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La Xunta sigue preocupada por la sequía y prepara más ayudas para afectados por las heladas

Juan María Capeáns Garrido
j. capeáns SANTIAGO / LA VOZ

AGRICULTURA

CARLOS CORTÉS

Aprueba una partida inicial de 500.000 euros para ayudar a los agricultores

08 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras acumular meses en prealerta de sequía, el presidente de la Xunta ha tenido que salir al paso de las críticas de sectores de la ganadería y la agricultura como la central Unións Agrarias, que ha reclamado a Feijoo que se ponga al frente de un gabinete de crisis por la falta de agua. Núñez Feijoo admitió ayer que «por suposto» sigue preocupado por la «seca e a situación da auga», pero considera que él ya lidera un Consello da Xunta en el que su equipo da cuenta de situaciones como la que vive el campo en Galicia.

Precisamente, en la primera reunión semanal del Ejecutivo autonómico en el curso político recién comenzado se aprobó una partida inicial de 500.000 euros para ayudar a los agricultores a superar los efectos del clima adverso. La nueva línea de ayudas facilitará la concesión de préstamos con intereses bonificados para reforzar la estructura financiera de las explotaciones o para cubrir gastos hasta que se activen las indemnizaciones de los seguros, en caso de existir.

Los interesados pueden presentar hasta el 15 de noviembre sus solicitudes y hacer frente así a la más que previsible reducción de ingresos tras la incidencia de las heladas y el granizo. La Administración confía en movilizar unos 3,5 millones de euros con unos préstamos a coste cero que podrán tener continuidad para el próximo ejercicio y, de hecho, ya está previsto incluir en los presupuestos del 2018 otra partida más amplia para amortiguar el impacto de una mala campaña en las explotaciones productoras de uva, patata, castaña, cereal y otros productos de la huerta.

Contratos en el rural

Además, el Gobierno gallego anunció que habilitará cinco millones para la contratación de medio millar de desempleados que vivan en los doscientos concellos que tienen menos de 10.000 habitantes. Se trata de un programa que busca fijar población en el rural.