Cinco sitios donde tomar el mejor vermú

YES

Ángel Manso

BIEN FRESQUITO Y BAJO EL SOL Con estos dos requisitos, la bebida estrella del aperitivo entra sola. Hoy en YES recorremos los locales gallegos donde sirven los mejores vermús.

06 jun 2021 . Actualizado a las 15:50 h.

Vamos a estirar la previa de la comida antes de que arranque la temporada playera para disfrutar en buena compañía de una bebida refrescante que se puede tomar sola pero que también admite acompañantes: ginebra, tónica, cava... Al vermú le va todo (y a todos).

BICO BAR (A CORUÑA)

Ángel Manso

En este coqueto local, ubicado en la Travesía de Orillamar, puedes disfrutar tanto del primer café de la mañana como de la primera copa de la noche. Aunque si hay algo que entra solo en esta acogedora terraza, que luce espectacular por la noche gracias al jardín vertical iluminado, es un vermú a la hora del aperitivo, desde las doce del mediodía hasta las dos de la tarde. «Es una bebida que sale mucho, porque además de solo, también lo servimos combinado: blanco y rojo, con ginebra, con cava, con tónica, con campari...», señala Antony Rodrigo, que gestiona este local desde hace seis años. Además, también lo utilizan en los cócteles, una de sus especialidades ya que cuentan con una carta que incluye 160 referencias. Si ves que con tanto «drinking» necesitas picotear, echa un ojo a la carta porque encontrarás una selección internacional muy completa.

CASABLANCA (VILAGARCÍA)

Martina Miser

La imagen es de postal. Enfrente, el arenal de A Concha, acariciado por el manso azul de la ría, parcelada aquí por los erguidos postes que señalizan los viveros de almejas. Más allá, la sierra de Barbanza, tras la que se esconde el sol cada atardecer. Una postal que cobra movimiento a cada poco, con cada grupo que pasa por delante recreándose en el concurrido paseo que une Vilagarcía con Carril. Esa es la postal. Detrás de ella, 30 mesas bajo unas blancas sombrillas en un ambiente plácido y «cool». Pocos rincones más propicios para un vermú. De mediodía, tarde o noche. La oferta incluye todos los gallegos (La Fabulosa, Petroni, Nordesía, Povarelo, Rivera) y exquisiteces como el Cabecita Loca, un vermú con un punto amargo que se combina con un toque de gin, twist de limón y aceituna y que se sirve bien frío en una copa estilo margarita. Por cierto, que si el vermú te abre el apetito, la oferta gastro del Casablanca merece, y mucho, la pena.

POVARELO (O CARBALLIÑO)

Santi M. Amil

Este vermú ourensano se hace en la destilería Paniagua, en O Carballiño, con una base de vino albariño de la D.O. Rías Baixas. Para el vermú rojo, ese caldo se macera con hasta 18 botánicos y se mantiene 150 días en reposo en botella. El sabor de esta variedad tiene toques de canela, regaliz y loureiro, y es perfecta para disfrutarse acompañada de quesos fuertes y de encurtidos. De hecho Povarelo propone unas banderillas compuestas por dos piparras, una anchoa de Santoña y aceituna. El vermú blanco de esta bodega carballiñesa tiene connotaciones más frescas, con un sabor predominante a hierba luisa. Es ideal para combinar con conservas gallegas como los mejillones en escabeche o las almejas al natural. Las dos variedades tienen que tomarse bien frías para potenciar su gusto en el paladar y apenas se suben a la cabeza porque su graduación proviene del vino, no de alcoholes más fuertes.

LA VERMUTERÍA (PONTEVEDRA)

Ramón Leiro

A 70 metros de la Peregrina, en plena calle Michelena y en el local que antes albergaba la cafetería Center se encuentra desde hace tres años La Vermutería. El nombre ya lo dice todo sobre su especialidad. Una bebida que, como dice su dueña, Mercedes Lorenzo, cada vez está más en auge. Tanto que el año antes de la pandemia llegaron a despachar más de 2.000 litros de vermús de todas las procedencias, «de Ciudad Real, en concreto de la zona de Tomelloso, de Santander, de Jumilla (Murcia), de Italia y, sobre todo, gallego»: «El fin de semana no bajamos de los cien vermús en dos horas», explica Mercedes. Además de acompañarlo con un buen servicio de pinchos caseros, los domingos lo sirven con ostras. Así que la parada es casi obligada.

BAR DUBRA (CARBALLO)

ANA GARCÍA

 Hablar del bar Dubra es hablar de uno de los locales con más historia de Carballo. El establecimiento, que llegó a estar cerrado 15 años, reabrió en el 2017 con una nueva gerencia y un nuevo diseño que nada tiene que ver con el originario bar ubicado en el Camiño Novo. Ahora, este negocio hostelero recupera impulso tras la pandemia inaugurando una nueva, y muy amplia, terraza «chill out» justo al lado. Se trata, sin duda, de un rincón soleado y recogido en pleno centro de la villa, en el que disfrutar de un buen vermú en compañía. Disponen de las marcas más demandadas por el público general (Martini, Petroni, Cinzano...) y al módico precio de 2 euros la copa. Además, cuentan con otra terraza más íntima en el tercer piso.