Torra claudica y retira todos los símbolos independentistas de la Generalitat

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El presidente catalán, que anuncia una querella conta la Junta Electoral Central,  quiso evitar la imagen de los Mossos descolgando los lazos

22 mar 2019 . Actualizado a las 19:11 h.

El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, ha claudicado ante las órdenes de la Junta Electoral Central y ha retirado toda la simbología independentista que colgaba del Palacio de la Generalitat. La decisión del presidente catalán llegó después de que se manifestaran las primeras disensiones en el propio ejecutivo autonómico, cuando el lazo lazo blanco instalado en la consejería de Economía en Barcelona y sede de la vicepresidencia de la Generalitat, de ERC, y también la consejería de Salud, en manos de los republicanos, fueron retirados de todas sus sedes.

La Generalitat ha querido evitar a toda costa la imagen de los Mossos actuando en los edificios públicos dependientes del Gobierno catalán, en cumplimiento de las órdenes de la Junta Electoral Central, y blindar así la imagen de la policía autonómica ante cualquier acusación de connivencia con el Estado por parte de los grupos más radicales. De ahí que, aunque los carteles estuvieron colgados en la sede de la Generalitat en Barcelona hasta las 12.30 horas, la mayoría de los miembros del Gobierno catalán se inclinó porque fueran los propios trabajadores de las consejerías los que retiraran toda la simbología independentista antes de que concluyera el plazo, que expiraba a las 15:00 horas. Si para esa hora los lazos no hubieran sido descolgados, habría sido la Policía Nacional la encargada de hacerlo, según las órdenes de la Junta Electoral. 

 Antes de acatar la orden, Torra emitió un comunicado en el que aseguraba que respetaba la actuación de los Mossos en sus funciones de «policía nacional de Cataluña», así como «cuando actúan como policía judicial de la justicia española», y anunció que presentará un recurso contra la decisión de la JEC pidiendo la «suspensión inmediata de sus acuerdos» y también que la semana próxima presentará una querella por un presunto delito de prevaricación contra la Junta Electoral Central. Insistió en que no se detendrá «en la defensa de la libertad de expresión, con todas las consecuencias que tenga que asumir" y acusó al Estado español de «demofóbico» y de vulnerar «los derechos civiles más elementales de los catalanes, incluido el derecho de autodeterminación». E invitó a los ciudadanos de Cataluña a «llenar los balcones de pisos y casas con esteladas y lazos amarillos».

Pese a todo, la Fiscalía General del Estado se encuentra a la espera de recibir el expediente sancionador que ha abierto la Junta Electoral Central (JEC) contra el presidente catalán, Quim Torra, para decidir si, en función de su contenido,abre diligencias. En ese expediente deben reflejarse todos los hechos en los que la Junta Electoral vea indicios del delito de desobediencia, lo que podría conllevar una condena de inhabilitación para el presidente catalán. La Fiscalía ha pedido también que se le entreguen todas las comunicaciones que la Junta Electoral Central envió Torra y las que este remitió como respuesta a sus requerimientos. Si se aprecia un delito de desobediencia, los hechos se trasladarían a la Fiscalía Superior de Cataluña, dada la condición de aforado de Torra, y será esta la que debería iniciar las diligencias de investigación.