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El poder de las modestas legumbres

M. Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOSTENIBILIDAD

Pinto y Chinto

No solo son asequibles, su alto contenido en nutrientes también favorece la salud humana y mejoran la calidad del suelo

10 feb 2021 . Actualizado a las 09:23 h.

Son modestas, pero ocultan un gran poder. Las legumbres —desde los garbanzos a las lentejas pasando por las habas o los altramuces— son unos alimentos que engloban tres cualidades fundamentales a la hora de cumplir con los principios de la estrategia De la granja a la mesa que promueve la UE. ¿Cuáles son esas ventajas? Pues que son asequibles, saludables y sostenibles por su contribución al cuidado del medio ambiente. Por algo hoy celebran el Día Mundial de las Legumbres.

Basta con ir a un supermercado para comprobar que lentejas, garbanzos, judías secas, guisantes secos o altramuces no se encuentran precisamente entre los alimentos más caros de las estanterías. Además, tomándolas como base pueden elaborarse las más variadas recetas. Desde platos tradicionales como las lentejas con chorizo o viudas hasta otros con aires exóticos como ensaladas con verduras.

Aunque su coste económico no alcanza los precios de productos como el marisco o la carne de ternera, ocultan una gran riqueza nutricional. Por algo son alimentos fundamentales para poder mantener una salud de hierro. Sobre todo hay que destacar su alto aporte en proteínas (la mayor parte de las legumbres tienen al menos un 20 %, un porcentaje que se eleva hasta el 35 % en el caso de la soja), pero también son ricas en hidratos de carbono, grasas, fibra, calcio, hierro o zinc.

Lo mismo que ayudan al bienestar de los humanos, también son beneficiosas para la salud del suelo. Porque las legumbres son semillas que salen de las vainas de unas plantas, las leguminosas, que ayudan a retener nitrógeno en el suelo. De ahí que las leguminosas sean uno de los cultivos que promueve la política agraria común (PAC) cuando habla de la rotación de cultivos como una de las medidas para el cuidado del medio ambiente. Además, aunque legumbres como lentejas o garbanzos sean populares en alimentación humana, hay otras especies que son la base fundamental de la alimentación animal. Como muestra, la soja.

En Galicia, de hecho, las leguminosas forrajeras son una de las plantaciones que suelen realizar las explotaciones dedicadas al ganado de leche.

En el caso de la alimentación humana, Galicia todavía va por detrás de otras comunidades como Castilla- León o Andalucía. Únicamente en el caso de las judías secas empieza a hacerse un hueco. Que se lo digan a los productores de la famosa Faba de Lourenzá, una legumbre cada vez más popular.

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