Unións Agrarias pide la implicación de la Xunta ante la Seguridad Social
19 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Satisfacción contenida y mucha incertidumbre. Fue el sentir que expresaron ayer los trabajadores de Clesa en Caldas de Reis tras hacerse pública la providencia del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid que ratifica, con condiciones, el auto de venta de la planta de Saiar a la sociedad Agrupación Cooperativa Láctea S. L. (Acolact).
La presidenta del comité de empresa, Lola Ramos, indicó que el paso dado por el juez Francisco Javier Vaquer Martín era el esperado tras el recurso presentado el pasado 26 de marzo por la Tesorería General de la Seguridad Social. Un departamento dependiente del Ministerio de Empleo que rechaza que la sociedad que forman Feiraco y otras nueve cooperativas gallegas no tenga que responder de las deudas contraídas por Clesa y que ascienden a unos dos millones de euros.
«Era lo que esperábamos. Es cierto que el plazo de treinta días dado para que el inversor formalice la venta supone un parón para todos, pero confiamos en las gestiones políticas que tanto Acolact como la Xunta están realizando ante la Seguridad Social», subrayó Lola Ramos.
El comité confía en que esas negociaciones, sobre las que la Consellería de Economía e Industria no quiso dar detalles ayer, lleguen a buen puerto y no den al traste con la venta de Clesa, a la que se había dado vía libre el 15 de febrero. «Hay un trabajo hecho, una entrega y una seriedad, que tienen que ser reconocidos», remachó la presidenta del comité. En nombre de sus compañeros, Lola Ramos llegó a dirigir una carta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, pidiéndole su implicación en la problemática creada tras el recurso de la Seguridad Social.
A preguntas de La Voz, el departamento que dirige Javier Guerra se limitó a señalar que «é necesario que as partes interesadas no futuro de Clesa avalíen polo miúdo todas as implicacións do auto xudicial». La consellería reiteró que, «como fixo desde o principio, continúa apoiando activamente este proxecto capitaneado por Feiraco, co obxectivo de garantir o futuro da planta de Caldas e o mantemento dos postos de traballo».
Contundentes fueron las reacciones por parte del sindicato Unións Agrarias. Su secretario xeral, Roberto García, pidió ayer a la Seguridad Social que «non estorbe na procura dunha solución definitiva para Clesa» y exigió al titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que «actúe como presidente de Galicia e non como cargo do PP». Esta central no entiende que, tras la providencia del juez declarando firme la venta, la Seguridad Social no desista de trasladarle a Acolact «as consecuencias da súa incapacidade recadatoria diante da familia Ruiz Mateos».
UU.AA. considera que la Seguridad Social tendría que haber actuado de forma decidida contra los que generaron los impagos, en alusión a Nueva Rumasa: «Non contra as cooperativas que deron un paso adiante para sacar, non sen moitas dificultades, unha planta industrial que mantén emprego no rural e xera valor engadido para o sector primario». Por su parte, el secretario de ganadería de UPA, Román Santalla, fue más allá y comparó el problema de Clesa con el naval. «Clesa non é calquera cousa. Non falamos de calderilla e non hai liquidez nas cooperativas», señaló.