Las hipotecas, cada vez más caras

José María Camarero COLPISA

ECONOMÍA

La banca repercute a los clientes el coste del impuesto que grava estos préstamos, cuyo coste se eleva por tercer mes consecutivo, pese a que el euríbor está en negativo

27 jun 2019 . Actualizado a las 19:29 h.

Los peores temores de los futuros hipotecados se están haciendo realidad cuando apenas han transcurrido tres meses desde que el Gobierno obligara a la banca a asumir el pago del impuesto de actos jurídicos documentados (IAJD) tras la controversia generada por las sentencias contradictorias del Tribunal Supremo.

Desde noviembre, el coste total de las hipotecas (los intereses, pero también las comisiones y los gastos correspondientes) encadena tres meses consecutivos al alza hasta finalizar en febrero en una tasa anual equivalente (TAE) del 2,38 %, frente a la del 2,34 % de enero y la del 2,24 % de diciembre pasado.

Este incremento se produce en un momento en el que el euríbor se mantiene prácticamente estable en terreno negativo (ha concluido marzo en el -0,10 %), sin que se hayan registrado repuntes de los tipos de interés.

Los principales banqueros habían asegurado en sus últimas intervenciones públicas que no repercutirían esos gastos en sus hipotecas. No ha ocurrido así, sobre todo en los préstamos a tipo fijo, cuyo interés subió en enero por encima del 3 %, frente a la caída de los variables hasta el 2,3 %, según el INE. Ha sido el primer aumento en los ocho últimos meses.

El director del departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España, Fernando Tejada, afirmó ayer que el crédito se encarecerá aún más con la nueva ley hipotecaria, que carga a la banca con más gastos de formalización. 

Reprimenda del supervisor

Mientras, el Banco de España, en su memoria de supervisión del 2018, reprende al sector por mantener algunos puntos oscuros en la venta de sus hipotecas a pesar de los numerosos conflictos y sentencias contrarias a sus intereses, como las de las cláusulas suelo, las multidivisa o las de los gastos iniciales. La comercialización de este producto sigue sin ser la más adecuada posible, concluye el organismo, que insta a las entidades a «la corrección de determinadas deficiencias» en algunos de los puntos más controvertidos de las escrituras.

Así, detecta errores en cuestiones como los datos previos que aportan las entidades a las familias para que examinen todas las condiciones del crédito «para que tenga la información suficiente para comprar los préstamos disponibles en el mercado». También en lo relativo a la TAE, que le sirve al cliente para comparar una oferta con el resto del mercado, porque incluye los gastos iniciales, impuestos y tasas así como las comisiones. En el caso de que le ofrezcan productos para rebajar el interés de la hipoteca, el supervisor aboga también por señalar el coste de su contratación.

El organismo avisa también de que ahora extremará la vigilancia sobre la comercialización de los créditos al consumo para «minimizar los riesgos» con los clientes que acceden a financiación de forma rápida y sin apenas aportar garantías en la operación.

En ese mismo informe, el Banco de España apunta que las fusiones de entidades de ahorro son «una alternativa para mejorar su rentabilidad» en un entorno dominado por los bajos tipos de interés y los «estrechos» márgenes bancarios.

El supervisor indica que las integraciones «permiten alcanzar cuotas de mercado y presencia geográfica difíciles de encontrar» por sí solos. Aunque, al mismo tiempo, alerta de que deben evitar «problemas de concentración» elevada que perjudicarían al cliente.