Dr. Ángel Durántez: «Es muy posible que alguien que ahora tenga 20 o 25 años llegue a los 140»

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

El Dr. Durántez es uno de los pioneros en España de la Medicina Preventiva Proactiva y Medicina para el Envejecimiento Saludable.
El Dr. Durántez es uno de los pioneros en España de la Medicina Preventiva Proactiva y Medicina para el Envejecimiento Saludable.

Hablamos con uno de los pioneros en España de la Medicina para el Envejecimiento Saludable. Según el doctor: «No tendremos la fórmula de la eterna juventud, pero sí la fórmula para alargar la juventud»

25 jul 2022 . Actualizado a las 09:19 h.

La eterna juventud es uno de los sueños de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Lo cierto es que cada vez vivimos más, la esperanza de vida media en nuestro país se sitúa en los 85,83 años en las mujeres y en los 80,24 años en los hombres. Mientras en Estados Unidos algunos de los mejores expertos internacionales en rejuvenecimiento se han unido, financiados por algunas de las personas más ricas del mundo, para trabajar en la reprogramación biológica, una forma de rejuvenecer las células del cuerpo; la llamada Age Management Medicine está en auge. El doctor Ángel Durántez es uno de los pioneros en España de la Medicina Preventiva Proactiva y de la Medicina para el Envejecimiento Saludable. ¿Su objetivo? No solo es que vivamos más, sino que vivamos mejor, más años con salud y libres de enfermedad.

—Nuestra esperanza de vida es cada vez mayor. Vivimos más y eso es una buena noticia, la pregunta es: ¿cómo podemos no solo vivir más, sino vivir más y mejor?

—Efectivamente, vivimos más. La esperanza de vida media ha aumentado treinta años en el siglo XX y cada cuatro años o cinco años esta esperanza de vida se alarga otro año, exceptuando situaciones como la pandemia del covid-19. Vivimos más, pero esos años que añadimos son los peores de nuestra vida porque están al final. Es aquí donde surge este paradigma de la medicina, que es el paradigma sanitario del siglo XXI donde algunos médicos se empiezan a plantear que, además de curar enfermedades, deberíamos intentar mantener un buen estado de salud a pesar del envejecimiento. Es aquí donde nace la Medicina Preventiva para el Envejecimiento Saludable que se fundamenta en los estilos saludables de vida y en el conocimiento de tu estado de salud antes de que aparezca la enfermedad. Es decir, de cómo estás antes de que aparezcan las enfermedades que por el simple hecho de envejecer van a aparecer sí o sí, por dónde se van formando en cada caso particular. Sabemos que todos acabaremos teniendo una enfermedad cardiovascular, un cáncer, una demencia, una osteoporosis, una diabetes… si vivimos muchos años. Algunas de esas enfermedades, como las cardiovasculares, podemos medirlas en la fase subclínica, antes de que aparezcan los síntomas. Se trata de medir, conocer dónde estás, aplicar los estilos saludables de vida y otras estrategias más sofisticadas como la suplementación nutricional o la terapia de optimización hormonal.  

 —¿Cómo es esa curva de envejecimiento? Usted llega a decir que lo que hagamos de los 30 a los 40 años determinará nuestra vejez. 

 —Podríamos dividir la salud de una persona a lo largo de su vida en cuatro fases. La primera se denomina vida libre de enfermedad crónica, que es cuando todavía no tienes diagnosticada ninguna enfermedad crónica y que dura, aproximadamente, hasta los 35 o 40 años. Hablamos, por ejemplo, de un ovario poliquístico o la presencia de un mioma, de una lumbalgia o de una hipercolesterolemia, hipertensión arterial… Sabemos que a partir de esta edad la incidencia de estas enfermedades se dispara. Este dato coincide con lo que conocemos sobre la senescencia programada: a partir de los 35 o 40 años comienza el declive de la salud asociado al envejecimiento.

Depués llega la fase de vida en buena salud subjetiva, tú te encuentras bien aunque tengas diagnosticada alguna o varias enfermedades. Esta fase dura hasta los, más o menos, 60 años. La tercera fase llega a partir de los 65 años, vida libre de discapacidad. No necesitas la ayuda de otras personas para vivir, pero te encuentras regular, mal o muy mal. La última llega sobre los 78-80 años cuando ya necesitas ayuda. Sabemos que el 50 % de la población a partir de esa edad tiene una discapacidad.

Son las cuatro fases que coinciden con los estudios de proteómica que se han hecho analizando miles de proteínas que hay en el plasma de la sangre, se ven unos cambios bruscos a estas edades de las que estamos hablando. Parece ser que hay cambios internos que justifican estas fases de la salud por las que pasamos en nuestra vida. 

—Podríamos decir que, sí o sí, aunque deberíamos hacerlo siempre, debemos cuidarnos mucho más desde esa edad, desde los 35-40 años. 

—El cuidado tiene que venir incluso desde el embarazo, que tu madre no fume o que coma bien y esté activa durante el embarazo es una prevención para tu salud futura. Si hablamos del envejecimiento saludable lo aplicamos desde ese rango de 35-40 años.  Ahí, sí o sí debemos pensar ya en cuidarnos para tener un envejecimiento saludable; ahí te lo tienes que tomar ya muy en serio.  

 —¿Estamos programados para el envejecimiento?

 —Esa es una de las teorías del envejecimiento, la senescencia programada, aunque hay autores que creen que el envejecimiento es por acúmulo de daños por el paso del tiempo, de daños en nuestro organismo. Pero hay otros que mantienen que, de alguna manera, estamos programados para envejecer y que ese comienzo del declive a los 35-40 años, podría coincidir con el momento en que, por teoría evolutiva, ya seríamos abuelos. Tú con 40 años podrías tener un hijo o una hija, que a su vez fueran padres, por eso ya habrías cumplido con tu “verdadera función” desde el punto de vista de la naturaleza, que es nacer, crecer y reproducirte. A partir de ahí, siempre desde el punto de vista de la naturaleza, lo que haces es consumir energía, y en eso se basa la senescencia programada. También la medición de la metilación del ADN, que son unas marcas, unos daños acumulados en nuestro cuerpo, hay también un empeoramiento a partir de los 35-40 años. Es decir, la metilación del ADN empieza a verse claramente a esa edad. 

—¿Es una enfermedad el propio hecho de envejecer?

—Esto es un gran debate. Este mismo año la Organización Mundial de la Salud ha incluido un código de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. En ese código se habla de «Declive intrínseco de la funcionalidad asociado a la edad», fíjate qué manera más larga para hablar de envejecimiento. En realidad, lo relevante de este código es que se puede investigar sobre terapias para frenar ese declive. El ejemplo típico es la utilización de la metformina para frenar el declive. Este es un debate muy interesante y lo que está ocurriendo es que cada vez hay más interés en el estudio del envejecimiento y de las estrategias para frenarlo, no solo a través de la medicina preventiva, que es lo que hago yo, sino con tratamientos que van directamente a las causas del envejecimiento para conseguir posponer la aparición de las enfermedades vinculadas a la edad.  

 —¿Cómo podemos posponer el envejecimiento? No todo depende de nosotros.  

 —Depende de nosotros mucho más de lo que no. Lo que no depende de nosotros es la genética, pero es un porcentaje de alrededor del 35 %. Y aún así puedes influir en tu genética positiva o negativamente con tus estilos de vida. Hablando de tabaco, todos conocemos algún caso de un fumador que vive muchos años, esa persona digamos que «se portó mal», pero tenía una buena genética que le protegía. En la mayoría de los casos, la gente que fuma mucho acaba mal. Los estilos saludables de vida pesan hasta un 70 %. Otra cosa es la longevidad extrema, esas personas que viven más de 100 años y viven muy bien, esas personas tienen una buena genética que les predispone para eso. La longevidad extrema sí tiene que ver con la genética, pero el envejecimiento saludable tiene que ver más con los estilos de vida. 

 —¿Cuáles son los pilares básicos en esta prevención del envejecimiento? 

 —Primero tener una vida activa, que es moverse, estamos hechos para estar en movimiento, no para estar sentados todo el día.  Es más importante hacer una vida activa que hacer deporte o ejercicio. Por supuesto que hay que hacerlo, pero es más importante ir andando o en bicicleta a los sitios, subir escaleras, levantarse de la silla y dar un pequeño paseo cada media hora...

Seguimos con los consejos. Comer sano, todos sabemos cómo se come de manera saludable. Hay que evitar los alimentos procesados y ultraprocesados. Comer natural, productos que podrías encontrar en la naturaleza, ya está.  

Es imprescindible evitar hábitos tóxicos, no fumes, no bebas alcohol. En cuanto al alcohol, la recomendación es el consumo cero siempre. Después de esto, como está claro que está muy extendido el tomarse una cerveza o una copa de vino, pues tienes que saber que cuanto menos, mejor. 

Hay que cuidar el sueño con unos hábitos básicos, uno no se puede meter en la cama con el móvil porque se rompen los ritmos circadianos. Es primordial también el control del estrés, con técnicas de meditación o estrategias de equilibrio emocional. Esto lo puede hacer todo el mundo. Y aquí están las claves del envejecimiento saludable.

 —Suplementación. Hay infinidad de opiniones sobre esto. ¿Debemos suplementarnos?

—Debemos si estamos deficitarios. También es verdad que se está estudiando mucho la suplementación con la edad, para que conjuntamente con la dieta y de forma sinérgica, se mejore el envejecimiento. Ahí es donde aparecen los Omega 3,  los probióticos, el coenzima Q10, la vitamina D y otros suplementos que pueden tener un efecto senolítico como la quercitina. Este es un pilar importante. Ahora, ¿debemos? Deber debe el que tenga un déficit, pero este nivel del que hablamos tiene que estar guiado por un profesional. 

 —¿Cuánto podremos llegar a vivir?

—Este también es un gran debate. Hoy en día la esperanza de vida máxima está en 122 años y 164 días, es la persona que más ha vivido en el mundo. ¿Dónde podremos llegar? Estoy seguro de que vamos a ver cómo se bate ese récord de 1997, seguro. 

Se trata de no solo alargar la vida, se trata de alargar la vida libre de enfermedad, es muy posible que alguien que ahora tenga 20 o 25 años llegue a los 140. A todo esto se van a sumar los avances científicos. 

Ahora, de llegar a los 140 años a ser inmortales, como algún conocido longevitista dice, no pasará. No seremos inmortales porque aparecerán nuevas o viejas enfermedades que nos matarán. Seremos capaces de curar muchos cánceres pero moriremos de tuberculosis, por poner un ejemplo gráfico. Hablamos de la teoría de la competencia de riesgos.¿Por qué hace unos años no había casi casos de demencia? Porque la gente se moría antes de que apareciera. 

 —Desde tiempos inmemoriales se busca la eterna juventud. ¿Es posible morir jóvenes siendo viejos? 

—Ya está pasando, cada vez vemos más noticias de octogenarios en campeonatos de atletismo. Cada vez hay más gente que se encuentra muy bien siendo mayor. Cada vez hay más gente de sesenta con un aspecto totalmente juvenil, más mujeres de cincuenta con aspecto de treintañeras o madres con sus hijas que piensas que son hermanas. Este es un ejemplo. No tendremos la fórmula de la eterna juventud, pero sí la fórmula para alargar la juventud. No es solo el aspecto, también la funcionalidad. Esto va poco a poco. 

 —¿Cuál es el futuro de la medicina antiedad?

—Además de esta medicina para el envejecimiento de la que hablamos, está la Longevity Medicine, estrategias específicas para alargar la salud y la vida, no por la prevención, sino por tratamientos específicos como actuar sobre el acortamiento telomérico o sobre el acúmulo de células senescentes o sobre la inestabilidad genómica, es decir, estrategias médicas que actúan directamente sobre las causas que producen el envejecimiento. Sería como tratar el envejecimiento para prevenir las enfermedades asociadas a él. La Longevity Medicine viene muy fuerte. 

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.