«Aquí nadie se ha echado atrás»

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

Hostelería y comercio están preocupados por las condiciones para reabrir, pero todos lo están deseando

26 abr 2020 . Actualizado a las 13:10 h.

No pintaba nada mal esta Semana Santa para la hostelería en Monforte y en toda la Ribeira Sacra. Esta parte del año llevaba tiempo asentándose como uno de los mejores para este negocio. Si el tiempo acompañaba, el lleno en las calles estaba cantado. Pero llegó el coronavirus, la Semana Santa se esfumó y restaurantes y cafeterías de Monforte, Chantada y los demás municipios de esta zona inundaron las gestorías de solicitudes de ERTEs. El panorama es difícil, pero en el sector se palpan más ganas de reabrir que miedo por los problemas que se avecinan.

Esa sensación la corrobora Alfonso Martínez, máximo responsable del vivero de empresas de Monforte. «Yo entre la gente a la que estamos ayudando a poner en marcha sus negocios veo una cierta incertidumbre ante lo que va a pasar, pero no miedo». El oficialmente denominado espacio coworking de Monforte, financiado por la Consellería de Industria, tiene en marcha su quinta entrega, pero la emergencia sanitaria ha obligado a detener las actividades presenciales que se llevaban a cabo en el edificio de la antigua Expolemos. El asesoramiento sigue, pero vía telemática. Los nuevos proyectos que asesoran se encuadran casi todos en el sector servicios y muchos tienen que ver con el turismo. «Aquí nadie se ha echado atrás», asegura Alfonso Martínez. Martínez entiende el desafío que supone una nueva crisis económica, pero cree que «lo normal es que de todo esto salga un crecimiento de la demanda por pasar tiempo libre en comarcas como esta, sin masificaciones y con tranquilidad».

Comercio y hostelería esperaban beneficiarse de las expectativas turísticas de la Ribeira Sacra de cara al próximo año santo y a su posible declaración como patrimonio de la humanidad. Los dos acontecimientos no llegarán hasta el año que viene, pero comerciantes y hosteleros esperaban que en el 2020 ya se empezase a notar algo. Tras esta extraña primavera, las perspectivas son muy distintas, por lo menos a corto plazo. En las asociaciones que representan a los profesionales de estos dos sectores en la Ribeira Sacra no esconden su preocupación por el futuro inmediato.

«Teño un local pequeno e dentro dunhas galerías»

Marta Rajo es la propietaria de la cafetería Agarimo, un local situado en el centro de Monforte, pero un tanto escondido. «Teño un local pequeno que está dentro dunhas galerías -explica-, así que me preocupa especialmente a posibilidad de que se restrinxan os aforos». Ella entiende que hay extremar el cuidado para impedir nuevos contagios, pero pide a las autoridades que aclaren cuanto antes en qué condiciones tendrá que hacerlo cada uno. «Pode haber quen se poña a comprar mamparas, por exemplo, e que despois teña que tirar con elas porque non lle sirvan para nada», advierte. No tiene deudas que pagar y su única empleada esté en un ERTE, así que puede aguantar hasta que llegue la reapertura. «Quero abrir -asegura-, pero tamén quero saber como o vou ter que facer, porque iso pode cambiar moito a maneira de traballar».

«Un segundo cierre en octubre sería muy grave»

Eduardo Iglesias tiene tres tiendas de ropa en Monforte (la más antigua de ellas Doble M) y una en Chantada que estaba a punto de ampliar cuando llegó el estado de alerta. Su principal preocupación no es tanto cuánto más va a durar el cierre sino qué hacer con todo el género que tiene en las tiendas: «La gente no suele tenerlo en cuenta, pero el nuestro es un producto en cierta manera perecedero»

Tienen mucho material acumulado, muy poco tiempo para venderlo antes de que llegue la próxima temporada y, sobre todo, mucha incertidumbre sobre lo que harán los clientes. «Las previsiones de ventas hay que hacerlas a la baja, seguro que mucha gente tendrá reticencias a salir», augura. Y eso contando con que la emergencia sanitaria no se reactive en otoño. «Un segundo cierre en octubre ya tendría consecuencias muy graves».

«Que digan o que hai que facer, que estamos perdidos»

Roberto Eireos es concejal del PP en Monforte, pero también gestiona dos negocios de hostelería, uno en el centro y el otro en la calle Duquesa de Alba. Como profesional de este sector pide claridad a las autoridades: «Que tomen as decisións que teñan que tomar, pero que nos digan canto antes o que hai que facer, porque estamos todos perdidos».

Sus dudas son la de todos los hosteleros, si habrá limitación de aforo, si tendrán que colocar mamparas... Sus dos negocios son muy distintos. El Pra, en Duquesa de Alba, funciona de madrugada y carece de terraza. El Awa, en la avenida de Galicia, sí tiene espacio fuera para terraza. «Igual é o momento -apunta- de tomar en consideración que se poidan instalar terrazas na rúa Duquesa de Alba». En cualquier caso, él no tiene dudas. Va a reabrir los dos establecimientos en cuanto pueda.