Un anticiclón cada vez más fuerte, la gran amenaza para Galicia

GALICIA

CESAR QUIAN

Los modelos meteorológicos solo observan más tiempo seco y cálido en la comunidad

06 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Comprobar los modelos meteorológicos resulta bastante desolador. Lo único que se aprecia es más calor y una ausencia total de lluvia, salvo algunas precipitaciones muy débiles que puedan caer en el extremo norte debido a la humedad que genera la circulación del nordés o algún chaparrón tormentoso en el interior. Una lluvia que no ayuda en absoluto a aliviar la situación de sequía.

A corto plazo, la previsión anuncia que el anticiclón de las Azores vuelve a intensificarse. Las altas presiones estarán situadas al norte de la Península y desde ahí bloquearán cualquier intento de que una borrasca con su frente se aproxime a la comunidad gallega. Así, Galicia afronta una nueva semana sin agua. Y no solo habrá tiempo seco, sino también cálido. Este fin de semana hay nuevos avisos en diferentes zonas del sur de la comunidad por temperaturas que superarán los 38 grados.

Esta combinación de sol y altas temperaturas está provocando un proceso físico conocido como retroalimentación que ahora mismo es la gran amenaza para Galicia. La persistencia de las altas presiones y de las temperaturas extremas están generando una situación que permite que el anticiclón se encuentre cada vez más cómodo. Esto implica que, lejos de pensar en abandonar su posición actual, lo que hace es obtener energía. Y si se refuerza también lo hará el calor. Y cuanto más aire cálido, más intensa será la barrera anticiclónica. De esta manera se produce un bucle en el que el único que pierde son las borrascas y, en consecuencia, cualquier posibilidad de que pueda llover.

Julio, el mes más cálido

La Agencia Estatal de Meteorología informó ayer que julio en Galicia ha sido el mes más cálido desde que existen registros, en 1961. También fue extremadamente seco. Las únicas precipitaciones se registraron durante las fuertes tormentas del día 14.

Precisamente, la continuidad del potente anticiclón de las Azores y la irrupción del aire de origen africano favoreció que haya sido un mes que entrará por la puerta grande en la historia del clima en Galicia. Se alcanzaron 44,1 grados por primera vez en Ourense, 35 grados de mínima en A Costa da Morte y un fenómeno tormentoso que solo se observa en las zonas tropicales. Unas tormentas que prendieron la mecha de la ola incendios que tampoco parece tener fin en estas condiciones.

La anomalía positiva de la temperatura media en julio fue de 3,1 grados. Esto quiere decir que todo lo ocurrido durante el mes pasado representa un ejemplo de cómo podrían ser los veranos en la comunidad si la temperatura sube tres grados. Fueron 31 jornadas en las que costaba conciliar el sueño. Momentos del día con un calor que era directamente insoportable. Un mes entero sin una sola gota de agua en el país de la lluvia que ha agravado la sequía y un fuego desatado que consume el paisaje. El tiempo del mes pasado habla sobre el clima del futuro en el que Galicia, simplemente, dejaría de ser lo que hoy es.