La soledad de Cayetano Martínez de Irujo: «Hay algún maleficio por ahí»

Martín Bastos

SOCIEDAD

Josefina Blanco | Europa Press

Solo su hermano Fernando acudió a una ceremonia en la que le entregaron un premio

28 feb 2020 . Actualizado a las 08:53 h.

La distinción que recibió Cayetano Martínez de Irujo por parte de la Real Academia de Medicina de Madrid no hizo más que evidenciar la mala relación que el duque de Salvatierra mantiene con sus hermanos. Solo Fernando acudió a la ceremonia en la que le entregaron la Medalla de Honor, a la que no faltaron su pareja, Bárbara Mirján; su exmujer, Genoveva Casanova; sus hijos Luis y Amina; y el viudo de su madre, Alfonso Diez. Pero nadie más. Su relación con el resto de hermanos está muy deteoriada desde que publicase de su libro autobiográfico. El duque de Salvatierra recordó los duros momentos de salud que ha pasado recientemente. Suma ya diez operaciones en los últimos dos años, originadas por los problemas digestivos que padece, y el pasado otoño además se rompió varias costillas. De hecho aseguró que su médico está desconcertado ante su último ingreso: «Fue un conato nada más y eso, tengo que cuidar la alimentación y no pegarme unas palizas de 12 horas y comiendo cualquier cosa y hay que tener cuidado», declaró a Chance.

Además lucía una aparatosa herida en la cara, justo por encima del labio. «Me caí en el último salto donde hice un recorrido fantástico y en el último salto me relajé un poco y galopé en el caballo y llegamos a una distancia y atravesamos el salto y me di un trompazo importante, pero tuve suerte», explicó. No piensa en retirarse de la hípica. «Hay algún maleficio ahí que está intentado que me retire, pues no lo va a conseguir», añadió de forma tajante refiriéndose a la mala racha de salud que ha tenido últimamente.

No quiso cumplir la pena

Rocío Flores no quiso hacer trabajos comunitarios. El portal Vanitatis sigue desgranando el sumario del juicio por el que Rocío Flores terminó siendo condenada por maltrato habitual a su madre, Rocío Carrasco. Ahora se conoce que la joven, que por aquel entonces contaba con unos dieciséis años, se negó a cumplir la pena que le había impuesto el juez. «Se le impone una medida de 60 horas de prestaciones en beneficio a la comunidad», según la sentencia. Pero según desvela, no quiso cumplirla y optó por la alternativa: «Seis meses de libertad vigilada». Por ello durante ese periodo estuvo bajo una evaluación que fue calificada de «buena». Estas informaciones se están conociendo mientras la joven concursa en Supervivientes, por lo que aún desconoce que se han hecho públicas.