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Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

10 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Eel debate, para algunos, estuvo durante esta semana en la vuelta al colegio tras las vacaciones navideñas. Como si lo realmente importante para Galicia fuese el día en que los escolares cambian los juguetes por los libros. Lo que nos debería preocupar es cuándo volvemos los mayores y, sobre todo, a qué volvemos. Al fin y al cabo, los niños son el futuro pero el presente nos lo tenemos que currar los que estamos en edad de hacerlo. Tenemos un año por delante y no pocos retos. Si no, miren Ourense. Ahí están diputados de estreno, kilómetros del AVE sin licitar, infraestructuras sanitarias sumando ladrillos, urbanismo por ordenar, crímenes por resolver, representantes empresariales a la carrera (electoral)... ¡Uf! Propósitos (y despropósitos) de año nuevo que convierten el 2016 en un reto para los que elegimos Ourense a pesar de todo. El «a pesar de todo» puede parecer pretencioso o pesimista pero esta provincia -a la que tanto nos gusta poner pingando (al margen de que la lluvia la deje tiritando)- no deja de ser un reflejo de quienes la habitamos. Somos quienes podemos hacerla grande o pequeña.

A veces el papanatismo, el clientelismo, las luchas cainitas, los intereses personales y personalistas hacen que Ourense se vuelva pequeña, pequeña, pequeñísima. Diminuta. Pero ahí tienen que estar lo que no creen en el papanatismo, el clientelismo, las luchas cainitas, los intereses personales y personalistas. Para intentar hacerla grande.

No es un propósito menor para los doces meses que quedan por delante. Quizás usted no logre ir al gimnasio. Ni dejar de fumar. Pero creáme. Esto es más importante.