Los 52 pisos de Palavea, en A Coruña, en el limbo hasta que aparezca un comprador

m. m. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

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ANGEL MANSO

Rey dice que los que cedieron los solares «no tienen vías para recuperar su propiedad»

22 abr 2021 . Actualizado a las 16:22 h.

Son los últimos coletazos de la crisis. No de la actual, de la del 2008. Los afectados, además de los proveedores a los que la promotora no efectuó los pagos o aquellos que adelantaron dinero para sus futuros pisos, son las familias que cedieron su solar, casa o incluso negocio para levantar el edificio. Es el caso de Concha, que tenía en Palavea (A Coruña) una panadería. Los permutantes nunca recibirán las llaves de las casas que les prometió Epamar Gestión en el 2005. Desde el 2018, la constructora está en concurso de acreedores y desde hace un decenio los okupas campan a sus anchas en tres de los siete portales de la promoción. El martes mismo hubo un conato de incendio en una vivienda.

«O máis básico que pedíamos é que os tapiasen, pero nin iso é posible. Aquí falamos tamén dun problema de seguridade cidadá», apunta Álvaro Pérez, vicepresidente de la asociación vecinal Os nosos lares. Fue este colectivo el que se puso en contacto con el BNG para que la formación solicitase al ejecutivo local de Inés Rey una mediación. Un punto al que respondió ayer la regidora en rueda de prensa. «No se puede firmar con quien no es propietario. Nosotros somos terceros ajenos», alegó Rey.

Edificio sin dueño

La última esperanza de los permutados, alrededor de una decena de personas, y de todo el barrio, era que la Sareb, el banco malo, llegase a un acuerdo con el gobierno municipal y cediese los pisos, o al menos parte de ellos, para viviendas de protección social. Hay precedentes en otros municipios como Miño. El problema, se defendió Inés Rey, es que aquí no hay dueño. «Cuando la promotora quiebra, desaparece, el activo, la hipoteca, pasa a la entidad bancaria. De esta (era la extinta Caja Duero) pasó al Sareb. Para satisfacer las deudas de la inmobiliaria se ordena una subasta. Podrá pujar cualquiera que tenga interés, incluso la Sareb. A partir de ahí, de que alguien se lo adjudique, se podrán iniciar las negociaciones», matizó Rey.

De los 58 pisos construidos, y prácticamente terminados, son 52, con sus respectivas plazas de garaje y trasteros, los que salen a subasta, según ha ordenado el Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña. Los otros seis, o bien pertenecen a particulares, o a sociedades cooperativas.

«El nuevo adjudicatario tampoco tendrá obligación con los que permutaron. Lo lamento profundamente, es una cuestión de derecho civil», admite la alcaldesa al respecto del «mal asesoramiento» de los vecinos que intercambiaron sus solares. «No tienen vías para recuperar su propiedad. En el 2005, en una situación de confianza en la bonanza económica, se entiende que no constituyeron ni aval ni condición resolutoria como garantía. Los otros seis se presupone que sí», incide Rey.

La puja ordenada por la justicia tampoco es la garantía de una solución. La subasta puede quedar desierta y el proceso perpetuarse. «Non vai ser fácil colocalos. Hai pisos que levan dez anos vandalizados», avisa Álvaro Pérez. La puja se fija en los 9,2 millones, solo 6,2 de ellos serían para la Sareb, el principal acreedor.

La condición resolutoria, la garantía en una permuta que no es infalible

La condición resolutoria expresa, fija el Código Civil, es una garantía en una permuta de que, si no se obra lo prometido, el suelo vuelve a sus dueños originales. «Si está inscrita en el Registro de la Propiedad, los terrenos pasan a los cesantes», indica Juan José Yáñez, el presidente de Aproinco, la asociación de los promotores de la provincia. En el caso de Palavea, cuando la asociación vecinal fue al registro, constataron que 52 de los 58 pisos están a nombre de la constructora en quiebra. Se presupone que no se firmó. Pero, puede haber más causas. «Sin saberlo, nosotros firmamos una cláusula abusiva que la anulaba con un aval», cuenta Dolores, portavoz de los vecinos afectados en las permutas de Vioño.