Javier becerra
El plástico se ha convertido en un enemigo social. Se nota tras el mostrador. «Más allá de pedir productos ecológicos, lo que existe es una conciencia muy grande respecto a que no dejen residuos», explica Almudena Sarrión. Responsable de la droguería J. Villar de A Coruña, se ha especializado en rescatar productos como las viejas maquinillas de afeitar metálicas o el champú sólido. «Cada vez más gente siente rechazo hacia un envase de plástico para su champú o gel y busca una alternativa que contamine menos», señala.
La misma impresión tiene el farmacéutico Ignacio Arredondo. En la farmacia Morales Otero de Bergondo es el responsable de introducir nuevos productos más respetuosos con el medio ambiente. «Empezamos con los cepillos de dientes de bambú y la pasta dentífrica en tarros de cristal. La sorpresa fue que si traíamos diez, a los pocos días teníamos que reponer», apunta. Quien toma el camino de optar por uno de esos productos, generalmente da un paso adelante. «Lo normal es que empiece a comprar todo ecológico», señala.