Vía libre en la línea ferroviaria del Miño: ¿Hasta cuándo?

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Un Alvia circulando por la ladera que fue reforzada ante el riesgo de desprendimiento
Un Alvia circulando por la ladera que fue reforzada ante el riesgo de desprendimiento Xoán Carlos Gil

El ADIF reabrió la circulación de trenes, pero monitorizará cada día la estabilidad de la ladera reparada, donde seguirán los trabajos hasta junio

02 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La línea ferroviaria del Miño se reabrió el domingo a la circulación de trenes, después de permanecer cortada desde el 9 de febrero al detectarse grietas peligrosas en una ladera que ya había sido reparada en diciembre, en las inmediaciones de la estación de Frieira (Crecente). El primer plazo para dar vía libre a los trenes era el pasado 22 de febrero, pero las obras se complicaron, por la dificultad para trabajar en un espacio tan estrecho y empinado. Ante esta situación, el ADIF dio un nuevo plazo, el 3 de marzo, aunque finalmente pudo adelantar la reapertura de la línea en la medianoche del domingo.

Los trabajos, no obstante, seguirán hasta junio, pues los realizados hasta ahora forman parte de las obras de emergencia contratadas para la estabilización de la plataforma en la entrada de la estación de Frieira y su duración inicial se estimó en seis meses. No solo eso. Se han desarrollado una serie estudios «para evaluar diariamente la situación y desarrollo de la solución ejecutada, una supervisión que realizarán técnicos cualificados del administrador ferroviario y de ingenierías externas contratadas», explicó un portavoz del ADIF. Es decir, la situación de la ladera será monitorizada diariamente para comprobar si es estable. En caso contrario, volvería a cortarse la circulación, como sucedió hace tres semanas cuando se detectaron grietas en un muro cercano al que fue reparado en diciembre. Por tanto, la espada de Damocles de un nuevo desprendimiento o inestabilidad sigue presente hasta que se terminen los trabajos contratados por la vía de urgencia.

17 metros de grietas

Durante estos días, los trabajos se centraron en la reconstrucción del muro de mampostería antiguo, agrietado en una longitud aproximada de 17 metros y en una altura de 12. Esta restauración se realizó mediante bloques de escollera de gran tamaño.

También se construyó una pantalla de micropilotes (tubos de acero para reforzar las cimentaciones), de 50 metros de longitud y hasta una profundidad de 25 metros, anclados a una segunda pantalla de hinca de carriles para asegurar la estabilidad de la plataforma de la vía. También se habilitaron nuevos drenajes, pues los embolsamientos de agua parece que tuvieron mucho que ver en los derrumbes y grietas.

La reconstrucción del terraplén de la vía se realizó con aportación de materiales clasificados y compactados para soportar la cargas del ferrocarril. Una vez reconstruida la plataforma se distribuyó el balasto y se procedió al montaje de la vía, la instalación de la catenaria y los elementos de señalización.

Durante el desarrollo de esta solución se realizaron sondeos geológicos con el objetivo de estudiar el terreno donde se asienta la plataforma de la vía y el espesor de la diferentes capas, para determinar la estabilidad de toda la ladera.

Mientras, el ADIF ha iniciado la prueba piloto del proyecto Smanslope, que tiene como objetivo disponer de un sistema operativo de advertencia del desprendimiento de rocas en la infraestructura ferroviaria, algo que sucede con cierta frecuencia en líneas antiguas como la del Miño, construidas con taludes muy verticales que son más proclives a los derrumbes. Su funcionamiento se monitorizará durante dos años en una línea ferroviaria de la provincia de Barcelona.