Mientras negocia con los Estados ribereños, habilita para el primer semestre 156.921 toneladas. El abadejo se recortará un 18 %, según España, que esquiva el tajo de días de pesca en el Mediterráneo «sin medidas adicionales»
13 dic 2025 . Actualizado a las 12:58 h.Los Veintisiete alcanzaron cerca de las tres de la madrugada un acuerdo sobre los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas para el año 2026. El mayor éxito de España es el de haber conseguido una media de 143 días de pesca por barco en el Mediterráneo, donde planeaba un recorte que la reduciría del promedio de 130 de este año a 9,7 en el 2026, según Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. En el Atlántico, la UE ha seguido al pie de la letra el consejo de los científicos para la xarda del Atlántico nororiental y ha asumido el recorte del 70 %. Al menos de momento. Mientras sigue negociando con los demás Estados ribereños con los que comparte stock, ha fijado un total admisible de capturas (TAC) provisional para el primer semestre del año, período para el que reserva el 90 % de esas posibilidades: 156.921 toneladas.
De madrugada, Planas informaba a los representantes del sector sobre los resultados de «dos jornadas intensas de negociación en Bruselas», marcadas por «una discusión francamente díficil, muy difícil» a la que se refería en un tuit en la red social X. Planas se felicitaba porque, tras una propuesta «tremendamente desequilibrada» de la Comisión Europea, «hemos conseguido un buen resultado: 143 días para la flota del Mediterráneo, sin medidas adicionales de selectividad».
En cuanto a la balacadilla, se acepta el acuerdo adoptado con los países ribereños, que incluía un recorte, pero el acuerdo recoge que «gracias al esfuerzo colectivo de los Estados miembros, fue posible aumentar la cantidad de lirio en un intercambio con Noruega en 13 000 toneladas».
Diferencias con el abadejo
Con el recorte del abadejo, se ha rebajado del 26 % propuesto por los científicos, pero el porcentaje difundido desde Bruselas por el Consejo Europeo difiere del enviado por el Ministerio de Pesca. La propuesta de la Comisión Europea se ha atenuado aferrándose al argumento de evitar que este stock, para el que ya no hay pesca dirigida, se convierta en una especie de estrangulamiento. Según el Consejo Europeo, se reduce al 13 %, lo que significaría que al oeste de Francia (zonas 8abde) se permitirían unas 834 toneladas, de la frontera con Francia a Fisterra unas 94 y de ahí al golfo de Cádiz, unas 115. Sin embargo, desde Madrid cifran la bajada en un 18 %, concretando que al oeste de Francia la flota española podría capturar 134 de las 786 toneladas; entre el Bidasoa y Fisterra, 80 de las 89; y de Fisterra al sur de España, 104 de las 108.
El Consejo Europeo detallaba los 24 TAC gestionados por los Veintisiete para el Atlántico y el Mar del Norte. En un comunicado, explicaba que «tras el asesoramiento científico positivo y la mejora del estado de las poblaciones, los ministros acordaron aumentar los límites de capturas» de los gallos un 12 % (hasta 4.986 toneladas) en aguas españolas y portuguesas, y un 54 % la cigala (hasta 4.014 toneladas) en los caladeros situados al oeste de Francia (zonas 8abde). Continúa cerrada en la unidad funcional 25, situada frente a Galicia, y se incrementan un 21 % (hasta 31 toneladas) las opciones de descargar la que se capture accidentalmente en el Cantábrico, en la unidad funcional 31.
«Para salvaguardar las poblaciones de peces, de acuerdo con el asesoramiento científico y buscando al mismo tiempo un equilibrio con las consideraciones socioeconómicas», añade que decidieron reducir un 1 % el lenguado al oeste de Francia (zonas 8ab), donde el TAC son 2.482 toneladas, y desde Fisterra a Francia baja a 492 toneladas tras recortarle un 9 %. También disminuye un 5 % el jurel de Fisterra al sur de España, que queda en 56.520 toneladas. Mínima, de un 1 %, es la merma de las posibilidades de pesca de rape en el litoral ibérico (5.381 toneladas), y en esa zona se mantienen las 17.445 toneladas de merluza.
Asimismo, se han acordado medidas para la lubina, que afectan tanto a profesionales como a recreativos en el golfo de Vizcaya.