El abeto que regaló hace 25 años La Voz de Galicia a sus lectores supera los 15 metros en la Ribeira Sacra

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Bieito Coello y su hijo, con el abeto al fondo
Bieito Coello y su hijo, con el abeto al fondo Santi M. Amil

Bieito Coello plantó en Parada de Sil para su hijo uno de los 120.000 ejemplares repartidos por toda Galicia en una iniciativa de concienciación medioambiental

31 dic 2022 . Actualizado a las 19:27 h.

Cuando hace 25 años Xosé Bieito Coello Coello recibió en su casa una pequeña planta conífera no sabía muy bien que saldría de aquello. Faltaba poco para Navidad y le llegó de regalo con su ejemplar diario de La Voz de Galicia, del que era suscriptor. «Pensei que era un ciprés, a verdade. Supoño que porque eu vía en As Pontes e por alí había moitos e parecéuseme algo», recuerda. Bieto decidió plantarlo en una de las fincas familiares de Parada de Sil —sus padres eran de este municipio ourensano— para su hijo. «O de plantar unha árbore por cada fillo é unha tradición familiar. Xa o fixo meu pai comigo», relata.

De hecho, antes de que ese abeto llegase a su domicilio, Bieito ya había plantado un manzano en otra finca para su hija mayor. «Porque o que habitualmente se plantaban eran árbores que deran algún proveito, algún froito», explica. «Obviamente este non é o caso, eu non teño colleita que recoller coma a miña irmá, pero de seguro que ten o seu valor para ecosistema e en épocas coma esta, na que ao redor todos son de folla caduca, é un refuxio para paxaros e outros animais», apunta Bieito Coello Alonso, el hijo y legítimo propietario de este soberbio ejemplar que supera ampliamente los quince metros de alto y no deja de crecer. «Cada ano nótase a diferenza», apunta orgulloso no solo de la altura, sino de la frondosidad y la forma perfecta que luce este árbol que en esta época del año destaca todavía más en el entorno.

De hecho, se está convirtiendo en un atractivo para muchos visitantes que pasan por la zona y no pueden evitar sorprenderse por la belleza del ejemplar y hacerse fotos con él. Muchos, por cierto, son clientes de los Apartamentos Ribeira Sacra, un establecimiento de turismo rural que el propio Bieito, arquitecto de profesión, decidió abrir tras restaurar una vieja casa que tenía la familia. «Hai case dez anos que decidimos apostar por esta zona, porque temos un entorno e unha paisaxe marabillosa e hai que poñer en valor o patrimonio e a arquitectura tradicional. Pensamos que si se fan as cousas ben, aquí en Parada, pódese conseguir un modelo turístico que sexa exemplar» asegura.

Bieito sí tiene una espinita clavada con respecto a su abeto. Lamenta no haberse echo algunas instantáneas que dejasen reflejado el proceso de crecimiento que ambos, cada uno a su ritmo, vivieron de forma paralela. «Lembro perfectamente cando o plantamos. Eu tería dez anos e el non pasaba dos dez centímetros», narra. Recuerda también la preocupación de los primeros años, los cuidados y la atención que le prestaba sobre todo al riego. «Dame como un pouco de vergoña recoñecelo así, pero eu téñolle moito cariño e síntome orgulloso. Para min é un símbolo de raíz, de pertenza, de ir medrando e de lembranzas coa miña familia», relata. Él, por cierto, también plantó árboles en la zona para sus dos hijos, aunque no esperó tanto como para que ellos fuesen conscientes de ese hecho. «A verdade é que tiñan un ano cando plantei os seus», comenta.

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Un reto de distribución sin precedentes en la prensa española

La campaña de reparto de plantas de abetos se realizó en diciembre de 1997, a las puertas de las fiestas navideñas. Se trataba de una iniciativa de la Asociación para el Desarrollo de Os Ancares en colaboración con el periódico. Buscaba generar conciencia medioambiental en una época en la que aún era habitual salir al monte para encontrar un ejemplar que llevarse a casa con el objetivo de adornarlo con las tradicionales bolas y cintas. El proyecto pretendía ser un toque de atención contra esa tala. Llevaba por lema: «Estas Navidades no cortes un pino. Ancares te lo regala». Supuso todo un reto nunca afrontado en una promoción de la prensa española ya que era necesario hacer llegar las plantas en las mejores condiciones posibles y también los consejos necesarios para asegurar el éxito de la iniciativa: que los árboles se plantaran y sobrevivieran.

Obviamente, visto el enorme ejemplar en el que se ha convertido el recibido por José Bieito Coello, el objetivo se logró, pero no fue sencillo. Había que entregar 120.000 ejemplares a los lectores de La Voz en toda Galicia el día 19 de diciembre. Eso suponía un reto de distribución porque, además de los suscriptores —que los recibieron a través del repartidor habitual en sus domicilios— era necesario suministrar los árboles a 4.500 quioscos de toda Galicia. La tarea implicó a 250 personas en ese proceso. Las plantas, procedentes de Viveiros Forestais Terra Cha, del municipio lucense de Rábade, iban en una pequeña maceta y necesitaron un embalaje y un transporte especial para llegar en las condiciones óptimas a sus destinatarios, tarea en la que trabajaron una veintena de personas. Junto al árbol, iban las instrucciones para la plantación y consejos de cuidado. También un folleto de la propia Asociación para el Desarrollo de Os Ancares titulado Mimando la Naturaleza, con información útil sobre esa comarca lucense orientada a reflejar la apuesta por el turismo de calidad basado precisamente en el respeto por el medio ambiente y los recursos endógenos de la zona. En él se proporcionaba información útil para conocer y disfrutar de una visita a la zona, desde rutas, hoteles, restaurantes o gasolineras, a fiestas tradicionales y patrimonio local. 

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