Podemos intenta frenar la crisis de En Marea llamando a la unidad

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Lavandeira jr | efe

Santos echa al PP la culpa de intentar «esnaquizarlle a vida a unha rapaza»

28 mar 2018 . Actualizado a las 17:24 h.

Lejos de deslizar mensajes que pudiesen ahondar en la división, Podemos Galicia remó ayer en la dirección contraria y apeló a la necesaria unidad de En Marea para poder ofrecer una alternativa política real al PPdeG. «Sabemos o que nos xogamos», dijo su secretaria xeral, Carmen Santos, quien atribuyó las largas horas de debate del lunes a la necesaria discrepancia de un frente con distintas sensibilidades. Una línea argumental que, en cierto modo, pone más el foco en lo común que en lo propio, aunque sea referida al grupo parlamentario y no al partido instrumental. Esto es precisamente lo que Beiras había demandando tanto a Podemos como a Esquerda Unida en su última reprimenda pública.

«Onte pechamos ben, sen pechar en falso, e fixémolo ben: que o grupo siga unido era unha prioridade», dijo Santos sobre una reunión que duró ocho horas y que definió como un «debate fraterno e responsable». La líder de Podemos en Galicia quiso poner en valor la posición conjunta del grupo y no entró a valorar el hecho de que Luís Villares, que anteayer se abstuvo en la votación sobre si echar o no a Quinteiro, hubiese defendido que la diputada entregase su acta. Sobre este asunto, la secretaria xeral de Podemos Galicia, Carmen Santos, intentó ayer desviar el foco para proteger a la diputada y apuntó a otro lado. De ahí que arremetiera con dureza contra el Partido Popular, al que acusó de tener muy ancha la mano para pedir dimisiones a la oposición, mientras no se aplica el mismo criterio a sí mismo. «Por tacticismo político non se lle pode esnaquizar a vida a unha rapaza: parécenos inhumano», dijo sobre el caso de Paula Quinteiro, una persona que, según Carmen Santos, es la diputada que menos cobra del Parlamento gallego. La firme e inequívoca defensa de Quinteiro hecha ahora por la secretaria xeral se produce a pesar de que ambas, que son de Podemos, habían estado enfrentadas en el grupo. De hecho, después de saltar el caso, Santos mostró su apoyo a la diputada, pero dejó caer que su dimisión era una «cuestión personal».

Villares continúa callado

Mientras tanto, Luís Villares, portavoz de En Marea, no ha pronunciado ni una palabra sobre el caso transcurrida más de una semana desde que conoció lo ocurrido. Algo que, en cambio, sí lo diferencia de Xosé Manuel Beiras, quien sostuvo públicamente que, si él fuese la diputada, habría dimitido. Villares defendió lo mismo, pero lo hizo en las reuniones internas tanto del grupo como del partido.

Ferreiro y Suárez siguen el camino de Noriega y evitan posicionarse sobre el caso

Los alcaldes de A Coruña y Ferrol han seguido la estela de Martiño Noriega de mantener la cautela para no avivar más las brasas de una polémica que sigue humeando. Hay un hecho indiscutible: el grupo parlamentario y el partido discrepan sobre cuál debe ser el desenlace del caso. El regidor coruñés, Xulio Ferreiro, sostuvo ayer que hubiese sido mejor que se diera una coincidencia de criterio, pero matizó: «Non vou ser eu o que siga alimentando unha polémica que tiña que ter durado 24 horas».

En la misma línea se expresó el alcalde ferrolano, Jorge Suárez: «Estoy interesado en hablar de política, los aspectos internos de las organizaciones deben mantenerse en lo interno. Nunca fui muy favorable a airear este tipo de cuestiones y, por lo tanto, me reservo mi opinión», remarcó.

Críticas

Mientras tanto, el resto de las fuerzas políticas tratan de sacar tajada de la crisis abierta en En Marea. El secretario general de los populares gallegos, Miguel Tellado, tiró de ironía y aseguró que lo sucedido evidencia que en el PPdeG se respeta más al portavoz de En Marea, Luís Villares, de lo que lo hacen sus propios compañeros de filas.

El número dos de los populares fue más allá y señaló que es el propio alcalde de Santiago, Martiño Noriega, la persona que está «detrás de la estrategia de debilitar al portavoz parlamentario, puesto que varias personas de las que atacan a Villares son integrantes de Compostela Aberta». La portavoz de Ciudadanos Galicia, Olga Louzao, aseguró que el altercado de Quinteiro también es un caso de corrupción. «Utilizar la posición de parlamentaria gallega para favorecer a su pareja es corrupción; obstaculizar la acción policial utilizando el acta es corrupción», dijo.