La falta de mano de obra se convierte en otro lastre para la recuperación

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Ana Escobar

Sectores clave para la reactivación tienen dificultades para encontrar trabajadores

15 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En un país con 3,5 millones de desempleados y una tasa de paro que rebasa el 15 %, parece un contrasentido que un número cada vez más elevado de sectores económicos -desde la hostelería a la construcción, pasando por la pesca o la industria- tengan una queja unánime: no encuentran la mano de obra que precisan. La situación es especialmente preocupante en actividades que, como el caso de la construcción o algunas ramas de la industria, van a ser tener un papel clave a la hora de canalizar los fondos europeos Next Generation y tirar de la recuperación tras la pandemia.

Las claves de los sectores con problemas para cubrir las vacantes y los motivos que hay para ello, se analizan a continuación:

Hostelería

Carteles de «se busca personal» en agosto. «No es normal que veas anuncios en los establecimientos buscando personal en pleno agosto. Antes, la gente que quería trabajar ya te lo decía en Semana Santa y era entonces cuando se seleccionaba el personal. Pero eso se ha acabado». Así describe la situación que atraviesa la hostelería un empresario gallego con más de veinte años de experiencia en el sector.

La parálisis forzosa a la que obligaron las restricciones por la pandemia ha agravado los problemas de este segmento económico, habitualmente asociado a precariedad, con horarios infinitos y bajos salarios.

Hoteles, bares o restaurantes comparten las dificultades para contratar personal porque, ante la incertidumbre sobre la campaña de verano, que se suma a año y medio de establecimientos cerrados o a medio gas, los posibles refuerzos han optado por buscar empleo en otros sectores, como, por ejemplo, la logística, que ha experimentado un crecimiento exponencial -asociado al comercio electrónico- con la pandemia.

Así las cosas, y pese a que los empresarios insisten en que nunca se habían ofrecido mejores condiciones laborales y salariales, muchos trabajadores le han dado la espalda a la hostelería. Al menos, por el momento. Los expertos en recursos humanos señalan que eso no significa que abandonen definitivamente el sector, sino que a la hostelería le costará un tiempo volver a atraerlos. Eso sí, con condiciones que resulten atractivas.

construcción

Sin relevo generacional. A punto de que llegue el primer desembolso de los fondos europeos Next Generation, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) ha alertado de que el sector no encuentra trabajadores para cubrir la oferta de empleo existente. Preocupa porque, según señala la patronal, la construcción será clave en la reactivación poscovid, ya que estará presente (directa o indirectamente) en la ejecución de siete de cada diez euros que lleguen a España de la ayuda europea. La traducción práctica es que se necesitarán unos 700.000 trabajadores más en un sector que no tiene relevo generacional.

«Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos, pero no hay modo de atraer a los jóvenes a este sector», lamenta el presidente de la Fundación Laboral de la Construcción y de la patronal del sector en A Coruña (Apecco), Diego Vázquez Reino, que estima entre 4.500 y casi 8.000 los nuevos trabajadores que necesitan incorporar este año en Galicia para cubrir la marcha de los mayores que dejan la obra.

La edad media en la construcción está en los 46 años y solo el 9 % de los trabajadores son menores de 30. «Ven más atractivo en los puestos relacionados con las nuevas tecnologías», apuntan desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).

Otras fuentes del sector consultadas van más allá y recuerdan lo ocurrido en la crisis del 2008, cuando el pinchazo del ladrillo redujo el empleo de 2,8 millones a apenas 700.000 trabajadores. Eran jóvenes, especializados o no, que acabaron recolocándose en otras áreas. «Ahora no quieren regresar porque el sector tiene una temporalidad muy alta (contratos vinculados a obra) y, además, los sueldos no han recuperado los niveles de entonces. En el 2008 un encofrador podía ganar entre 4.000 y 5.000 euros mensuales», apuntan, destacando que la oferta es tanta, que los trabajadores rechazan contratos de más de una semana para tener la libertad de rotar en busca de mejores condiciones.

La responsable de Emprego de CC.OO. en Galicia, Maica Bouza, pone el foco sobre la falta de perfiles especializados para un sector que nada tiene que ver con el de hace tres lustros. «Hoy todo es ensamblaje, prefabricado, montaje. Y es probable que no tengamos la cualificación que demanda el mercado», apunta, insistiendo en la necesidad de mejorar la FP dual, en lo que coincide la patronal del sector.

pesca

Un déficit estructural. A diferencia de los anteriores, el problema de la falta de trabajadores en la actividad pesquera es estructural. «Está ligada a los bajos salarios y a las condiciones de trabajo y habitabilidad en los barcos, que son difíciles», señala Bouza, subrayando que es algo que «se arrastra desde hace años». Por su parte, desde la CEG defienden que el sector ofrece «salidas profesionales bien retribuidas y con mejores condiciones de seguridad». Pero no encuentra personal.

 

industria

Naval, metal o aserraderos tampoco atraen trabajadores. El sector naval comparte los problemas anteriores. El descenso demográfico de Galicia y la escasez de alumnos en los ciclos relacionados con dichas profesiones son su talón de Aquiles, «a pesar de que no se ofrecen malos salarios», subraya la patronal. También en el metal hay falta de relevo generacional, a pesar de ser un segmento con «muchas posibilidades, buenas retribuciones y estabilidad»

Por ello, tanto empresarios como sindicatos insisten en que diseñar una oferta de FP adecuada a las necesidades del mercado laboral es la vía para cerrar el desajuste entre la oferta laboral y la demanda educativa.

La solución de Joe Biden al problema: «Páguenles más»

«Páguenles más». Esa es la solución que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio hace unas semanas a los empresarios de su país que se quejan de que no encuentran trabajadores para cubrir todas las vacantes que la recuperación económica está generando. Porque la brecha entre ofertas de empleo y personal dispuesto a trabajar no es un problema exclusivo de España.

Según una encuesta realizada por la National Federation of Independent Business (NFIB), la principal patronal de pequeñas empresas de Estados Unidos, un 40 % de los empresarios sondeados dijeron que no habían encontrado trabajadores para cubrir el nuevo empleo generado.

Que la situación es grave lo evidencia, por ejemplo, que Delta Air Lines tuviera que cancelar un centenar de vueltos por falta de personal o que un McDonald's de Florida ofreciese 50 dólares solo por presentarse a una entrevista de trabajo.

Muchas voces alertan de que el problema está en las ayudas que el Gobierno de Biden repartió durante la pandemia, que a su juicio hacen que los ciudadanos prefieran cobrarlas y seguir en casa, mientras que quienes defienden los subsidios ponen el foco en la precariedad de los empleos, con salarios bajos y condiciones duras.

El diagnóstico de Biden es claro: la solución pasa por que las empresas paguen más si quieren tener trabajadores.