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Galicia inventa una lavadora portátil para tratar los sargazos antes de usarlos como abono agrícola

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Ramón Leiro

En el marco del proyecto Gestalgar también se han realizado ensayos para obtener compost para recuperar suelos incendiados, regenerar taludes y el tratamiento de aguas ácidas

15 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que la concha de mejillón, con todo su carbonato cálcico, se emplea desde tiempos inmemoriales para recuperar terrenos de cultivo -no sin problemas vecinales por cuestiones relacionadas con el olor-, el uso como abono agrícola del sargado de las playas es también ancestral en Galicia. Sobre esa arraigada costumbre ha pivotado el proyecto Gestalgar, una iniciativa que perseguía la gestión integral de las algas de arribazón en Galicia y su valorización a través del compostaje biológico para su uso como abono orgánico para cultivos agrícolas o para la recuperación de suelos asolados por incendios. Solo que, ahora, esa práctica atávica se ha mejorado gracias a la tecnología.

El exceso de sal que traen los sargazos no siempre es beneficiosa. Por eso conviene actuar en ese aspecto. En rebajar el exceso de salinidad que traen las algas. Dar con cómo hacerlo es algo que ha ocupado durante dos años -de septiembre del 2018 a diciembre del 2020-, a un consorcio integrado por las empresas Intacta Gestión Ambiental, Ecocelta Galicia y Demaux Manufacture, junto al Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) y la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal). Y lo han solucionado inventando una especie de lavadora de algas que, además de eliminar el exceso de sal que estas traen del mar, las separa también de los trozos de madera, arena y conchas con las que son retiradas de los arenales por los mariscadores.

Una lavadora que endulza el material antes de dedicarlo a las soluciones agronómicas conocidas de toda la vida y que, además, es portátil, para poder tratar las algas tanto en origen, a pie de playa, como en destino, en la planta de compostaje. El prototipo ya ha sido probado delante de representantes de distintas cofradías de pescadores y de concellos en dos jornadas de demostración realizadas en Mugardos (A Coruña) y Campelo (Pontevedra).

Pero esos dos años de búsqueda de soluciones para las algas de arribazón han dado más resultados. Y es que en el marco de Gestalgar también se han realizado ensayos con el sargazo para obtener distintos tipo de abono orgánico, específico para la recuperación de áreas afectadas por incendios, en un caso, regeneración de taludes, en otros, o para tratamiento de aguas ácidas.

Con todo este trabajo -financiado por el Programa Conecta Peme en el marco del FEDER Galicia 2014-2020-, se han sentado las bases para a creación de una cadena de valor desde un punto de vista empresarial, de convertir «un residuo nun produto de valor con alta demanda e cun mercado potencial a nivel internacional», explican los socios en un comunicado.