Pese a que estos procesos conllevarán, de forma irremediable, el cierre de más oficinas en el sector, Roldán explicó que «seguimos teniendo más red que otros países europeos, incluso más del doble». Bajo este escenario, considera que los bancos españoles tienen margen para seguir ajustando en busca de una mayor eficiencia y rentabilidad.
«No somos el único país en el que está habiendo recortes», indicó durante la presentación de la memoria anual de la patronal. «Nadie habla de las 9.000 oficinas que se han cerrado en Alemania desde el 2015, por ejemplo», insistió, recordando que los bancos están tomando medidas para que esta desaparición, impuesta en gran medida por el avance en la digitalización, no implique ningún tipo de perjuicio para los clientes.
Como alternativas a las sucursales, Roldán apuntó a las alianzas con otros establecimientos para la retirada de efectivo, así como en la formación para digitalizar a la población de mayor edad. «Nadie echa de menos ya las cabinas telefónicas», remató.
Durante la junta de accionistas del BBVA, el presidente de la entidad, Carlos Torres, destacó que el procedimiento de despido colectivo que afectará a unos tres mil empleados de los servicios centrales y a la red de oficinas se produce en un contexto de «profunda transformación» para el sector, marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales.
Torres subrayó que la dirección de la entidad trabajará conjuntamente para alcanzar el «mejor acuerdo posible para todos».