A Coruña se queda sin excusa para estar sucia

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El Ayuntamiento adjudica por 14,4 millones de euros al año la limpieza de las calles a FCC. Es el servicio más costoso del Ayuntamiento y se prestaba de forma irregular desde julio del 2018

24 feb 2020 . Actualizado a las 19:04 h.

La sensación de vivir en una ciudad sucia que se fue implantando entre los coruñeses durante los últimos cuatro años debería tener los días contados. El gobierno local adjudicará mañana el contrato de limpieza viaria. Será el más cuantioso de la historia de la ciudad, con un gasto anual de casi 14,4 millones de euros y una duración de ocho ejercicios. El servicio será adjudicado a una UTE formada por las empresas FCC e Ingeser Atlántica. El contrato es de tal complejidad que el gobierno local designará un equipo integrado las direcciones de área de Medio Ambiente y Economía e Facenda, con apoyo del personal de Contratación y los servicios medioambientales, para supervisar su ejecución, resolver incidencias y proponer posibles sanciones si son necesarias.

La adjudicación pone fin al largo período de precariedad del servicio que se inició en julio del 2018, cuando finalizó el contrato anterior sin que el anterior gobierno local de la Marea Atlántica lo renovase a tiempo. La falta de contrato provocó un rápido deterioro en la prestación del servicio y las quejas por la suciedad de las calles, ya habituales en aquel entonces, se dispararon.

A esas alturas otro servicio de similar peso económico, el de la recogida de basura y mantenimiento de contenedores, ya llevaba año y medio en situación irregular. Esa circunstancia complicó aún más la limpieza urbana, pero las consecuencias de la precaria situación de esas prestaciones municipales estratégicas se dejaron sentir también en la hacienda municipal. El Ayuntamiento se vio obligado a legalizar más de 22 millones de euros en facturas irregulares, lo que ralentizó todo el sistema de pagos y provocó que en el 2019 se tuviesen que dedicar a pagar deudas con la banca 15 millones que iban a ser para obras en los barrios.

El anterior gobierno no puso en marcha la licitación del nuevo contrato de limpieza viaria hasta el 21 de mayo del 2019, solo cinco días antes de las elecciones municipales, cuando la junta de gobierno aprobó los pliegos del concurso. El proceso posterior fue muy complejo, con más de 30 trámites previos a la adjudicación, incluyendo cuatro rectificaciones del anuncio de licitación o de los pliegos, suspensiones y reaperturas del procedimiento y tres escritos de aclaraciones.

Lo mismo ocurrió con las licitaciones de la recogida de basuras y la contenerización. Pese a los problemas, el concejal de Facenda, José Manuel Lage, anunció que todos esos contratos quedarían adjudicados en los primeros tres meses del año, con la vista puesta en regularizar la situación de la hacienda municipal a lo largo de este ejercicio.

Ese plazo se ha cumplido, y en las próximas semanas los tres servicios serán regularizados. Una de las principales novedades es que por primera vez en más de 50 años, la recogida de basuras y la limpieza viaria serán desempeñadas por empresas distintas, ya que el primer contrato ha sido adjudicado a Cespa.

Más maquinaria en las calles

Pero por encima de todo, con los servicios regulados ya no habrá un motivo administrativo que explique la suciedad de algunos puntos del casco urbano, como el barrio de las Flores, Os Mallos, el entorno de la calle Barcelona o la zona de marcha, en los que durante los últimos años se han denunciado una y otra vez los problemas de mantenimiento.

El nuevo contrato prevé la incorporación al servicio de 91 nuevas máquinas, entre ellas 17 vehículos auxiliares, seis barredoras, dos furgones hidrolimpiadores, ocho baldeadoras, nueve fregadoras y un camión aspirador. Se sumarán a los 32 aparatos que ya poseía el Ayuntamiento, entre ellos 14 vehículos de distinto tipo y 7 barredoras y fregadoras.

Los pliegos obligan a mantener una plantilla mínima de 275 operarios, la mayoría de ellos peones y conductores, con el fin de cubrir las necesidades del servicio.

Finalmente, el contrato prevé mejoras como un refuerzo de la limpieza de pintadas, que fue incluido después de las críticas por la proliferación de los grafitis vandálicos en toda la ciudad.