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Extensiones de navegador para hacer tu vida digital más fácil

TECNOLOGÍA

Ilustración creada a partir de un diseño de Timplaru Emil
Ilustración creada a partir de un diseño de Timplaru Emil

Corrección de textos, capturadores de imágenes, protectores de privacidad, inteligencia artificial y muchas más utilidades. ChatGPT ha vuelto a popularizar el uso de estos pequeños programas, capaces de echarte una buena mano en tu día a día

11 jul 2023 . Actualizado a las 11:14 h.

No entenderíamos nuestro mundo sin internet. Y no podríamos transitar por él sin un navegador. Estos programas nacidos a finales del siglo XX nos permiten, con clic, acceder a un universo de información y entretenimiento desde cualquier ordenador, móvil o tableta con conexión. ¿Qué nos ofrecen? De todo. Chrome, Firefox, Edge, Opera o Safari, entre otros, han evolucionado tanto en los últimos años que se han convertido en multiherramientas que hace años hubiéramos considerado de ciencia ficción: con ellos accedemos a webs, hacemos trámites administrativos, abrimos cuentas bancarias, compramos, hablamos por vídeo en tiempo real con familia, amigos o compañeros de trabajo. Mueven el mundo.

El primer navegador de la historia lo creó el padre de internet, Tim Berners-Lee, en 1989. Se llamaba World Wide Web y no fue un éxito, pero de ahí salieron las tres W que acompañan a los nombres de dominio de muchas páginas web, como www.lavozdegalicia.es. Luego llegaron otros navegadores «prehistóricos», pero el siguiente gran salto en la evolución fue Mosaic, que permitía mostrar elementos multimedia (imágenes). Sus creadores fueron los padres de Netscape Navigator (el primer gran navegador) y del futuro Mozilla Firefox, aún hoy uno de los referentes a nivel mundial. 

Desde mediados de los 90 los navegadores no han dejado de evolucionar y de incorporar múltiples funciones y mejoras de usabilidad y de velocidad (también han mejorado de forma exponencial las conexiones por cable e inalámbricas a internet, y se han abaratado).

Según datos de StatCounter (la referencia del mercado), así estaba la clasificación de la liga de los navegadores en marzo del 2023: Chrome, de Google, tenía el 64,8 % de la tarta. Safari, el navegador de Apple hegemónico en los entornos Mac e iOS, era el segundo con el 19,5 %. Edge, el nuevo programa de Microsoft que sustituyó al jubilado Explorer, era el tercero con el 4,63 %. Firefox ocupaba la cuarta plaza con el 2,93 %. Samsung -gracias a su dominio en el entorno Android- era quinto con el 2,57 %. Y un clásico con mucho prestigio, de origen noruego, Opera, era sexto con el 2,33 %

Los navegadores son nuestra puerta de entrada a internet. Y se encuentran ante un momento crucial de su historia. La popularización de la inteligencia artificial desencadenada por la irrupción del chatbot ChatGPT, de la compañía OpenAI, ha causado un terremoto. Según los responsables de Opera (con décadas de experiencia y buen hacer en el sector), «los va a cambiar para siempre». ¿Cómo? Cambiando el modelo de búsquedas y clic a enlace por otro de diálogo y presentación de resultados (con y sin links) en una sola interfaz, sin visitar diferentes páginas. Esa transformación ya es evidente en Edge, el navegador de Microsoft, rebautizado como «un copiloto de inteligencia artificial» capaz de crear imágenes a partir de descripciones, redactar textos y responder a preguntas complejas y encadenadas. 

La compañía matriz de Windows se movió rápida tras el deslumbramiento social que causó ChatGPT y se alió con OpenAI. Lleva ventaja, pero sus rivales se mueven. Y no solo los que tenemos en cuenta en el hemisferio occidental. Desde oriente, el gigante Baidu (el equivalente a Google en China) proclama que su servicio de chatbot basado en IA, Ernie Bot, supera al apadrinado por Microsoft en múltiples características. 

La irrupción de la inteligencia artificial ha tenido una consecuencia rápida. Ha revitalizado el interés por las extensiones de los navegadores (hay cientos de miles disponibles). Son pequeños programas dedicados a funcionalidades concretas. Permiten personalizar nuestra experiencia en la web. Y los hay de todo tipo y pelaje.

Extensiones, temas y complementos

Algunos, los llamados temas, solo afectan al aspecto gráfico del navegador y pueden activarse o no en función de las preferencias personales.

Otros, como FireShot (disponible para Chrome, Edge, Firefox, Internet Explorer, Tor, Brave, Opera y otros) permiten hacer capturas de pantalla (también webs completas) y guardarlas como imágenes o documentos pdf). Hay traductores como Simple Translate que convierten rápidamente textos de webs. Y correctores y asistentes de escritura basados en inteligencia artificial como Language Tool, que ofrece sus servicios en múltiples idiomas (también en gallego) y funciona en Gmail, Facebook o Twitter, entre otros sitios. 

Hay también múltiples opciones para reforzar la privacidad de la navegación, como bloqueadores de ventanas emergentes o el asistente del motor de búsqueda especializado DuckDuckGo. Este tipo de extensiones reducen nuestra huella digital, pero también pueden limitar la capacidad de navegación al inhabilitar la presentación de ciertos elementos multimedia de terceros. Puede afectar, por ejemplo, a la reproducción vídeos incrustados de Facebook o Instagram. Chrome Remote Desktop, creada por Google, permite, controlar tu ordenador de forma remota a partir del navegador. Y Keepa te permite rastrear la evolución del precio de un producto en Amazon a lo largo de los últimos meses. 

La IA también ha sacudido el ecosistema de las extensiones de navegador. En los últimos meses han aparecido muchas en las tiendas de Chrome, Firefox o Edge. Hay programas para escribir tuits, como TweetGPT (¿quien quiere un bot de Twitter teniendo esta herramienta?), otros para compartir conversaciones con la inteligencia artificial, como ShareGPT. También han aparecido extensiones para obtener resúmenes de vídeos de YouTube.

Como comodín, ha obtenido muy buenas reseñas WebChatGPT, que en principio conecta la IA con la web para poder usar sus capacidades con datos actualizados. ChatGPT for Google complementa las respuestas del chatbot con resultados de búsquedas de motores como el de Google, Bing o DuckDuckGo. Y Lector de texto (texto a voz) te permite escuchar el contenido de cualquier web. 

Problemas de seguridad

A la hora de valorar instalar un complemento o una extensión de navegador, ya sea de IA o de cualquier otro tipo, hay que tener en cuenta una precaución fundamental: para que funcionen bien y aporten su valor añadido, hay que darles permisos como, recuerda el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), «leer y modificar el contenido de las webs que se visitan». Antes de validar la instalación, hay que comprobar la reputación del desarrollador y ver si las reseñas de la extensión son positivas. 

«¿Quién podría llegar a pensar que un sencillo bloc de notas podría robar nuestras contraseñas?, o ¿quién podría suponer que una extensión que tiene como objetivo otorgar una mayor privacidad al usuario, estaría haciendo justamente todo lo contrario, robar nuestro historial de búsquedas para venderlo al mejor postor?», recuerda el Incibe para alertar sobre los posibles problemas de seguridad que puede causar la instalación de un complemento malicioso y recomendar solo usar los programas disponibles en las tiendas oficiales, y mejor si han sido revisadas por los equipos de Google, Mozilla, Microsoft o Apple.