Las zapatillas gallegas son para todos

MERCADOS

Santi M. Amil

Tres jóvenes gallegos han plasmado su sueño como consumidores en una reciente empresa que apuesta por el calzado deportivo cómodo, de calidad y unisex. No tienen relación con la moda, pero están llamando la atención con solo tres modelos de «sneakers»

15 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevan en su nombre el espíritu de una revolucionaria: Arlen. Y es que eso es lo que quiere hacer desde Ourense esta joven empresa: crear su propia revolución en el difícil mundo de la moda.

Solo un año después de que empezase a gestarse el proyecto, esta firma de zapatillas ya ha llamado la atención. Es el proyecto de tres jóvenes: Manuel Piñeiro, Javier Coba y Borja López. Sus formaciones -Derecho, Administración y Dirección de Empresas y Márketing- no les situaban, de primeras, en el mundo del calzado. «Siempre nos ha gustado este sector. Si algo teníamos claro es que las zapatillas que buscábamos como consumidores, y que nos podíamos permitir, no nos ofrecían la calidad que queríamos», explica Manuel Piñeiro, el CEO de Arlen. De este modo, se decidieron a convertir en empresa su anhelo como compradores.

Esta firma ourensana vende online sneakers hechas a mano. Por ahora, solo tres sencillos modelos, que ya han conquistado a un importante número de clientes. «Decidimos crear la marca con una calidad superior a la media. Es nuestra propuesta de valor. Nos queda mucho por innovar como compañía, sobre todo en el ámbito de la comunicación, pero creemos que vamos por el buen camino», explica.

A pesar de no tener relación con la moda, estos tres jóvenes no han tenido reparo en lanzarse a hacer su propio diseño. «Queríamos algo que nos representase, que fuese de uso diario. Sabemos que la gente joven también busca calidad y que las zapatillas les sirvan para ir más elegantes o con un atuendo más deportivo. La idea es que se puedan usar en todo momento. Estamos muy satisfechos con los diseños». También se sienten satisfechos después de haber elegido personalmente los materiales y el taller que iba a hacer realidad su sueño. «Estudiamos varias opciones y las zapatillas se están fabricando en el norte de Portugal. Siempre decimos que son sneakers hechas en la península. Es cierto que en los inicios nos recomendaron producir en China o Marruecos, pero eso no es precisamente lo que somos», comenta Piñeiro. Una apuesta por la proximidad que los ha obligado a hacer números para ajustar márgenes. Sus clientes no pasan, por el momento, de los 35 años. Los tres fundadores, que no superan los 30, saben qué puede permitirse y no su generación. «Este tipo de producto se vende en otros lugares a más de 200 euros. Nuestra idea es no pasar de los 90. Es un precio que, haciendo un esfuerzo, te puedes permitir». Ellos ofrecen comodidad, un calzado adecuado a la gran mayoría de las ocasiones y rechazan las diferencias de género. «Los diseños son unisex. No hemos querido diferenciar entre hombre y mujer. ¿Por qué vamos a hacerlo? Cada cliente que decida según sus hábitos de compra. Además, somos feministas. En el ancla, el logo que representa a Arlen, están los dos símbolos, el de femenino y masculino superpuestos».

A pesar de su corta andadura, entre sus planes está ampliar su tirada de calzado hacia los zapatos y las alpargatas. Tienen incluso un proyecto en ciernes para adentrarse en el mundo del calzado infantil. «Trabajamos ya en colaboraciones con varias marcas».

Las que vienen van a ser sus primeras navidades y creen que sus tres modelos de zapatillas se van a agotar. «Nos queda mucho, pero sabíamos cuando empezamos que queríamos llevar nuestra idea hasta el final. Con decirte que yo ya me considero más experto en márketing que en derecho», comenta Manuel. Y es que no se sienten imprudentes y aseguran haberle «echado muchas horas a crear Arlen. Emprender en Galicia es más complicado que en otras comunidades, pero es cierto que mucha gente ya ha abierto camino. No debemos copiar ninguna fórmula de éxito. Tienes que tener la tuya propia».