Alberto Núñez Feijoo: «Estoy trabajando para la próxima década»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER / IAGO GARCÍA

Explica los cambios en el Ejecutivo y dice que ya piensa en el 2021 «y más allá», pero sin desvelar su futuro político

30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Núñez Feijoo (Os Peares, 1961) siempre se refiere a los años por su última cifra, dejando de lado el milenio. Utiliza como referencia el 9, cuando llegó a la Xunta; habla con preocupación del 11 y del 12, el peor momento de la crisis; y del 15, en el que empezó a notarse la recuperación. Acaba de remodelar su Gobierno por sexta ocasión y en su discurso el pasado empieza a perder peso. Le interesa «el 21 y siguientes», pero no aclara si él formará parte de ese futuro.

-Explique los cambios.

-Cumplimos lo comprometido. Teníamos previsto hacer los ajustes en julio, pero la moción de censura y el congreso del PP nos retrasó todo unas semanas. Lo que he pretendido es hacer un Gobierno con la vista puesta en los primeros años de la próxima década, en eso estoy trabajando.

-¿Es su manera de anunciar que intentará un cuarto mandato?

-Con la actual política no hay nadie que pueda hacer una previsión certera, y no me atrevo a hacerla ni de mí mismo. Acabamos de empezar la segunda parte del partido -dos años de legislatura- y es el momento en el que se deciden muchas cosas. A los gallegos no les importa quién será el candidato del PP en el 2020, quieren que el Gobierno funcione y que tenga un modelo para el año 21 y los siguientes.

-Habrá revisado a fondo el currículo de sus nuevos conselleiros.

-Son personas que están contrastadas, que han aprobado sus oposiciones, que son empleados públicos y algunos tienen un máster, pero estamos convencidos de que no vamos a caer en los errores de otros.

-¿Qué les ha pedido?

-El reto de José González (Medio Rural) es implementar el mejor dictamen realizado en treinta años sobre los incendios, avalado por el PSdeG, acelerando los cambios forestales y agrarios. Y facilitar tierra para que la gente que quiera invertir, pueda.

-Carmen Pomar no tiene experiencia política.

-La responsable de Educación ha dado un paso desde su independencia a un Gobierno y tiene una virtud: conoce muy bien la Universidad y se estaba dedicando a la educación en edad infantil, y pretendemos precisamente que sea un enlace entre esos mundos y también con la Formación Profesional, porque estamos convencidos de que por ahí va el futuro de la empleabilidad. Y en Política Social hemos optado por una persona joven, mujer y madre, que conoce el mundo municipal y autonómico. Son tres procedencias distintas y eso nos va a dar mucho más ímpetu.

-¿Y el resto de ajustes?

-Me interesaba trasladar la experiencia de Ánxeles Vázquez en el medio rural al medio ambiente, y que Ethel Vázquez gestionase todas las infraestructuras, incluido aguas, que ya conoce. Creo que es un proyecto que lo hemos preparado para que tenga efectos en el año 2021 y más allá.

-Le da una importancia estratégica al Xacobeo, ¿por qué?

-Pretendemos que el Xacobeo marque el camino en esta década que comienza. La Galicia del 2021 va a ser muy potente, con el AVE funcionando, las rías saneadas, las autovías interiores finalizadas... y vamos a prepararnos con tiempo, no puede ser que el presidente de la Xunta se encuentre como yo en el 2010, sin nada adelantado.

-La industria vive un debate intenso sobre la calidad del turismo que viene, ¿qué opina?

-Veamos: este año el número de pernoctas no ha subido mucho, pero el gasto medio en hoteles y en estancias sí ha crecido. Hemos de distinguir los cinco millones de turistas que llegan de los 300.000 que vienen peregrinando que, algunos de ellos, tienen un gasto medio más bajo respecto al conjunto. Pero el fenómeno de los caminos está trayendo a gente con más recursos que come en restaurantes y duerme en hoteles. Soy optimista sobre el futuro turístico porque podremos competir con el Mediterráneo en términos de conectividad, con un patrimonio histórico cuidado y una identidad definida, que es por lo que nos conocen en el mundo.

-Hablando de patrimonio, ¿qué será del pazo de Meirás?

-Nosotros hemos hecho nuestro trabajo en el Parlamento de Galicia, y eso que el PP gobernaba en Madrid. El PSOE también se mostraba entonces muy proactivo para recuperar el pazo de Meirás en beneficio del patrimonio público, pero ahora tengo la sensación de que los socialistas ya no tienen interés en que se escuche al Parlamento para iniciar la reivindicación de la propiedad en beneficio del patrimonio público. Nosotros vamos a seguir, tenemos claro que debe ser de todos y creemos que hay razones jurídicas para solicitar la propiedad pública.

-Ahora vienen curvas con la sanidad. ¿Valoró sustituir al conselleiro?

-No, porque lo conozco y es un buen médico y gestor. La oposición lleva una década intentando horadar al Gobierno y tiene que buscar dónde. ¿Eligen la sanidad? Perfecto, nosotros nos sentimos cómodos en ese debate y para mí será un honor comparecer en la comisión impulsada en el Parlamento.

-Alguna debilidad habrán visto.

-He trabajado cerca de este sector desde la transferencia sanitaria en el año 90, y puedo asegurar que no hay ningún momento en la historia de Galicia en el que se que hayan hecho tantos hospitales, tantas reformas, tantos centros de salud y que se haya incorporado tanta tecnología, además de hacer más pruebas diagnósticas y cirugías que nunca en un entorno de crisis y con la población más envejecida. A cambio, tenemos 1.500 médicos más con el porcentaje de interinidad más bajo de toda España. ¿Quieren discutir de esto?

-Le transmito una opinión de la calle. Galicia es un buen lugar para tener una enfermedad grave, pero el día a día de la sanidad es infernal. La gente no se cree las listas de espera.

-La lista de espera es un procedimiento de medición homologado, pero he sido gestor sanitario y comprendo lo que me dice. Hemos hecho cosas relevantes, como las vías rápidas para atender los casos de cáncer, que funcionan. Dicho esto, es evidente que nos gustaría bajar las esperas, pero en un sistema con 39.000 personas puede haber bolsas de ineficiencia, sin duda. Dicho esto, creo que junto al País Vasco tenemos el mejor sistema de salud público de España, y eso quiere decir también de Europa.

-Sacó usted el problema del envejecimiento. Cada año desaparece de Galicia la población equivalente a un municipio como Ordes, unas 12.000 personas.

-Entre los nacimientos, las defunciones y los movimientos migratorios, que ahora son positivos, el balance anual es de unas 8.000 personas menos.

-Su Gobierno impulsó ayudas que solo llegan a los gallegos con menos renta, cuando este no es un problema de ricos o pobres. Una pareja de profesores, por ejemplo, no tiene alicientes.

-Pero sí tienen una baja maternal y paternal más larga. Y estabilidad en su empleo, pero vamos, es cierto que hay otras zonas ricas de Europa con este problema. Por eso hemos intentado sensibilizar al Gobierno de España y para ello seis presidentes autonómicos hemos levantado la mano para que la UE tenga en cuenta todo esto en los próximos presupuestos. No hay nacimientos, y ese es nuestro primer problema estructural.

-Tiene otros 165.000 problemas. Los parados gallegos.

-Desde que presentamos el plan estratégico 2015-2020 hemos creado 50.000 empleos. En los dos últimos años, 30.000. Septiembre será bueno y en términos interanuales la bajada del paro se aproxima al 10 %. Creo que con los medios y las competencias en materia laboral que tenemos hacemos todo el esfuerzo posible.

-¿Bajará los impuestos autonómicos en el 2019?

-Lo estoy viendo con el conselleiro de Facenda, pero es difícil adelantarse sin conocer la previsión del presupuesto para Galicia. Estamos consolidando las cuentas del próximo año, pero quiero dejar claro que me gustaría bajar impuestos para que la gente se quede a vivir en Galicia con una presión fiscal inferior en aquello que podamos, claro.

xoan a. soler

«Me entristece la política española, no nos merecemos este Gobierno»

El presidente de la Xunta afirma que su preocupación por los supuestos dosieres contra él «es cero»

J. Capeáns

Liberado tras la presión a la que se vio sometido en el mes de junio para que diese el salto a la política española, analiza los hechos ya con cierta distancia. En aquellas semanas, paralelamente a sus reflexiones, afloraron de nuevo en las redes sociales y en algunos medios las fotografías con Marcial Dorado, y se especuló sobre la existencia de dosieres en su contra.

-Si existen dosieres contra usted, ¿por qué no intentan tumbar al presidente de la Xunta?

-Mi porcentaje de preocupación sobre eso de los dosieres es cero. Lo único que me preocupaba esos días es que no había acabado el mandato en Galicia.

-¿Por qué se emocionó al anunciar que se quedaba?

-Porque iba a decepcionar a mucha gente, y eso me pesaba. Presidentes autonómicos, diputados, senadores... ellos pensaban que yo era la mejor opción. Esa sensación agridulce la tuve por la decepción que iba a producir en el partido. Al final, esta es mi familia política.

-En el partido eran mayoría los que le pedían que se presentara. ¿Y en la calle?

-Estaba equilibrado. Fuera de Galicia no se entendió, aunque ahora se va comprendiendo un poco mejor.

-En la calle suelen pararlo para felicitarlo, pero en las redes sociales su figura genera división.

-La mayoría de los ciudadanos no se dedican a hacer comentarios en las redes sociales, la gente tiene sus ocupaciones. Pero hay una serie de personas que, no compartiendo los principios de la mayoría, tampoco aceptan sus decisiones. Eso provoca comentarios impropios. Yo convivo con sentimientos distintos. Fuera de Galicia observamos que el prestigio de la Xunta, su estabilidad y la previsibilidad que irradiamos se valora mucho. En Galicia se aprecia, pero fuera, todavía más. Estoy sorprendido por el cariño y respeto que nos tienen.

-¿Le da pereza la política de Madrid?

-Me da tristeza ver cómo está la política española. Estamos en octubre y no hay ninguna comunidad autónoma que sepa cuánto dinero va a tener para el próximo año. No sabemos cuándo va a haber presupuesto. No hay ninguna medida estructural. Se habla de impuestos a la banca, a las sociedades, a la renta, a los combustibles... ¿Para qué ha servido este cambio de Ejecutivo? ¿Para qué? ¿Para tener más ministros cesados o investigados? Esto no es el cambio. Es un retroceso en la política. Me entristece porque los españoles no se merecen este Gobierno.

-Usted llegó a la Xunta a lomos de la polémica de los Audi, ¿qué opina de los medios de transporte que usa Pedro Sánchez?

-No me atrevo a opinar. Yo entiendo que un presidente del Gobierno tiene que atender muchas obligaciones, pero no quiero centrarme en eso. Lo cierto es que cada vez que hay un problema en España observamos con precisión una cortina de humo al día siguiente, ¡todo es humo! Al problema de la ministra de Sanidad respondieron con una reforma constitucional de los aforados; a las grabaciones de la ministra de Justicia contestaron con un CIS ilusorio que decía que el PSOE gana en las cuatro provincias gallegas [sonríe]. Ahora supimos de los problemas del ministro de Innovación, y amenazaron con elecciones anticipadas. No está mal..

-Usted ha comprado una vivienda y tiene segunda residencia, ¿un político puede tener una sociedad para hacer esas adquisiciones?

-Un político tiene que cuidar al máximo sus planteamientos tributarios. Hay cosas que la ley permite, pero los políticos debemos pensarlo dos veces. Por tanto, no estoy censurando ni juzgando, solo digo que los políticos, en temas de impuestos, debemos ser especialmente meticulosos, porque estamos gestionando el dinero de los ciudadanos.

-¿Qué le preocupa de Cataluña un año después del 1-O?

-Que nadie se esté preocupando de los problemas de los catalanes porque solo se habla de los problemas de sus políticos. Y escuchar a altos cargos del Gobierno socialista, que depende de los independentistas, hablar de indultos sin que haya ni siquiera sentencia. Eso es un escalofrío político y del Estado de derecho.

-Se ha visto con Rajoy este verano, ¿cómo lo encontró?

-He visto al Rajoy más puro, el que se reconcilia con su profesión, pero con la misma carga irónica. Me da la sensación de que está sorprendido por la deriva de la política y las frivolidades. Tiene razón, deberíamos ser un poco más serios.

«Un político tiene que cuidar al máximo sus planteamientos tributarios»

«Cada vez que el Gobierno tiene un problema hay una cortina de humo. ¡Todo es humo!»

«No vamos a admitir más años de insultos y victimismo del alcalde de Vigo»

A pesar de la cómoda mayoría absoluta, el debate político en Galicia sigue siendo intenso.

-¿A quién ve más fuerte en la oposición?

-Como parlamentario, veo más solidez en Leiceaga desde el punto de visto de conocimiento, formación y ponderación. A Villares y a Pontón los respeto, pero el señor Villares respeta menos a los demás. Esa actitud puede tener que ver con su posición dentro de su grupo.

-Gonzalo Caballero va a cumplir un año al frente del PSdeG, ¿cómo lo valora?

-Me parece una persona educada, y eso es importante en política. Desde que su líder, Pedro Sánchez, es presidente lo noto con muchas limitaciones en su discurso. Él intenta hacerse un hueco, pero me da la sensación de que hay personas dentro de su partido que no tienen ningún interés en su liderazgo.

-¿Su relación con Abel Caballero es reconducible?

-Hasta las personas que piensan que Abel Caballero es un líder planetario se dan cuenta de que el victimismo es su leit motiv. Cada vez que nosotros llevamos una solución a Vigo, él está pensando en el siguiente problema. Insulta por la mañana y provoca por la tarde, pero ya no vamos a admitir más años así. Seguiremos diciendo que ser alcalde de Vigo no es ser su propietario, y que Vigo es de los vigueses, que no son vasallos de nadie. 

-¿Qué pasaría si Feijoo sale de telonero en un concierto del Monte do Gozo?

-Usted mismo sonríe al hacer la pregunta, y sin embargo en Vigo se considera normal. Los medios en Vigo interpretan que esto no se puede comentar, no vaya a ser que tengan algún problema. Nuestro objetivo está claro: vamos a defender a los ciudadanos de Vigo, que no tienen que temer a las represalias en las asociaciones, en las instituciones y en las empresas por no seguir las tesis oficiales. Y el Aló alcalde -en referencia a sus intervenciones mediáticas- tiene que ser denunciado, porque estamos en una democracia. Yo soy presidente de la Xunta porque siempre he ganado en Vigo, siempre. En todas las elecciones he sido el político más votado con mucha diferencia. Que el alcalde me diga que yo no puedo entrar en Vigo... Esto no lo vamos a seguir silenciando. 

«Queremos gestionar la AP-9 para mejorar el servicio y las conexiones»

Feijoo carga abiertamente contra el Gobierno de Sánchez por todo lo que ve y lee en las últimas semanas, pero sostiene que también está sufriendo cierta desconexión con Madrid que pagan todos los gallegos. Cuatro meses después de llegar al poder, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, va a reunirse con el presidente de la Xunta esta semana. Los asuntos no son menores. Con el AVE no espera sorpresas y confía en que siga en pie la fecha de pruebas para el último trimestre del 2019.

-¿Encontrará una posición diferente sobre la transferencia de la titularidad de la AP-9?

-En este asunto nosotros hemos mantenido siempre el mismo criterio. Lo que busca la Xunta es mejorar la calidad en la prestación del servicio, cosa que no siempre ocurrió cuando hubo obras, y poder hacer un planteamiento más amplio de conexiones con otros viales, porque tenemos un problema en el área metropolitana de A Coruña, en Vigo, en Pontevedra y en Santiago, donde aún no se han completado los trabajos. Es la arteria principal del eje atlántico.

-¿Es optimista?

-En general, me parece que hemos retrocedido. Teníamos una comisión paritaria para el seguimiento de la AP-9, y está parada. Tampoco recibimos información de la supresión del peaje de Redondela, y tampoco del cambio de propiedad. Desde que está el PSOE en el Gobierno ya no hay prisa para la transferencia, ya no hay comunicación. Y añado: con independencia de lo que se vote en el Congreso, esa transferencia se puede hacer sin ninguna ley. Se trata de hacer una comisión mixta de transferencias y pactarla. Solo se necesita que haya un acuerdo en esa comisión. Que se vote o no en la Cámara no es un motivo para posponer la decisión.

-Y con Pablo Casado, ¿no debería plantearle estas cuestiones para que las defienda?

-No es necesario. Uno acude al presidente del partido cuando hay problemas o discrepancias, pero él estuvo en el inicio del curso político y conoce las reivindicaciones de Galicia.