El hospital privado Povisa declara en el juzgado su «insolvencia inminente»

Á. Paniagua / M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Xoán Carlos Gil

El centro atiende a 137.000 pacientes del Sergas, al que culpa de un déficit de 42 millones

29 sep 2018 . Actualizado a las 11:42 h.

El mayor hospital privado de Galicia está a punto de sufrir un colapso. Cuatro años consecutivos de pérdidas llevaron ayer a la dirección de Povisa, empresa del grupo de capital gallego Nosa Terra 21, a presentar el preconcurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo. En el escrito, el centro hospitalario se declara en situación de «insolvencia inminente», y apunta como origen y «única causa» a la aplicación del concierto que mantiene con el Servizo Galego de Saúde, «reiteradamente denunciado». Ese contrato es el que hace de Povisa un caso único en Galicia: un hospital privado que tiene asignados pacientes del Sergas, 137.000, concretamente. Al concierto con la Xunta atribuye Povisa unas pérdidas de 42 millones de euros en los últimos cuatro años (nueve solo en este) que ha compensado parcialmente con los ingresos procedentes de la atención a particulares y a clientes de seguros privados.

El Sergas le paga a Povisa 540 euros anuales por cada paciente que tiene asignado, sin importar cuánto use sus servicios. Es una cantidad insuficiente, según la dirección del hospital, porque no cubre la medicación de pacientes ambulatorios -los que no están ingresados y acuden al centro solo a recibir tratamiento, como quimioterapia-. Por este concepto, la empresa mantiene que pierde entre 5 y 6 millones al año. A ellos se suman otros 5,4 millones de déficit por fármacos de alto impacto surgidos después de la firma del contrato.

El hospital denuncia también que el Sergas ha reducido progresivamente el envío de pacientes en especialidades que tradicionalmente eran referencia (quemados, litotricia o cirugía de la mano) y que en la pública no existían. Los ingresos por estos conceptos se han reducido en 1,5 millones de euros anuales respecto al concierto anterior, que caducó en el 2010.

Una bomba de relojería

Povisa le endosa al Sergas toda la culpa de su delicada situación financiera. Y esto supone una bomba de relojería para el Gobierno gallego. La dirección del hospital llevaba meses advirtiendo a Sanidade de su situación límite y había presentado varios contenciosos para reclamar más dinero. Fuentes del sector aseguran que el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, llevaba días solicitando más tiempo a la dirección de Povisa. Ayer mismo, tras el anuncio, los convocó a una reunión para el lunes.

Pero la situación política también se complica. El procedimiento concursal abre ahora tres meses para negociar entre las partes y, si no hay acuerdo, otro mes para formalizar el concurso. Esto situaría la eventual suspensión de pagos en enero, un mes crítico para los hospitales por la irrupción de la gripe, y solo cuatro meses antes de las elecciones municipales. En noviembre se iniciará el plazo de elección de hospital del área de Vigo, que precisamente Povisa propone extender a toda la ciudadanía.

Cruce de acusaciones

Pero si la dirección del hospital dio ayer un golpe en la mesa, la Xunta no se quedó atrás. Aseguró que está cumpliendo «estritamente todos os termos do concerto asumido por ambas partes» y subrayó que nada ha variado desde que en el 2014 se firmó el contrato. En otras palabras, según la Xunta, la situación financiera de Povisa es culpa de sus gestores.

Se avecinan tres meses de dura negociación. No es la primera vez. A finales del 2010, cuando el anterior concierto terminaba, el hospital presentó un ERE para 1.200 trabajadores. No lo ejecutó. Ahora reclama a la Xunta «restablecer el equilibrio económico-financiero del contrato». Es decir, más dinero. «En este momento, el futuro de Povisa está en manos del Sergas y, por extensión, del Gobierno de Galicia», dicen en una carta a la plantilla.

Sanidade adelanta facturas para pagar nóminas

La dirección de la empresa trasladó ayer su decisión a la plantilla, a la que comunicó que su fondo de reserva, con el que ha estado haciendo frente a las pérdidas, se ha agotado. Según fuentes del hospital, en el centro trabajan unas 1.500 personas -la cifra fluctúa-, lo que significa ser la segunda nómina privada más grande de Vigo.

Dirigentes de la Consellería de Sanidade comunicaron ayer mismo a la dirección del hospital que adelantarán el pago de facturas, valoradas en más de dos millones, para que la empresa pueda afrontar el abono de las nóminas a la plantilla. Con eso, podrán cobrar este mes a principios de la próxima semana, ya en octubre, algo que la pérdida de avales bancarios dejaba en el aire.

El comité de empresa acogió con pesadumbre la noticia, aunque no especialmente con sorpresa, ya que el hospital ha declarado pérdidas todos los años desde que se firmó el contrato con el Sergas.

Grupo Nosa Terra 21 es un conglomerado de empresas presidido por José Silveira que tiene en el negocio marítimo el principal pilar ingresos de la compañía, que emplea de forma directa a más de 2.000 trabajadores.

Los resultados de los últimos ejercicios vienen confirmando que el Hospital Povisa no es ni de largo el negocio que fue, y que es la naviera Elcano la que abandera ahora los ingresos del grupo. En su último ejercicio computado (año 2016), Povisa facturó 104 millones de euros, y registró más de tres millones de pérdidas.

El año pasado, Elcano cerró con unos ingresos de 593 millones de euros, un ebitda de 44,053 millones y un beneficio neto de 24,2 millones.