo el día colgada al teléfono llamando al número del coronavirus», relata. Pero nadie le atendió. Así que volvió a pedir cita para su médica, que no tenía disponibilidad hasta el martes día 11. «No quería que me visitase nadie porque es mucha responsabilidad», explica, pero una amiga suya le «regaló» un test de antígenos el jueves por la noche y se lo dejó en el felpudo de casa. «Cobro una pensión no contributiva y era un esfuerzo pagarlo, así que estoy muy agradecida de que me lo comprase». El test de antígenos dio negativo, pero María necesita realizar una PCR para quedarse tranquila porque tiene dolores musculares —que apunta que también podrían ser de la fibromialgia—, dolor de garganta y mucosidad. Para esta lucense, contraer el coronavirus podría causarle graves daños por su delicado estado de salud, por lo que sigue esperando por su PCR. «Seguro que somos muchos los que tenemos problemas de movilidad y tenemos que ser atendidos como cualquier otro», reclama. María entiende que la sanidad esté «colapsada», pero denuncia no tener ni respuesta a las llamadas.

11 PCR pendientes

El Sergas explicó que estos casos se rigen por los protocolos de la Dirección Xeral de Saúde Pública. En el área sanitaria lucense, tras indicarse la necesidad de realizar una PCR, a las personas sintomáticas «realízaselle no día» en el domicilio. «Non hai absolutamente ningún retraso na realización de PCR nos domicilios ás persoas con sintomatoloxía», explican. En el caso de los asintomáticos, «realízaselles nun breve prazo de tempo en función da carga asistencial de cada momento». En estos momentos, hay 11 PCR pendientes en la provincia. Además, recuerdan que si la situación del paciente cambia, con respecto a los síntomas, deben comunicarlo al centro de salud o a los de seguimiento.