Vicente Somoza, uno de los permutantes de Vioño, en A Coruña: «La Justicia no se hizo para los pobres que se ganaron un hogar a base de trabajo»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

vicente
MARCOS MÍGUEZ

Además de entregar su casa, asegura que pagó 60.000 euros a la promotora por un piso que nunca recibió

21 mar 2021 . Actualizado a las 22:03 h.

Vicente Somoza Lesende nunca pierde la compostura. Con su historia, a otros les costaría mucho mantener el aplomo. Forma parte de la veintena de vecinos afectados por las permutas en el parque de Vioño (A Coruña) en cuyos solares se construyeron dos edificios, uno casi acabado y el otro todavía un esqueleto de hormigón, que ahora, y hasta el 15 de abril, están a subasta. Pero su caso es, si cabe, algo más complejo.

El conflicto con la promotora Inmobiliaria Residencial Parque Ronda SL, en concurso de acreedores desde el 2010, comienza algo antes del año 2000, en pleno bum del ladrillo. Vioño pasó de ser periferia a caramelo urbanístico. Los edificios comenzaron a levantarse donde antes había viviendas unifamiliares. Él y su mujer fueron de los últimos en irse.

Su casa tenía tres alturas, daba para una vivienda para ellos y para otras dos más para cada una de sus dos hijas. Contaba con garaje y un poco de finca. «En el bajo hacía mi propio vino. Era como un chalecito en la ciudad», recuerda. Vicente, que en abril cumple 80 años, lleva con él las fotos de la vivienda. Hoy ahí hay un edificio de siete plantas con 38 pisos. Ese, les prometieron, era casi todo para los permutados (36 pisos), aseguran ellos. A primera vista, parece acabado, pero le falta parte de la fachada y no hay llanas dentro. Tiene pendiente la declaración de obra nueva y la división horizontal, confirma la notaría oleirense de Andrés Sexto Presas, que gestiona la subasta de todos los inmuebles embargados al promotor, y cuyo valor total asciende a 35 millones de euros. Casi diez corresponden a los dos edificios de Vioño, valorados en 4,9 y 4,6 millones cada uno.

El 3 % para la inmobiliaria

«Aguantamos hasta el último día, que llegó la máquina. Nos vimos forzados a negociar. Si nos hubieran expropiado, hubiese sido mejor. Pero lo que nos ofrecieron fue una permuta. Entregamos todo a cambio de un piso de 80 metros. A mayores, a mi mujer y a mí nos mandaron pagar 60.000 euros. Y los pagamos -con él, trae el recibo del talón bancario, donde se especifica un pago efectuado a la promotora en el 2003 en una supuesta «escritura de compraventa» del piso avalada por el notario-. También pagamos 200.000 pesetas a la inmobiliaria que gestionó el pago con el constructor. Quería el 3 %, pero me negué», relata. Ninguno de estos documentos y recibos han sido tenidos en cuenta. «El notario no nos informó a ninguno de que en el contrato de la permuta había una cláusula, la existencia de un aval, que anulaba la condición resolutoria, que impide hipotecar propiedades permutadas», denuncia Vicente.

Una vivienda por nada: Vicente, delante de uno de los dos edificios a subasta, muestra las fotos de la que fue su casa en Vioño. Se encontraba en una de las esquinas que ocupa el bloque residencial de siete alturas y todavía pendiente de terminar desde el 2000
Una vivienda por nada: Vicente, delante de uno de los dos edificios a subasta, muestra las fotos de la que fue su casa en Vioño. Se encontraba en una de las esquinas que ocupa el bloque residencial de siete alturas y todavía pendiente de terminar desde el 2000 MARCOS MÍGUEZ

Más que mala suerte, alega: «Con el consentimiento del notario, de una famosa notaría de A Coruña, fuimos víctimas de una estafa del promotor, que se dedicó a hipotecar los terrenos que obtenía a cambio de permutas. Los otros constructores obraron y dieron los pisos en Vioño. Esta persona, que ya tuvo otros juicios, nos esquilmó. Nos desterró. Somos todos obreros, no podemos comprar el edificio en la subasta, pero estamos dispuestos a terminarlo. La herencia que dejo a mis hijas es un problema que mi mujer y yo arrastramos desde hace años. Una ruina que nos acabó con la salud».

La Justicia, dice, «no se hizo para los pobres que se ganaron un hogar a base de trabajo, en mi caso, desde los 12 años. Me preguntó por qué no investigan qué se hizo con el dinero de las hipotecas». Los vecinos de Vioño piden a la Fiscalía que intervenga. Es su última oportunidad para parar la subasta de unos pisos que nunca les entregaron. Disponen de documentos y alegan precedentes en el caso del promotor. Mientras esperan a la Justicia, al menos Vicente ha recibido una llamada positiva estos días. Este lunes recibirá su vacuna contra el covid.