Rosalía-JFK

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

John Lennon tiene su aeropuerto en Liverpool. Nikola Tesla, en Belgrado. Cristóbal Colón da nombre al de Génova. A Santander se llega en avión a través del aeródromo Seve Ballesteros. Y los viajeros que aterrizan en Granada lo hacen en el García Lorca, que además es una terminal que los nazaríes comparten con Jaén, en las antípodas de los localismos que se estilan por aquí arriba. Son solo unos ejemplos de las decenas de aeropuertos que hay por el mundo adelante cuyo nombre va precedido del de una eminencia local. A esa lista puede unirse ahora Santiago, tomando como referencia la gigantesca figura de Rosalía de Castro. La propuesta, bendecida por una unanimidad política siempre edificante y por todas las instituciones que pintan algo en el asunto, resulta intachable como tal, si bien todavía está en una fase muy embrionaria y todo apunta que deberá superar un período de maduración. Se antoja difícil que esto vaya a cuajar de la noche a la mañana, como sucedió con el añadido de Adolfo Suárez a la denominación del aeropuerto de Barajas.

Pero con ser todos los pronunciamientos válidos, el más constructivo llega del Clúster de Turismo de Galicia, cuyo presidente, Francisco González, sostiene que lo relevante para Santiago y para Galicia no es el nombre del aeropuerto, sino su conectividad, funcionamiento y gestión. Y ese es el asunto de fondo, que las decisiones en torno a la terminal compostelana sean las más inteligentes para garantizar su crecimiento sólido. Porque la ruta del Rosalía de Castro al Adolfo Suárez siempre estará asegurada. Se trata de que algún día pueda estarlo también un vuelo Rosalía-JFK.