Pablo Isla deja Inditex con un crecimiento de los beneficios del 193 %

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Pablo Isla deja la presidencia de Inditex en abril
Pablo Isla deja la presidencia de Inditex en abril Angel Manso

Asegura que los resultados demuestran la gran capacidad de adaptación de la compañía a cualquier circunstancia

17 mar 2022 . Actualizado a las 16:53 h.

Pablo Isla, presidente de Inditex, se despide con un trabajo impecable. De acuerdo con los datos del 2021 que se hacían públicos este miércoles, dejará la empresa con unas ventas de 27.716 millones de euros, tras un crecimiento interanual del 36 %, y un incremento del beneficio neto del 193 %, hasta los 3.243 millones de euros. Estas cantidades superan de lejos las alcanzadas en el 2020, el año pandémico, y rozan las del 2019, el mejor de todos los años de la compañía (ventas de 28.286 millones y beneficios de 3.639). 

Desde su llegada a la compañía en el 2005, ventas y beneficios se han multiplicado por cuatro.

En un comunicado emitido a los analistas, el presidente de Inditex, Pablo Isla, considera que «tras dos años de pandemia, estos resultados demuestran la gran capacidad de adaptación a cualquier circunstancia que caracteriza a todas las personas que integran esta compañía a través del compromiso y del talento».

Por su parte, el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, destaca que «el liderazgo demostrado por la empresa en la transformación digital de los últimos años nos sitúa en una posición inmejorable de cara al futuro para ofrecer la mejor experiencia en nuestra propuesta de moda de calidad y sostenible» .

La actual Inditex, fruto de la unión de los modelos de negocio en tienda física y online, destaca que a través de internet la facturación alcanzó los 7.491 millones de euros, con un crecimiento de dos dígitos (14 %) respecto al 2020, cuando había aumentado un 77 %. En este momento los ingresos online de la multinacional alcanzan ya el 25,5% del total de las ventas del grupo y se espera que supongan el 30% del total en el 2024. «Estas cifras consolidan a la compañía en posiciones de liderazgo mundial en el ámbito del comercio electrónico», destaca la firma. Las aplicaciones activas alcanzaron los 146 millones, las visitas en el 2021 se situaron en 6.200 millones y los seguidores en redes sociales son ya 228 millones.

«Un robusto margen bruto sobre ventas»

En un mensaje implícito a las casas de análisis, siempre pendientes de los márgenes, se destaca que la multinacional ha mantenido «un robusto margen bruto sobre ventas del 57,1%, superior en 123 puntos básicos al de 2020 y que, por tanto, es el más alto de los últimos seis años». Y poniendo en valor su capacidad de creación de riqueza, informa de que la contribución tributaria total de Inditex se situó en 6.093 millones de euros, de los que 2.423 han sido impuestos propios y 3.670 recaudados. Solo en España el grupo contribuyó con un total de 1.501 millones de euros (708 directos y 721 recaudados).

El proceso de cierre de tiendas (en la actualidad tiene 6.477) no ha influido, al menos a primera vista en el empleo. El último día de su ejercicio fiscal (31 de enero) Inditex contaba con 165.042 empleados, frente a los 144.116 de un año antes, «gracias a la paulatina normalización de los horarios comerciales aún influidos por la pandemia». El 81 % de los puestos de trabajo son indefinidos y 76 de cada cien están ocupados por mujeres, «con paridad salarial (3 % a favor de la mujer)», subraya.

En el informe enviado a la CNMV, Inditex reconoce que va de alerta en alerta. Explica así que la parte final del año se vio afectada significativamente por la disminución del tráfico en tiendas debido a la propagación de la variante ómicron, las restricciones en la mayoría de los mercados y los confinamientos en Austria, Países Bajos, Alemania, Japón, China y Filipinas. Esa repentina caida de las ventas en tienda generó un impacto «puntual» de 400 millones de euros en el cuarto trimestre, y también afectó al margen bruto debido a mayores descuentos. En este caso fue de aproximadamente 210 millones de euros.  «Resulta difícil compensar _añade_ los gastos incrementales asociados con la campaña de Navidad y lo sadicionales por una mayor actividad online, por lo que el impacto en los  operativos fue de aproximadamente 190 millones de euros». Con el descenso de casos de ómicron, «la venta ha vuelto a los patrones positivos anteriores».

Inditex vuelve a sacar pecho (en esta ocasión la empresa no ahorra en la utilización de calificativos positivos para informar del año 2021) al explicar que todas las líneas de gasto han tenido una evolución favorable, y así los de explotación crecieron un 26 %, diez puntos menos que lo que hicieron las ventas. También el stock creció por debajo de la facturación. Lo hizo en un 31 %. El incremento viene motivado por el aprovisionamiento de producto para evitar posibles tensiones en la cadena de suministro.

Premio a los accionistas 

Pablo Isla, que dejará su cargo de presidente el próximo 1 de abril, ha optado por premiar a los accionistas. Pese a la inestabilidad causada por la guerra de Ucrania, propondrá a la junta s la distribución de un dividendo del 0,93 euros por acción (un 33 % más que en el 2020, cuando optó por la prudencia e hizo un impass sobre su política habitual de pago de dividendos). 

Estará compuesto por un dividendo ordinario de 0,63 euros y unextraordinario de 0,30 euros por acción. Este  se distribuirá en dos pagos iguales: 0,465 euros el 2 de mayo de 2022 y 0,465 euros el 2 de noviembre de 2022. Pero además, se abonará un dividendo extraordinario más de 0,40 euros por acción a pagar en relación con el ejercicio 2022.

Respecto a la guerra en Ucrania, la compañía recuerda que el 5 de marzo decidió suspender su actividad en Rusia con el cierre de sus 502 tiendas. Reitera que el cierre es temporal y motivado por la imposibilidad de garantizar las operaciones. Las ventas de la Federación Rusa y Ucrania representaron aproximadamente 5 puntos porcentuales del crecimiento total de facturación entre el 1 de febrero y el 13 de marzo, cuando la multinacional registró un incremento de la facturación interanual de un 33 % y  un 21 % frente a los máximos pre covid del 2019. 

Sobre las inversiones, Inditex había comprometido 2.700 millones para el trienio 2020-2022. Los está ejecutando y asegura que esta apuesta ha conseguido acelerar la transformación y el crecimiento de la venta online por encima del 25 % del total. Destaca que desde el 2012 (un año después de que Pablo Isla fuese nombrado presidente), el grupo ha invertido más de 13.000 millones de euros.

Siguiendo en el capítulo de inversiones, la compañía hace hincapié en las realizadas para garantizar su crecimiento futuro. Entre ellas figuran los 80 millones que se dedicarán para aumentar la capacidad de la Plataforma Europa (Zaragoza), lo que significará un incremento de plantilla en 250 personas hasta alcanzar las 2.000; y, sobre todo, los 238 millones destinados a levantar un edificio de 170.000 metros cuadrados en Arteixo (cinco plantas y dos de aparcamientos), que será la base de los equipos comerciales y de diseño de Zara, la firma con mayor peso dentro del grupo.

Frente al mercado, Pablo Isla, que volverá a Madrid tras esta etapa de 16 años en Galicia, deja atado su compromiso con la sostenibilidad. Asegura la compañía que se ha seguido acelerando su transformación. En materia de producto «ha superado en siete puntos la meta fijada para el ejercicio y el 47 % de sus prendas llevan la etiqueta join life». Las fuentes renovables de energía representan el 91 % del consumo total (el objetivo era el 90 % para el año), por lo que, dice el presidente en su última comparecencia, en el 2022 se puede completar el compromiso de que lo sean al 100 %. Será uno de los retos parae Marta Ortega, presidenta no ejecutiva a partir del 1 de abril, y para Óscar García Marceiras. Ambos tienen en su cartera de encargos otros compromisos «concretos y medibles». Inditex tiene que ser una compañía neutral en emisiones de efecto invernadero en el 2040 y en el 2025 se aprovisionará exclusivamente de algodón, poliéster, lino y viscosa de fuentes más sostenibles.

Inditex siempre habla en plural y asegura que la estrategia seguida hasta el momento se mantendrá. En su análisis de perspectivas, la firma asegura que «sigue viendo grandes oportunidades de crecimiento», «tiene una política de precios estable y en aquellos mercados con impacto temporal de inflación significativa o depreciación de los tipos de cambio se harán los ajustes necesarios para proteger los márgenes». «En función de estas actuaciones selectivas, esperamos que las actuaciones de precios contribuyan a las ventas de la campaña primavera/verano en un dígito simple medio, y sin impacto negativo en volumen, tal como muestra la cifra de ventas del inicio del primer trimestre del 2022».

Pablo Isla deja en caja disponible para inversiones u otros posibles gastos 9.359 millones de euros, una cantidad nunca hasta ahora alcanzada. El 31 de enero del 2021 había, en números redondos, 2.000 millones menos.

ANGEL MANSO

El mejor ejecutivo del mundo cede el paso para la sucesión familiar

Pablo Isla Álvarez de Tejera (Madrid, 22 de enero de 1964) llegó a Inditex en el 2005, cuando fue nombrado consejero delegado tras su fichaje a través de la firma de cazatalentos Korn Ferry. Desde el primer momento se mostró como era: un hombre tímido, resolutivo, capaz de enfrentarse a los problemas, analizarlos y darles solución. Su estructura mental es la de un abogado del Estado: ordenada y con mucha capacidad de trabajo. Con ese perfil, que más tarde le sirvió para que la Harvard Business Review le eligiese dos años consecutivos como el mejor ejecutivo del mundo, convenció a Amancio Ortega, fundador y máximo accionista de la compañía, que en el 2011 decidió que Isla se hiciera cargo de la presidencia.

En estos diecisiete años, el balance de su gestión es contundente: la compañía ha multiplicado sus cifras de facturación y beneficios, así como su cotización en Bolsa.

El ejecutivo ha afrontado el crecimiento de Inditex en estos tres lustros con varias máximas. La primera, que la inversión en tecnología es clave para reducir tiempos de fabricación y optimizar la distribución. Pero también que el canal online y las tiendas físicas deben funcionar de forma integrada, de tal manera que los clientes puedan comprar en cualquier momento y por cualquier vía y el pedido les llegue a las horas y al lugar donde ellos quieran. Para lograr ese objetivo ha sido clave el despliegue de la tecnología RFID. Isla, que siempre ha sido más de letras que de ciencias, popularizó este sistema de identificación por radiofrecuencia que permite saber dónde se encuentra cada prenda desde el almacén a la tienda, y que ha sido clave para llevar la ya eficiente logística de Inditex a otro nivel.

También han sido determinantes en su estrategia, y seguirán siéndolo en la nueva etapa que se abrirá en abril, los objetivos en materia de sostenibilidad: la cobertura del 100 % de su consumo energético con fuentes renovables (que se alcanzará este año) y que más de la mitad de las prendas comercializadas tengan etiqueta join life (que certifica procesos de producción y materias primas más sostenibles).

Isla ha acelerado los procesos para que en el 2040 las emisiones netas de la compañía sean cero. Sobre el agua, la compañía se ha comprometido a reducir su consumo en un 25 % en toda la cadena de suministro. Hay más: impulso de la investigación, avances en la reciclabilidad del textil y eliminación de plásticos de un solo uso para el cliente en el 2023.

El golpe de la pandemia

La etapa de Isla al frente de Inditex no ha estado exenta de retos. Cuando hace dos años el mundo vivió el estallido de la crisis sanitaria del covid, la textil sufrió uno de los golpes más duros desde 1963, año de su constitución. Tuvo que cerrar prácticamente todas sus tiendas en el mundo. Isla apostó por adelantar procesos en todo lo referente al desarrollo del canal online. Lo que había que hacer era vender apoyados en la logística y en la capacidad de trabajo de los equipos. No fallaron.

Tampoco lo hizo él. Fue prácticamente todos los días a la oficina, llegaba antes que nadie y se iba a horas respetables. Estaba —aunque nunca lo confesó— preocupado por la situación y, sobre todo, ocupado. No le tembló el pulso cuando decidió destinar parte del beneficio del 2019 a blindar la compañía contra la pandemia, y dejó pendiente el reparto de dividendos.

Ahora, en medio de otra crisis, la provocada por la guerra, Isla deja Galicia y vuelve a Madrid con su familia. ¿Seguirá trabajando?, le preguntarán con casi toda probabilidad en su comparecencia de este miércoles. Es probable que conteste que sí. No se le ve cansado ni física ni mentalmente. Al contrario, se encuentra bien consigo mismo por haber cerrado una etapa muy exigente.

Aunque está preparando una nueva casa en Madrid, asegura que en Galicia deja grandes amigos y que volverá a menudo. Quizá vuelva a comer a Aranga, a pasear por Santa Cruz o a disfrutar de alguna playa de Ferrol.