Se recrudece el conflicto de la pesca en Argentina tras fracasar las negociaciones
SOMOS MAR
En Puerto Madryn, los marineros quemaron neumáticos, cortaron carreteras y bloquearon puertos
20 jun 2025 . Actualizado a las 04:46 h.Las expectativas depositadas en las dos reuniones propuestas por el Gobierno argentino para resolver un conflicto que mantiene prácticamente paralizada la pesca en el país se diluyeron rápidamente. Por el contrario, el malestar y las protestas van en aumento.
Aunque la pesca de langostino en aguas de jurisdicción nacional está abierta desde mediados de marzo, los barcos siguen sin zarpar. En medio de la grave crisis del sector que enfrenta intereses empresariales y sindicales, el Ministerio de Capital Humano convocó dos reuniones esta semana que no lograron un acuerdo entre las partes. En el último encuentro, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) se levantó de la mesa de negociación tras rechazar una propuesta planteada por las compañías pesqueras que, a su entender, suponía una bajada salarial encubierta.
Los empresarios sostienen que la actividad no es rentable por a la caída de la demanda y del precio del langostino, sumado a la carga impositiva, un tipo de cambio desfavorable y un marco laboral desactualizado. Ante esa realidad, proponen una rebaja del 30 % en los salarios de los trabajadores, pero desde los sindicatos se niegan a ser «la variable de ajuste».
Desde el SOMU denuncian una actitud «intransigente» y «obstinada» de las empresas, que no buscan una solución que no implique una reducción de salarios, pero aclaran que están dispuestos a revisar el convenio colectivo de trabajo y las cargas patronales.
La paralización total de la flota tangonera mantiene en vilo a las comunidades del sur del país, cuya supervivencia depende de esta actividad. La noticia del fracaso de la negociación corrió como un reguero de pólvora, e inmediatamente en los campamentos que los marineros mantienen en la entrada al parque pesquero de Puerto Madryn (Chubut) se llamó a activar distintas medidas de protestas, como cortes de tráfico y bloqueo de instalaciones.
Frente a la planta de Conarpesa, los trabajadores continuaron con la quema de neumáticos, y el español Fernando Álvarez —presidente de la compañía—, sospecha que, a esta altura del conflicto, hay intereses que exceden a la dirigencia del sindicato y que tienen órdenes de más arriba de no firmar nada.