La alcaldesa de Lugo se fue a Ourense a celebrar la llegada de la alta velocidad mientras el teniente de alcalde se marchó a A Coruña, con transbordo en bus, a denunciar que faltan conexiones
20 dic 2021 . Actualizado a las 18:12 h.La palabra más repetida de este lunes (con permiso de coronavirus) fue tren. La inauguración, casi treinta años después de lo prometido, de la conexión de alta velocidad entre Galicia y Madrid movilizó a políticos y autoridades de todo signo, y los de Lugo no fueron menos.
La alcaldesa, Lara Méndez, y el primer teniente de alcalde, Rubén Arroxo, conmemoraron el día cada uno a su manera. La primera, desplazándose hasta la ciudad de As Burgas para celebrar lo que calificó como «un fito para Galicia» y un paso más de Lugo hacia la alta velocidad. El segundo, pegándose un madrugón para coger el tren a A Coruña y denunciar así la falta de conexiones ferroviarias dignas de la ciudad amurallada. Un viaje reivindicativo que acabó en autobús por culpa de un imprevisto.
En Ourense, sentada junto a los demás alcaldes socialistas de las ciudades gallegas y el presidente de la Diputación, José Tomé, Lara Méndez quiso ser partícipe de la bienvenida al AVE. «Lugo tamén está xa máis cerca de Madrid», dijo la regidora, que consideró que la conexión con la capital de España «supón o paso previo para que a Lugo chegue a alta velocidade, o que seguiremos reivindicando, como sempre fixemos, porque se trata dun servizo clave para que a nosa cidade e a provincia gañe competitividade tanto social como económica».
Para enfatizar su apuesta por el ferrocarril y la alta velocidad, la regidora recordó que este miércoles llevarán a la junta de gobierno local la modificación puntual del PXOM necesaria para descatalogar el edificio de Correos y dar así otro paso más para avanzar en la intermodal. De paso, lanzó un llamamiento a la Xunta para que avance con la estación de autobuses.
Transbordo en bus del BNG
El AVE que Méndez recibió a pie de estación en Ourense cubrió los 500 kilómetros desde Madrid en dos horas y media, más o menos el mismo tiempo que le llevó a los nacionalistas lucenses llegar a A Coruña, situada a 100 kilómetros, tras una mañana llena de vicisitudes. A primera hora de este lunes Arroxo, varios concejales y el diputado provincial Efrén Castro se subieron al regional destino A Coruña para denunciar la falta de conexiones de la capital lucense. Al llegar a Curtis, una incidencia producida por un tren de mercancías que realizaba el sentido contrario obligó a los viajeros lucenses a hacer en autobús el resto del recorrido. «Este tipo de incidencias son habituais na conexión de Lugo á Coruña. Debido a que non contamos con dupla vía, gran número de frecuencias sofren retrasos», denunció el nacionalista, que vio cómo un trayecto de una hora y 47 minutos acabó durando dos horas y 35.
El BNG, que lanzó hace unas semanas una campaña para reclamar un tren digno, insistió en que Lugo necesita frecuencias, horarios y precios adecuados para unir las dos ciudades, y el resto de villas, adecuadamente. Recordó además que la conexión Lugo-Santiago, tan necesaria, se resolvería con un tramo de 27 kilómetros entre Curtis y Ordes.
