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Montan en Sada la primera batea con base de cemento

D. Vázquez SADA / LA VOZ

SOMOS MAR

Preffor

La empresa Loranmar opta por este producto, que tiene una flexibilidad similar al eucalipto, pero que requiere menos mantenimiento

13 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En la explanada del puerto de Sada se han ensamblado estos días tres bateas tradicionales. Realizadas con vigas de eucalipto de gran tamaño y con el modelo clásico, son estructuras que se realizan para Proinsa, el máximo productor de mejillón en la zona.

Sin embargo, en los últimos años la ría de Ares se ha convertido en lugar donde se experimenta con nuevos productos a la hora de este cultivo. En el 2018 desde el puerto sadense partió, para su instalación en Lorbé, una cuarta generación de batea de polietileno, una apuesta de sustitución de la madera por plástico.

Vigas con base de cemento que se instalarán en una nueva batea que se montará en septiembre en el puerto de Sada.
Vigas con base de cemento que se instalarán en una nueva batea que se montará en septiembre en el puerto de Sada.

Este septiembre, la firma Preffor encargará el montaje también allí de una con sus vigas con base de cemento, la denominada batea Formex. Las estructuras están ya en la explanada del muelle, pero está previsto comenzar el trabajo para el mes, porque todavía se están construyendo los flotadores. Es la primera de este modelo en esta ría y la apuesta es de la firma Loranmar, que cuenta con una docena de las de madera en producción. Hasta el momento, solo se habían instalado una treintena en las Rías Baixas, además de algunas en Guipúzcoa y Valencia y otras de dimensiones más pequeñas de manera experimental en Croacia, Montenegro y Dinamarca.

El Formex es un hormigón de muy alto rendimiento, que utiliza como base un ecocemento con una huella de carbono un 50 % inferior al convencional, que se combina con micro y nanomateriales obtenidos de subproductos industriales, especifican desde la firma.

Héctor Méndez, de Preffor, destaca que las principales ventajas de su producto son la resistencia, la elasticidad y la durabilidad, ya que se estima que pueden permanecer cumpliendo su función entre 40 y 50 años, además de que no requieren mantenimiento anual como las tradicionales. «Depende de onde estea unha batea de madeira, hai que ir cada seis meses ou un ano a apertarlle as ferraxes e iso ten un custe moi alto, as nosas non o requiren», precisa.

Bateas de madera que estaban esta semana montando en Sada.
Bateas de madera que estaban esta semana montando en Sada. Dolores Vázquez

«Comenzamos a montalas hai cinco anos e están como o primeiro día», remarca, destacando que sus estructuras son «iguais de flexibles que as de eucalipto, soportan o mesmo peso ou superior. O emparrillado é o mesmo, só cambian as medidas das vigas, son máis pequenas e son quen de facer a mesma función. As de madeira son de 40 x 40 e as de Formex son de 34 x 23», precisa para unas piezas de 20 metros de largo en ambos casos. «As vigas de madeira acaban redondeando, e as nosas non. Un antigo cliente que nos encargou este ano 8 máis di que son mellores para traballar á hora de saltar entre elas pola seguridade», precisa Méndez, remarcando su cualidad antideslizante. «Co Formex evitamos cortar madeira e a deforestación, e as vigas poderán reutilizarse, pero, polo momento, non retiramos ningunha», reconoce.

De similares dimensiones que las tradicionales, el coste de este nuevo modelo es superior. Las de madera suponen, sin impuestos, unos 75.000 euros y las de este nuevo material 125.000, pero la Xunta subvenciona la adquisición de ambas. «A diferenza coas subvencións serían uns 25.000 euros, pero coa nosas aforras moito en mantemento, compensa polas vantaxes», remarca Méndez.