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Pescaderos animan a congelar ya para sortear precios excesivos en Navidad

A. Gerpe / E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CARMELA QUEIJEIRO

Por ahora, lo que más sale son pescados, como merluza y rape, y camarón

09 nov 2025 . Actualizado a las 15:04 h.

Hace días que Marcos Sendón, de la pescadería coruñesa Marc del Norte, anima a comprar pescado para congelar. «Os lo envaso al vacío y aguanta perfectamente hasta Navidad», decía por WhatsApp a sus clientes. Recomendaba la corvina real —de la salvaje, no de acuicultura— porque estaba entrando en cantidad considerable en la lonja del Muro y, como él dice, «es un espectáculo de pescado». Según explica, «es como la lubina pero más jugosa; un manjar». Lo estuvo vendiendo entre 17 y 20 euros. La misma recomendación, la de anticipar las compras, la hizo también con el lenguado, que estuvo a 20 euros el kilo en algunos días de esta semana cuando el gallo —meiga en la calle de la Torre y rapante más allá del puente Pasaxe— rozaba los 18 y con la lubina, que también está asequible.

Porque ya no se trata solo de evitar que los precios excesivos que suelen alcanzar determinados pescados y mariscos en Navidad desequilibren el presupuesto familiar. También por asegurarse el género, porque, dentro de un mes, quién sabe si habrá o no, y si la flota podrá siquiera salir a pescar, no en vano diciembre es un mes complicado meteorológicamente hablando.

La placera Manoli Martínez, que regenta un puesto de pescado en el mercado de Noia, apunta que sus clientes no han comprado para congelar todavía, aunque considera que es buena idea y, de hecho, lo aconseja. Eso sí, con los pescados blancos: «El azul se pone oscuro y puede volverse rancio». Los motivos de su recomendación se fundamentan en el ahorro que puede implicar: «Los precios son ahora ya muy elevados y es posible que se encarezcan más». Apunta que merluza, rape o lenguado son pescados idóneos para congelar con antelación. Aunque todavía no ha comenzado el pico alto del acopio, ya hay clientes previsores que sí lo han hecho. Da fe la pescantina de A Pobra Rosa Martínez, que explica que varios de sus clientes habituales han comprado pescado y marisco para congelarlo con vistas a la Navidad. Y, precisamente, en línea con lo que decía Manoli Martínez, las especies solicitadas han sido merluza y rape. Comenta que también tiene buena salida el lenguado, pero esta semana no ha podido conseguirlo, al verse condicionada la actividad de la flota por el mal tiempo.

En cuanto a los mariscos, ya ha vendido varios kilos de camarón y alguno de nécora. Sobre los motivos de tanta anticipación, resalta que «temen que non haxa o que queren cando cheguen as festas ou que os prezos suban moito».

Barbara Silva, pescantina en Boiro, explica que sus clientes están comprando para congelar camarón. El caso es que este producto ya está rozando los cien euros, con lo que hay quien lo descarta para el menú de las fiestas.

Congelador de casa

¿Y no es precipitado congelar ahora? ¿Con un mes de antelación? «Sen problema», según explica José Crecente, profesor del departamento de Industrias Alimentarias del CIFP Coroso, en Ribeira. En el congelador normal de casa. En el combi. Siempre, eso sí, que sea eficiente y guarde el frío necesario; esto es, por debajo de los 18 grados. Es cierto que «canto máis tempo pase, máis deterioro vai ter o produto, pero nos primeiros meses non hai problema se está ben conxelado e gardado, nun aparato sen carga excesiva». En las condiciones adecuadas, aguantaría «ata medio ano». Porque lo que hace la congelación es retrasar «esas reaccións que dar lugar ao deterioro, pero non as para». Crecente respalda lo dicho por Manoli Martínez sobre el pescado azul, puesto que «ten máis graxa que o branco e oxídase». De ahí la común creencia de que el jurel, la sardina y otros pelágicos no llevan bien la congelación, pero «un mes ou dous meses... non lles pasa nada».

Y aunque no sería necesario, congelarlo cuando está envasado al vacío, cómo recomienda Marcos Sendón, es mejor, pues «se lle quita o osíxeno e o proceso de deterioro é aínda máis lento».

¿Que se aprecia perfectamente que se trata de un producto congelado? «Non, non se nota nada», dice Crecente, que reta a una cata a ciegas para demostrarlo.