Mantienen la causa por «homicidio imprudente» contra el patrón del Hermanos Gandón Cuatro
SOMOS MAR
La Audiencia sostiene que hay indicios de «temeraria desatención» en la navegación por el pesquero cuando estaba siendo remolcado por el Gaviota, en el que murió una persona
11 dic 2025 . Actualizado a las 20:55 h.La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra mantiene la causa contra el patrón de un barco de la armadora Hermanos Gandón por un supuesto «homicidio imprudente» en un suceso donde perdió la vida el capitán del remolcador Gaviota, hundido frente a la costa de Marín, en la ría de Pontevedra, el 13 de noviembre del 2020.
El auto rechaza la petición de la armadora del pesquero, que había pedido el sobreseimiento de la causa, confirmando así una decisión previa del Juzgado de Marín. Asimismo, en un segundo auto, la Audiencia también rechaza la pretensión de otra apelante, que se oponía a que la armadora del remolcador, Amare Marín, quedase eximida. Los magistrados dictaron que no se procese a la armadora del Gaviota «al constatarse la inexistencia de indicios de criminalidad».
En el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) sobre el caso se precisa que el suceso ocurrió cuando el Hermanos Gandón Cuatro estaba «siendo asistido» por el remolcador en su salida del puerto de Marín rumbo a la ría de Vigo. Durante el trayecto, el pesquero «dio todo atrás provocando el vuelco del Gaviota, que estaba realizando el remolque por proa», describe el informe. Uno de los tripulantes del remolcador pudo saltar al agua y ser rescatado con vida, no así el otro.
«Temeraria desatención»
En su análisis de la posible responsabilidad penal del suceso, en uno de los dos autos de la Audiencia se incide en que es al capitán del pesquero, el Hermanos Gandón Cuatro, al que «le correspondía dirigir la navegación del buque cuando este comenzara a hacerlo con su propia propulsión». Los magistrados ratifican su procesamiento al existir presuntos «indicios de que incurrió en una temeraria desatención a la navegación al no percatarse de que el buque, cuando aún estaba siendo arrastrado por los remolcadores, había iniciado la marcha hacía atrás por sus propios medios, transcurriendo cuatro minutos hasta que, tras avisarle el práctico, accionó la seta de emergencia, considerando la Ciaim en su informe, que una actuación negligente del capitán fue la causa del accidente».