Esto impide que los genuinos trenes AVE, que pueden alcanzar los 300 por hora, no lleguen a Santiago y a las ciudades atlánticas, y haya que mantener los Alvia en funcionamiento, con una velocidad máxima de 250 por hora. De ahí que los tiempos de viaje desde las principales ciudades gallegas no sean los que hizo públicos el entonces ministro José Luis Ábalos en su primera visita a Galicia, en octubre del 2018. Solo Ourense (estación termini de los AVE) cumplirá las 2 horas y 15 minutos. Pero A Coruña, por ejemplo, quedaría lejos de las 3 horas y 15 minutos de aquel anuncio. En esta primera fase solo recortaría una hora, dejando el tiempo de viaje con Madrid en cuatro.
Llegada de los Avril
Esta transición hacia la verdadera era de la alta velocidad cambiará cuando estén en funcionamiento los Avril de ancho variable, los únicos trenes de alta velocidad que podrán circular por la red interior gallega, pero que aún deben pasar por un largo y complejo proceso de homologación antes de ser empleados en la explotación comercial.