Jesús Porta, neurólogo: «Tomo chocolate, me duele la cabeza y creo que es por eso, pero ha sido la migraña la que me ha dado apetencia por dulces»
ENFERMEDADES
Al contrario de lo que se suele pensar, el doctor indica que la apetencia por azúcar suele ser un síntoma premonitorio y no un desencadenante de las crisis de migraña
05 jun 2023 . Actualizado a las 18:58 h.Existen 150 tipos de dolores de cabeza y algunos de ellos, como la migraña, pueden ser muy incapacitantes en el día a día de una persona. El doctor Jesús Porta-Etessam, especialista en neurología y patologías asociadas al sistema nervioso, considera «una necesidad» divulgar sobre ellas. «Hay que explicar la realidad de la migraña en el siglo XXI, así como analizar todas las características y dar un poco de esperanza, ya que, a día de hoy, aunque desgraciadamente no existe cura, sí hay muchos tratamientos y posibilidades para mejorar a nuestros pacientes», asegura. Es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Medicina. Actualmente trabaja en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid en la Unidad de Hospitalización, Cefaleas y de Neurooftalmología, miembro del Instituto de Neurociencias y vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
—¿Es la migraña un simple dolor de cabeza?
—No, la migraña es mucho más. La migraña es un tipo de dolor de cabeza que se acompaña de síntomas como sensibilidad a los ruidos o mal cuerpo y que es muy intensa. Se trata de un cuadro altamente incapacitante para las personas que la padecen. Realmente, la OMS la considera, por su prevalencia, la segunda o la primera en países como el nuestro, España. Y del global de las enfermedades, está entre la sexta y la octava más discapacitante. Realmente, es un cuadro que limita mucho a las personas que la padecen, pero, desgraciadamente, no existe esta conciencia social. Y ese es otro de los motivos por los que hemos hecho el libro.
—¿Cómo es el dolor de cabeza de la migraña?
—La migraña es una cefalea que se llama primaria. Esto quiere decir que la propia cefalea es una enfermedad en sí. Tiene una serie de características que son muy típicas, lo cual nos va a permitir a nosotros hacer un diagnóstico hablando con la persona que la padece. Es una cefalea que puede afectar a toda la cabeza, aunque es más característico que afecte solo a un lado. Además, es muy típico que el dolor sea pulsátil. Cuando el paciente sufre dolor de cabeza suele venir acompañado de náuseas y mal cuerpo, le molestan las luces, el ruido o incluso los olores. Todo esto hace que los pacientes intenten estar en un cuarto a oscuras. Otra de las características de la migraña es que tiene un punto de inicio y un final: empieza el dolor de cabeza y luego termina. Si bien el paciente puede estar unas horas, que es lo que llamamos posdromo, como con una sensación como de resaca.
—Siempre se suele decir que es un dolor que se da en un solo lado de la cabeza, pero por lo que usted comenta se puede dar en los dos.
—En un 50 % de los casos la migraña suele ser hemicraneal, pero prácticamente en otro 20 % puede afectar a toda la cabeza, a la zona occipital o a las dos zonas temporales de manera simétrica. De hecho, la palabra migraña viene del griego hemicrania, de medio cráneo, pero prácticamente la mitad de los pacientes no tienen ese patrón. Es muy típico, pero la mitad no lo tienen.
—¿Qué son los síntomas premonitorios?
—Los síntomas premonitorios nos hablan también de esta patología del cerebro, que es la migraña, que pasa por una serie de fases y activación de distintas zonas del cerebro. Se ha visto que una de las primeras estructuras que se va a activar antes de que duela la cabeza al paciente con migraña es el hipotálamo. Y los pacientes pueden tener síntomas relacionados con la activación de este. Suelen ser el aumento del apetito, apetencia por dulces, sensación de cansancio, bostezos e incluso cambios de personalidad. Estos síntomas van a preceder al dolor de cabeza, son premonitorios, pero forman parte del espectro de la migraña.
—¿En qué se diferencian estos síntomas premonitorios de los desencadenantes?
—Los síntomas premonitorios son producidos por la propia migraña, en una fase muy inicial de ella, cuando aún no ha empezado el dolor de cabeza. Los desencadenantes son distintos estímulos internos o externos que van a hacer que le de una crisis al paciente, son facilitadores de las crisis. No son la causa de la migraña. Por ejemplo, puede que esté en Santiago y llueva. El cambio de presión atmosférica puede ser un factor desencadenante. Entonces yo soy migrañoso y me puede facilitar que me duela la cabeza. También pueden ser cambios hormonales o, un pequeño porcentaje de pacientes, algunos alimentos. Esos serían los desencadenantes, mientras que los síntomas premonitorios es el comienzo de la migraña en sí misma. Por ejemplo, la apetencia por dulces puede ser un síntoma premonitorio. Me tomo chocolate, me duele la cabeza y creo que es el chocolate, pero realmente ha sido la migraña la que me ha dado apetencia por dulces.
—Se suele relacionar mucho el chocolate con las migrañas.
—Sí y la mayoría de las veces es un síntoma inicial de la migraña, curiosamente.
—Cuando hablamos de otro tipo de alimentos que pueden desencadenar, ¿de cuáles hablamos?
—Esto solo le ocurre a uno de cada cinco pacientes, excluyendo al alcohol, que es otro tema distinto. Los más habituales son los lácteos, especialmente los quesos curados, luego los cítricos, las conservas, los embutidos, los frutos secos, el tomate en conserva… Al final son muchos, pero cada paciente tiene el suyo. Por eso, no tiene ningún sentido que los pacientes hagan una dieta estricta. Básicamente, lo que hay que saber es reconocer el alimento que desencadene en cada uno y evitarlo dentro de la dieta.
—Sobre la llamada resaca de la migraña, ¿en qué consiste?
—Lo llamamos el posdromo, es lo que ocurre después. Tengo los síntomas premonitorios, el aura si la tengo o no la tengo, el dolor en sí y luego, al paciente no le duele la cabeza, pero tiene una sensación extraña, de inatención, de cansancio. Esto se ha visto que se produce por una disminución de la dopamina que ocurre después de la crisis de migraña. Es una fase típica que cuentan muchos pacientes.
—¿Cuánto podría durar?
—Normalmente, el día después hasta que el paciente se duerme. Los síntomas premonitorios hay pacientes que los tienen el día antes, luego viene la fase de dolor y después al día siguiente, unas horas, entre seis y doce.
—¿Qué es la migraña de fin de semana?
—Son pacientes que les duele preferentemente la cabeza durante los fines de semana. Esto se debe a que existe un cambio de su patrón y hace que le duela el fin de semana. Uno de ellos puede ser la privación del consumo de café. Muchos de nosotros tomamos cafeína por motivos laborales y, cuando llega el fin de semana, dejas de tomarlo. Esa privación, disminuir la dosis de café, puede ser un desencadenante de dolor y va a hacer sufrir migraña el sábado.
Otro de los motivos de la migraña de fin de semana es el estrés, que no es un desencadenante, pero viene cuando me relajo después. Tengo el estrés del día a día y cuando me relajo me duele la cabeza. El tercero que también puede producir la migraña de fin de semana es el cambio de ritmo de vida. Tengo un ritmo y cuando lo cambio durmiendo más, puede ser un desencadenante también de la migraña. Ahí lo importante es si el paciente lo tiene o no, saber cuál es el principal motivo de la migraña de fin de semana.
—¿Los hábitos suelen ser bastante importantes en el paciente que tiene migraña, no?
—Sí, nosotros lo que solemos recomendar es que tengan un buen descanso nocturno, unos ritmos más o menos establecidos del día, de las comidas, con una alimentación sana. Y en las migrañas episódicas, no en las crónicas, el ejercicio físico, que les va a venir muy bien los días que no tienen dolor de cabeza, evidentemente.
—Entonces, en los pacientes con migraña, ¿no está recomendado el ayuno intermitente?
—El ayuno es bueno para perder peso, de hecho, lo han publicado hasta en el New England, pero hay otras enfermedades en las que el ayuno no es bueno, como la diabetes o en algunos pacientes con migraña. El hecho de prolongar las horas que no comemos, prolongar el ayuno, puede ser un factor desencadenante. No es para todos, lo que hay que hacer es diseñarlos. Hay pacientes a los que le alteran y a otros que no, pero los primeros no lo pueden hacer porque les va a doler la cabeza. Las dietas hay que personalizarlas siempre, no hay una buena para todas. Para eso están los nutricionistas.
—¿Qué hay del tabaco y el alcohol?
—Nuestra recomendación como médicos, fuera de lo que es la migraña, es la eliminación por completo del tabaco y el alcohol. Lo que se decía antes de una copa de vino, con las evidencias actuales no lo podemos decir porque hay estudios que confirman que hasta una sola copa de vino puede ser perjudicial.
Una vez dicho esto, en los pacientes migrañosos depende, en muchos de ellos el alcohol va a ser el desencadenante del dolor de cabeza, por eso lo ideal es que no lo tomen. Pero claro, a veces un paciente en alguna fiesta o en algún momento especial quiere beber un poco de vino, es algo cultural en nuestro país y no tendría porqué pasar nada, lo tratamos para que lo pueda hacer.
—¿Se pueden padecer otras enfermedades a raíz de padecer migraña?
—Sí, la migraña tiene comorbilidad. Las más fuertes e importantes son la depresión y la ansiedad, que son tratadas, superan el 20 o el 30 %. Una persona con migraña tiene mayor riesgo de sufrir depresión o ansiedad. Luego las otras existen pero los porcentajes son mucho más bajos.
—A la hora de abordarla, cómo se puede tratar la migraña.
—Hay que poner medidas no farmacológicas, que ya las hemos comentado, con respecto a los hábitos. Luego lo que es el tratamiento farmacológico lo dividimos en el tratamiento de las crisis, lo que debe de tomar cuando le empieza el dolor de cabeza. A día de hoy tenemos los antiinflamatorios y los triptanes, pero vienen gepantes y también otro tipo de triptanes. Llegarán, probablemente, después del verano. Luego por otro lado, el tratamiento preventivo que es un traje a medida a la persona que tenemos delante. Todavía no es una medicina de precisión pero en un futuro, ojalá lo sea.
—Sobre los dos primeros, en qué se diferencia los triptanes de un antiinflamatorio.
—Los antiinflamatorios son fármacos más inespecíficos que sirven para tratar dolores de distintas causas y que actúan por una vía pura de la propia inflamación. Los triptanes son más específicos, diseñados para tratar la migraña y que van a bloquear unos receptores de serotonina y actuando sobre ellos van a yugular la crisis de migraña en paciente. Son más específicos y más eficaces.
—¿Y existirían tratamientos naturales?
—Sí, hay cuatro tratamientos naturales que son eficaces en la migraña. Son la melatonina, el magnesio, la riboflavina y la coenzima Q10. Algunos como la melatonina tienen estudios comparados con fármacos como la amitriptilina, demostrando igual eficacia.
—¿Cómo saber si el tratamiento preventivo me está haciendo efecto?
—Nosotros buscamos, a los dos meses, una reducción aproximada de un 50 % de los días con migraña, a partir de los dos meses. En el caso de la toxina botulínica que se pone cada tres meses y después sería cada seis, lo que habría es que esperar dos ciclos. En el caso de los monoclonales hay que esperar entre tres y seis meses.
—¿Tendremos cura para la migraña en un futuro próximo?
—Ahora tenemos tratamiento personalizado. Miramos a los ojos a la persona y diseñamos un tratamiento a raíz de sus características: cómo es su migraña, a qué se dedica, cómo es su ritmo de vida. Luego el siguiente paso van a ser los tratamientos que se llaman de precisión y la siguiente fase será la cura de la migraña. Esto último está lejos, pero creo que será posible.