PPdeG, BNG y PSdeG se acusan de minar el consenso sobre la transferencia de la AP-9
GALICIA
Arranca en el Congreso el grupo de trabajo que abordará la transferencia de la autopista
21 sep 2021 . Actualizado a las 18:53 h.El Congreso de los Diputados constituyó este martes el grupo de trabajo que en los próximos meses deberá abordar el proyecto de ley para el traspaso autonómico de la autopista AP-9, de titularidad estatal. Se trataba de un mero trámite que dará paso a la discusión del calendario en torno a un asunto que se ha ido atascando o decayendo tras las sucesivas legislaturas desde que en el 2017 las fuerzas de la Cámara gallega -entonces cuatro- acordaron por unanimidad elevar esta petición a la Cámara baja. Ahora, aparentemente, cuenta con tiempo por delante para avanzar, pero el consenso con el que arrancó en Galicia hace cuatro años ya no es tan férreo como entonces.
Los grupos del Congreso analizarán en próximas citas las enmiendas presentadas al borrador, y ahí empiezan las divergencias. El PP es partidario del traspaso siempre que llegue acompañado de recursos económicos y materiales, esto es, que sea el Estado el que siga respaldando las bonificaciones o las obras de mejora que están pendientes, que arrastran años de retraso y que no se han ejecutado o han sido asumidas por la concesionaria, Audasa, que ha acabado repercutiendo esos costes en los peajes. De no llegar con esa mochila de recursos, el traspaso equivaldría «a condenarnos a pagar dúas veces a autoestrada, pola vía das peaxes e pola dos recursos públicos», valoró el diputado del PP Celso Delgado. Los populares sostienen que es el PSOE el que rompe el consenso al proponer ahora una variable que consistiría en dejar la propiedad en manos del Estado mientras la Xunta se hace cargo de la gestión administrativa y de la explotación. Al portavoz del PPdeG, Pedro Puy, le «sorprende» que los socialistas mantengan esa posición respecto a la AP-9, algo que no hicieron al tratar los traspasos de infraestructuras al País Vasco y Cataluña.
El número dos del PSdeG en el Parlamento, Pablo Arangüena, eludió incidir en el sentido de la enmienda y destacó que se abre un período de negociación del que pueden salir «acordos» después de resolverse lo «urxente», en referencia a las bonificaciones que se han puesto en marcha este verano y que constituían una demanda histórica. El diputado coruñés puso en valor que este debate se vaya abrir con un Gobierno socialista en Moncloa abierto a alcanzar un acuerdo que, a su juicio, el PP de Rajoy siempre bloqueó.
El BNG no presentó enmiendas, y se erige como la única formación que no ha alterado el consenso alcanzado en el 2017. Para el congresista Néstor Rego, los socialistas son los que más se han apartado del objetivo de lograr una transferencia plena, y advierte que «incumpre o acordo de investidura que asinou o PSOE co BNG». Del PP critica la batería de enmiendas «excesivas e improcedentes» sobre cuestiones que, asegura, se podrán negociar con posterioridad entre el Gobierno gallego y el de España. Por eso este martes la viceportavoz en O Hórreo, Olalla Rodil, exigió que se retiren unas enmiendas «que rebaixan os dereitos dos galegos».