Hasta el requesón y más allá

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

El chef Ferran Adrià transformó en cocina un auditorio y preparó varias recetas con niños en Santiago

11 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una jornada extenuante. Llegó por la mañana para reunirse con unos quinientos emprendedores y empresarios del sector de la restauración. El chef Ferran Adrià presentó en Santiago Mise en place, una guía para gestionar un restaurante que surge de un proyecto de colaboración entre CaixaBank y elBulliFoundation, y cuyo objetivo es que las pymes y los emprendedores afronten con la máxima garantía la puesta en marcha de un negocio de restauración. El cocinero, que en el 2018 reabrirá El Bulli, aunque ya no como restaurante, participó después con diez empresas gallegas del sector agroalimentario y de transformación de pescado en un taller en el que se debatió sobre la innovación en los procesos productivos y en la comercialización.

Y ya por la tarde llegó la parte lúdica, con un auditorio en el Palacio de Congresos de Santiago lleno de niños, padres y madres, dispuestos a cocinar mano a mano con Adrià. Lo hicieron para ejemplificar algunas de las recetas del libro del chef, Te cuento en la cocina, un proyecto de Adrià y Disney, en el que Donald, Mickey, Spiderman o el sheriff Woody ayudan a Ferran a realizar recetas sencillas para preparar y disfrutar en familia.

Ayer los pinches fueron Carmen y Álvaro, dos niños que con ayuda de Adriá y otros dos cocineros prepararon una ensasopa McQueen, una ensalada que quería ser sopa en homenaje a la película Cars, y un postre, Hasta el requesón y más allá, en alusión a Toy Story. Y allí se pusieron los pequeños a pelar tomates, triturarlos y combinarlos con hojas de albahaca para preparar una ensalada o una sopa, en función de la cantidad de tomate triturado. Después le tocó el turno al requesón, con mermelada y frutos como frambuesas y arándanos. Platos sencillos para que los niños cocinen en casa y se diviertan con sus padres. Porque como bien les advirtió Adrià, «no por ser más complejo es más genial».