Los incendios forestales activos superan las 4.000 hectáreas de monte arrasado

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Cuatro grandes áreas de Galicia están afectadas: Barbanza, Verín, O Salnés y Pontevedra

06 ago 2022 . Actualizado a las 20:46 h.

El fuego en el monte gallego vuelve a ser protagonista un fin de semana más, con la sierra de O Barbanza como centro de la devastadora acción de las llamas. Este incendio es el que genera más preocupación, especialmente por la cercanía de muchos núcleos habitados. Este es un recorrido por los incendios forestales gallegos que han quemado en las últimas horas unas 3.750 hectáreas, especialmente en la Rías Baixas.

Barbanza. El incendio que se originó en la parroquia boirense de Cures pasadas las cuatro de la tarde del jueves y que ayer pasó a los municipios de A Pobra y Ribeira sigue devorando hectáreas a medida que avanza descontrolado por la sierra de Barbanza. Son ya más de 2.000 las hectáreas de monte arrasadas por las llamas, que en la noche de ayer obligaron a desalojar dos establecimientos hosteleros de A Pobra, el cámping rural Ría de Arosa y varias viviendas de Oleiros.

O Salnés. Un incendio iniciado en la tarde del pasado miércoles en el monte Xiabre ha calcinado 450 hectáreas de un monte quemado ya en varias ocasiones, la más grave en el 2006 (con 3.000 hectáreas calcinadas). Pero aunque el fuego no alcanza esas dimensiones, sí hubo que elevar el riesgo a nivel 2 de alarma tras arrinconar a decenas de viviendas entre Vilagarcía de Arousa y Caldas de Reis. Las llamas se acercaron a casas de Cea, Castroagudín y Aldea de Arriba, algunas de las cuales tuvieron que ser desalojadas en la madrugada del jueves. Las brigadas peleaban foco a foco para evitar rebrotes al pie de muros de fincas y viviendas en Castroagudín, O Vento o Aldea de Arriba este sábado.

Verín. El incendio que se produjo este miércoles en Verín está estabilizado desde la tarde de este sábado, tras quemar unas 600 hectáreas y llegar a las casas. Ahora llega el momento de analizar qué ha pasado y todo apunta a que la sucesión de focos incendiarios tuvieron una ejecución claramente intencionada. Las primeras llamas salieron en la zona más próxima a la villa, en el área de San Antón, en tres o cuatro puntos. Uno de esos fuegos afectaría a parte de la planta de Aguas de Sousas. Minutos después, surgieron dos focos más siguiendo la línea de la OU-113 en el núcleo de A Rasela. Hubo que decretar la situación 2 por proximidad a las viviendas y fue cuando se vivieron los momentos de mayor tensión.

Pontevedra. El infierno se desató en forma de incendio forestal hacia las siete y media de la tarde de este viernes en la parroquia de Xustáns, en Ponte Caldelas, y se extendió hacia el parque forestal de A Fracha y la parroquia pontevedresa de A Canicouva. Este sábado, el incendio sigue activo, si bien estaría «perimetrado», según confirman fuentes de los servicios de emergencia. es decir, que está controlado  aunque no extinguido. Se estima que durante una de las noches más largas y angustiosas en la zona y con la expansión de las llamas durante este sábado, han ardido 350 hectáreas de monte. La situación ha implicado el desplazamiento de la Unidad Militar de Emergencias (UME) hasta el monte de A Fracha, según informó el alcalde caldelano, Andrés Díaz. En el núcleo de A Canicouva, los vecinos amanecieron este sábado apenas sin haber pegado ojo dada la proximidad del incendio, que si bien no llegó a aproximarse a las viviendas, sí amenazaba con hacerlo a poco que cambiase la dirección del viento. Hay que subrayar que toda esta zona de Pontevedra está rodeada de un espeso arbolado.

Resto de la provincia de Ourense. La evolución sigue siendo favorable también en el resto de incendios que hay actualmente en la provincia de Ourense. En de A Mezquita, que ha llegado a quemar 150 hectáreas de monte en la parroquia de O Pereiro, se dio por estabilizado el jueves por la noche. Los equipos de extinción han conseguido, también en las últimas horas, controlar el fuego de Castro de Escuadro, en Maceda, y extinguir el de Lobás, en Calvos de Randín. El primero arrasó con 150 hectáreas y se inició en tres focos diferentes. Y el segundo acabó con 50 hectáreas de terreno.