La actual normativa sobre competencia prohíbe la fijación de precios mínimos para la leche en origen, una de las viejas reivindicaciones del sector ganadero con las que intenta frenar la volatilidad de las cotizaciones y la posición de dominio que, a su entender, ostentan las empresas lácteas. Esta medida podría tener los días contados o, al menos, se vería sensiblemente suavizada en su aplicación de fructificar la propuesta realizada ante las autoridades comunitarias por la European Milk Board (EMB), una organización de productores que aglutina a más de 100.000 ganaderos europeos.
Esta entidad, con asociados en 14 países, solicita la concesión de un estatus especial para las asociaciones de productores que los exima de cumplir las actuales medidas sobre competencia y les permita negociar en igualdad de condiciones con las industrias lácteas. La propuesta de la EMB demanda la aplicación de «exenciones por categorías» en beneficio de las organizaciones de productores lácteos para que estas puedan reagruparse y establecer normas comunes, tales como precios mínimos o calidades de la materia prima.
La petición coincide con una de las siete recomendaciones realizadas por el Grupo de Alto Nivel sobre la Leche (GAN) a la Comisión de Agricultura tras analizar la realidad del sector lácteo comunitario durante el último semestre. El GAN, formado por representantes de los Estados miembros y presidido por Jean-Luc Demarty, director general de Agricultura y Desarrollo Rural, señalaba en sus conclusiones la posibilidad de poner en marcha una disposición que permitiese a las organizaciones de productores, constituidas por los ganaderos lácteos, negociar conjuntamente con las centrales lecheras las cláusulas de sus contratos, incluido el precio.
