Las cadenas comerciales se reinventan

Beatriz Pallas REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Mabel Rodríguez

Las plataformas en Internet de Atresmedia y Mediaset introducen los contenidos de pago. Atresplayer Premium ofrece preestrenos y Mitele Plus distribuye todo el fútbol en «streaming»

27 oct 2019 . Actualizado a las 05:13 h.

Tres horas y 31 minutos fue el tiempo medio que cada habitante dedicó a ver la televisión cada día durante el pasado mes de septiembre. Esta cifra puede parecer elevada para algunos, pero supuso cinco minutos menos que el mismo mes del año anterior y marcó el mes de septiembre con menor audiencia de los últimos 13 años. El consumo de televisión lineal tradicional va perdiendo espectadores de forma progresiva desde que Internet y las plataformas de streaming obraron la mayor transformación del sector en los últimos años: la implantación del visionado a la carta. Si la multiplicación de frecuencias que trajo la TDT fragmentó las audiencias de los canales tradicionales como nunca antes se había visto, la individualización del consumo gracias al vídeo bajo demanda (VOD) obliga a las teles en abierto a reinventarse y adaptarse a las nuevas demandas del mercado.

Televisión Española y Atresmedia implantaron hace años sus propios servicios a través de Internet para poner a disposición del público todo el contenido ya emitido en sus canales en abierto. En cambio Mediaset, que tiene su gran baza en programas que se realizan en directo, fue en un principio por detrás a la hora de apostar por difundir sus contenidos en Internet. Ahora, los dos principales grupos de televisión comercial han impulsado una nueva etapa en sus plataformas Atresplayer y Mitele, por las que apuestan con contenidos y servicios de pago orientados a un espectador que está cambiando su modo de ver el contenido audiovisual.

«Es importante entender la diferencia entre una televisión en abierto y una de pago. Las plataformas de streaming, cuyo modelo de negocio se basa en la suscripción, las podríamos englobar cada vez más en la televisión de pago. De hecho, en muchos casos están integradas -explica Judith Clares, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC-. En cambio, las plataformas como Mitele y Atresplayer, que existen desde hace años, han ido transformándose y su objetivo principal es ofrecer bajo demanda todo aquel contenido que tienen en emisión en abierto».

Así, mientras servicios de streaming como Netflix y HBO tienen su oferta centrada en cine y series, estas otras plataformas asociadas a las cadenas lineales piden de entrada al usuario que se registre para poder acceder a su contenido propio de modo gratuito. Si, además de eso, el espectador quiere un servicio más cuidado y con un valor añadido, como la visualización sin publicidad o el estreno de algunos programas antes de su emisión en televisión, exigen una pequeña cantidad inferior a los 3 euros.

«Los grupos de televisiones en abierto están buscando el modo de encontrar otras vías de negocio como nuevas fuentes de ingresos con contenido propio al que se puede acceder bajo demanda y sin pago, mientras que la cuota simbólica está asociada sobre todo a poder ver un programa antes de su emisión», señala Clares, coordinadora también del libro La revolución Over The Top. Del vídeo bajo demanda a la televisión por Internet.

Estrenos en exclusiva

Con motivo del lanzamiento de Atresplayer Premium el pasado verano, el presidente de contenidos de Atresmedia Televisión, Carlos Fernández Alonso, explicó que se trataba de «dar un paso más» en el concepto de televisión bajo demanda sin circunscribirse solo a las series según el modelo de Netflix y HBO. En este servicio se han podido seguir esta temporada los estrenos adelantados de títulos como Toy Boy o Cuatro bodas y un funeral, y próximamente llegarán El nudo y una serie de Los Javis sobre la Veneno. Pero no se trata solo de ficción. También se pueden ver antes de su emisión programas como La Voz Kids y Pesadilla en la cocina y próximamente se estrenará el documental de Jordi Évole Mr. Trump, disculpe las molestias, que retrata a la comunidad latina frente al actual Gobierno de Estados Unidos. Atresplayer Premium cuesta 2,99 euros al mes y ofrece el contenido sin publicidad con opción de descargarlo para verlo sin conexión.

Por su parte, Mediaset España lanzó en el mes de julio Mitele Plus para la distribución de contenidos de pago a la carta y sin interrupciones publicitarias por 2,5 euros al mes (o 25 euros al año). «Mediaset España inaugura una nueva etapa de la televisión comercial en nuestro país, ofreciendo en esta primera fase un contenido libre de interrupciones que supone el punto de partida del desarrollo de un ambicioso plan de transformación digital que reforzará la televisión como medio líder», explicó entonces el grupo audiovisual.

Tres paquetes de fútbol

La verdadera metamorfosis de la plataforma de Mediaset llegó poco después con la adquisición de los derechos para la retransmisión del fútbol español y europeo en la actual temporada, lo que la convirtió en la alternativa para ver en streaming esta competición deportiva independientemente del operador de comunicaciones que cada usuario tenga contratado. Cuenta con tres paquetes diferentes que van desde los 16,99 euros a los 35 euros mensuales y permiten contratar, al completo o por separado, la Liga española (con Primera y Segunda División) y las competiciones europeas de la Champions League y la Europa League, además de la Supercopa de Europa. A esto se suma la oferta de los canales del grupo.

«El contenido de las plataformas de canales en abierto y las de streaming es completamente distinto y hay cabida para ambas. La televisión en abierto está buscando otras formas de rentabilizar el contenido y otros modos de satisfacer a sus usuarios», apunta la profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. En opinión de la experta, las demandas de los consumidores con respecto a estas plataformas de la televisión comercial pasan ahora por poder acceder bajo demanda a todo el contenido de algunos programas cuyos derechos compran y no solo a algunos episodios, como sucede en la actualidad. El objetivo sería crear paquetes temáticos. «Actualmente, el contenido queda reducido a títulos o a temporadas muy pequeñas. Creo que la tendencia debería ir por aquí y ampliar la gestión de derechos de los programas que emiten y ofrecérselos al consumidor, quizás con pagos más amplios», explica Judith Clares.