Los dos gallegos con más poder en Transportes serán decisivos en la gestión del acuerdo con la Xunta

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, y el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez Torrón,  en Monforte
La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, y el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez Torrón, en Monforte CARLOS CORTÉS

Sergio Vázquez liderará la negociación de la AP-9 y la presidenta del ADIF, Isabel Pardo, abordará las demandas ferroviarias, como el acceso al puerto exterior de A Coruña y la salida sur de Vigo

13 mar 2021 . Actualizado a las 09:08 h.

Los dos gallegos con más poder en el conglomerado administrativo que depende del Ministerio de Transportes tuvieron ayer un acto juntos en Monforte, justo después de la productiva reunión del miércoles entre el ministro José Luis Ábalos y el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo. Aunque en esta ocasión tampoco invitaron a representantes de la Xunta, tanto el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez Torrón, como la presidenta del ADIF, Isabel Pardo de Vera, serán clave en la nueva etapa de colaboración con el Gobierno de Galicia, en la que se ha decidido consensuar aspectos muy relevantes de la política de movilidad.

Ya antes de esta etapa de deshielo, inducida desde las más altas instancias, Sergio Vázquez, que en realidad es el número 3 del ministerio, ya actuaba como una especie de comisionado de Transportes para Galicia. Como Pardo de Vera, suele venir casi todos los fines de semana y eso les servirá para poder atender las reuniones periódicas que mantendrán con cargos de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade. «Soy gallego y ejerzo de gallego, y estoy familiarizado con la realidad de Galicia, que es compleja. Somos una comunidad periférica y a veces en Madrid no se percibe bien esa realidad», dijo recientemente en una entrevista en La Voz.

Sergio Vázquez conoce bien el ministerio. Fue director adjunto de gabinete de José Blanco cuando fue ministro de Fomento entre el 2009 y el 2011, un período en el que la mayoría de los altos cargos de este departamento eran gallegos. Como el exministro, Vázquez Torrón es de Lugo, y muy militante, una querencia por su ciudad y por la provincia de la que Pardo de Vera también hace gala, de ahí el acto conjunto de ayer para explicar los proyectos de la conexión ferroviaria de Lugo con Ourense y, por tanto, con la red de alta velocidad. También son de la misma quinta. Nacieron en 1975.

Es muy relevante que el coordinador de la política de infraestructuras del Gobierno central sea el encargado de dirigir la redacción del real decreto de las bonificaciones en la AP-9, para las que hay 55 millones presupuestados. También llevará el peso de las negociaciones con Audasa. Su talante afable y conciliador será decisivo para encontrar acomodo a las demandas del departamento que dirige Ethel Vázquez con respecto a los descuentos en la autopista. Aunque manteniendo el frágil equilibrio de evitar que la AP-9 pueda saturarse en algunos tramos por el efecto de las rebajas.

El mayor presupuesto

En las manos de Isabel Pardo de Vera está la empresa pública que maneja el mayor presupuesto de toda la Administración General del Estado. Pese a sus reservas iniciales con la conexión ferroviaria del puerto exterior de A Coruña -aduce que el ADIF no financia accesos a los puertos-, Ábalos le ha pedido que coordine las mejoras que ven necesarias en el proyecto y que busque posibilidades de financiación en los fondos de recuperación de la UE, de los que el administrador gestionará unos 6.000 millones.

Aunque en los últimos tiempos su relación con la conselleira Ethel Vázquez fue relativamente tensa, a pesar de conocerse de la Escuela de Ingenieros de Caminos de A Coruña, parece que ambas remarán a favor de una nueva etapa que, en palabras de Ábalos y de Feijoo, deberá guiarse por la colaboración leal y la franqueza. Pardo de Vera trabajó en altos cargos del ADIF durante los gobiernos de Mariano Rajoy y, ahora con el PSOE, está en la presidencia, con un perfil político cada vez más agudizado pese a su vocación técnica. Su capacidad ejecutiva y su visión de la movilidad serán decisivas para desbloquear muchos asuntos. Y será la gallega que corte la cinta del AVE a Galicia.

Muchos de los 50 puntos en los que la Xunta pide compromisos concretos dependen de su negociado, como la salida sur de Vigo, o las reformas pendientes para que Lugo y Ferrol tengan acceso a la red de alta velocidad. Pero le acecha la preocupación permanente por la altísima deuda que soporta la empresa que gestiona, más de 16.000 millones de euros, algo que pesa como una losa y que le hace ser prudente, o incluso decir no de primeras, cuando le plantean un nuevo proyecto.