El Senado reprueba al ministro Óscar Puente por el verano negro ferroviario

GALICIA

El PP aprovechó su mayoría absoluta para exigir la dimisión del responsable de Transportes, mientras que el BNG, que se abstuvo, criticó los escasos argumentos ferroviarios de la iniciativa de los populares. El PSOE replicó con una visión triunfalista del ferrocarril español, y Junts y ERC respaldaron la moción
25 sep 2024 . Actualizado a las 17:40 h.Después de que el Parlamento gallego reprobara hace dos semanas al ministro de Transportes, Óscar Puente, el PP aprovechó este miércoles su mayoría absoluta en el Senado para hacer lo mismo en la Cámara Alta. Y lo hizo por las mismas razones que en Galicia: el «caos» en los servicios ferroviarios durante este verano, que atribuyen a su «manifiesta incompetencia en el desempeño de su labor», aderezada por una frase del dirigente socialista -«El ferrocarril español vive el mejor momento de la historia»- que los populares han colocado en el cénit del cinismo político. Con el apoyo de Junts, ERC y Vox, Puente se ha convertido en el tercer ministro censurado en el Senado después de que este año hayan sido invitados a abandonar el Ejecutivo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. La iniciativa fue aprobada con 155 votos a favor, 100 votos en contra y tres abstenciones.
Carmen López Zapata, portavoz popular en la Comisión de Transportes, fue la encargada de defender la moción, con escaso énfasis en el problema clave -el verano negro ferroviario- y con múltiples referencias a otros asuntos de consumo estrictamente político o de refriega parlamentaria, como la libertad de prensa, las salidas de tono del ministro y sus bloqueos en la red X, sus actitudes machistas -en referencia a sus críticas a la alcaldesa de Huelva- y «cómo antepone sus propios intereses al desempeño de su cargo». Incluso sacó a relucir el conflicto diplomático con la Argentina de Milei. Por tanto, el ferrocarril y sus problemas no se trataron en profundidad en la defensa de la reprobación, que se centró más en el caso Koldo que en las incidencias y retrasos que aún siguen afectando a miles de ciudadanos. «El sistema ferroviario español, que un día fue referencia de fiabilidad, está en caída libre», dijo López Zapata, que no perdió la ocasión para criticar al ministro por jugar al golf en sus vacaciones. «Le pido que dimita por no tener estatura política», zanjó, para después pedir que se convoquen elecciones. Esta misma línea argumental la siguió, con menos referencias aún a los problemas ferroviarios, el senador del PP Juan José Sanz Vitorio, que calificó al ministro de «inútil» y llegó a decir que los trenes «están casi siempre parados y averiados».
La senadora del BNG, Carme da Silva, reparó en esa falta de argumentos de la portavoz del PP sobre la razón principal de la reprobación. «Non fixo ningunha mención ao servizo ferroviario, salvo nos 47 segundos finais da súa intervención», constató sobre la intervención de Carmen López Zapata, que duró algo más de once minutos. Da Silva habló de la deuda ferroviaria del Estado con Galicia, de la necesidad de establecer servicios de cercanías, «pero non conten co BNG para unha moción-trapallada o para as batallitas madrileñas PP-PSOE». Admitió que el ministro tiene tendencia a la hipérbole, «pero a nós o que nos interesa é o sistema ferroviario galego», reiteró, por lo que recriminó al PP que no incluyera ninguna referencia a los problemas específicos de Galicia en este ámbito.
El PSOE, por medio del senador Antonio Poveda, hizo un repaso triunfalista de la gestión del Gobierno en materia ferroviaria, con énfasis en los kilómetros de alta velocidad puestos en servicio y la renovación de la flota de trenes de Renfe, y situó la animadversión del PP hacia Óscar Puente en aquella frase ya célebre que le dedicó al líder de los populares en su investidura fallida: «Señor Feijoo, de ganador a ganador».
Horas antes, en el Congreso, Óscar Puente respondió a una pregunta de ERC sobre las incidencias en las cercanías catalanas. Y se reafirmó en esa frase que levanta tantas ampollas en el PP. «Sí, el transporte público vive en nuestro país el mejor momento de su historia», reiteró, para después defender que esta afirmación es «plenamente compatible» con que se produzcan incidencias.